La Justicia de Rosario comenzó a investigar la cadena de responsabilidades en el choque que el 24 de febrero provocó la muerte de 13 personas y varios heridas cuando impactaron de frente dos colectivos de la empresa Monticas, que tiene prohibición de operar en el país.
A ocho días del accidente, la Justicia apunta a la falta de mantenimiento de las unidades al comprobarse que la tragedia se desencadenó por la explosión de una rueda que estaba vencida, según consignó la agencia DyN.
En paralelo al avance de las pesquisas, la Comisión Nacional de Regulación del Transporte suspendió los servicios nacionales de la firma Monticas, tras determinar que las fiscalizaciones realizadas entre junio y noviembre de 2016 detectaron "graves incumplimientos en materia de seguridad, higiene y frecuencia de servicios".
La medida va en sintonía con la adoptada por el gobierno de Santa Fe, que a los pocos días del siniestro resolvió rescindir la concesión del servicio en todas las rutas de la provincia y puso en marcha un plan de emergencia para cubrir provisoriamente los trayectos de la compañía.
Por su parte, el fiscal Walter Jurado a cargo de la investigación por la tragedia, detalló que un informe técnico determinó que el origen del choque fue por el reventón del neumático delantero izquierdo del colectivo que circulaba de Rosario hacia Zavalla, aunque señaló que aún no se pudo comprobar si la cubierta estaba recapada, tal como denunciaron algunos pasajeros.
Lo que sí quedó corroborado, es que el neumático estaba vencido: fue fabricado en 2011 con una vida útil de cinco años para vehículos privados y de dos para el transporte público, según las normas de la Ley Nacional de Tránsito. "Esto indica un punto de partida de una cadena de responsabilidades. Nos vamos concentrar en el siniestro y a partir de allí veremos si es necesario o no imputar a los responsables de la empresa Monticas", remarcó el funcionario judicial.
En el expediente judicial consta un audio de Gustavo Souza, uno de los choferes fallecidos, que le envió a su hermano un mes antes de la colisión en el que se quejaba por la falta de mantenimiento de las unidades. "No hacen mantenimiento, peligramos que se nos salga una rueda", describía con bronca e indignación.
A su vez, la hija de Aníbal Pontel, el otro chofer fallecido, afirmó que su padre le "contaba que muchas veces los pasajeros se la agarraban con él por el estado de los colectivos, pero él les explicaba que también lo afectaban que ponían en riesgo su vida".
En enero, a raíz de un incendio en una unidad, la diputada provincial Mercedes Meier (Frente Social y Popular) había pedido informes por la millonaria asignación de subsidios a esa empresa y dijo que tenía una "larga historia de un servicio deficiente que ha concitado numerosas denuncias, campañas ciudadanas, junta de firma pidiendo la rescisión del contrato y hasta altercados entre los trabajadores de colectivos y los pasajeros".