El hombre que admitió haber robado el corazón de Fray Mamerto esquiú, Alberto Villafuerte Paco, volvió a las andadas. El viernes pasado fue excarcelado por ese crimen y, tras sólo un día de libertad, ayer cayó detenido por violentar y robar la iglesia de Las Juntas, en el departamento tucumano de Ambato, informó el diario local El Ancasti.
Cerca de las 11, el ciudadano boliviano rompió una ventana lateral del templo, entró y robó imágenes de santos, el cáliz con el que se celebra la misa y otros elementos religiosos. Al huir, una vecina de Las Juntas lo vio y avisó a la Policía, que montó un operativo en las cercanías para detenerlo.
Villafuerte Paco lo advirtió y se internó en la montaña para eludir a las fuerzas de seguridad, tras desprenderse de algunos objetos robados. Los oficiales, munidos de binoculares, lo divisaron en pleno cerro y lo persiguieron hasta apresarlo a las 16.30. El ladrón había parado a descansar, apunado, y afectado por temperaturas menores a cinco grados.
Acorralado, el perseguido dijo llamarse Rojas Mujica -uno de los tantos nombres falsos que usó desde que entró al país- y afirmó ser oriundo de La Rioja, primero, y de Mendoza, después. Duró poco la mentira: los policías lo reconocieron y admitió que era la misma persona que robó el corazón de Fray Mamerto Esquiú el pasado 22 de enero de este año.
También aseguró ser católico profesante y reconoció su obsesión por las imágenes religiosas. En sus bolsillos encontraron crucifijos de oro y de otro material, además de un preservativo. Los oficiales lo trasladaron a la subcomisaría de El Rodeo, donde quedó alojado a disposición del fiscal de instrucción en turno, Héctor Rodolfo Maidana, quien le imputó el delito de robo.
Villafuerte Paco había recuperado su libertad el viernes 20 de junio, por orden de la Cámara Federal de Apelaciones de Tucumán, por a un recurso de apelación presentado por el defensor oficial Hugo Vizoso. Éste cuestionó la decisión del juez federal Ricardo Antonio Moreno, quien había ordenado su prisión preventiva por considerar que una persona con antecedentes y sin residencia en la provincia escaparía de la justicia o volvería a delinquir.