La decisión está tomada y parece que esta vez no hay vuelta atrás. La intención de trasladar el tradicional Mercado de Liniers dejó de ser un proyecto para convertirse en una realidad. Para llevar adelante esta iniciativa, el gobierno porteño y las autoridades del mercado de Mataderos firmaron un memorándum de entendimiento en diciembre pasado donde se establecieron las condiciones para su traslado, y para la construcción de un nuevo establecimiento ganadero en la provincia de Buenos Aires. Si bien todavía no se fijaron plazos, se espera que para mediados de 2018, las 32 hectáreas que ocupa el mercado queden liberadas en manos de la Ciudad.
Las nuevas instalaciones se levantarían en un predio frente al Mercado Central, en la zona de Tapiales.
Desde el sector ganadero señalaron a PERFIL que el único pedido que hicieron tiene que ver con mantener la continuidad del negocio. “La idea es entregar el mercado un día viernes, y que el lunes podamos trabajar en el nuevo establecimiento”, indicó uno de los consignatarios que trabajan en el lugar.
Entre los motivos que impulsan la decisión del gobierno porteño de reubicar el punto de venta de ganado vivo se destacan el vencimiento de la prórroga de concesión del uso de esas tierras –funciona de esta manera desde 2001– y la pretensión de la Ciudad de poner en valor esa zona de la Capital Federal a través de diferentes herramientas de gestión.
“En ninguna ciudad del mundo existe un mercado de ganado en pie como en Buenos Aires”, afirmaron fuentes del Gobierno consultadas. Actualmente la actividad que se desarrolla en el mercado consiste en la recepción y posterior venta de ganado en pie. En total trabajan unas 2 mil personas y por allí pasan entre 25 mil y 30 mil cabezas de ganado por semana.
Qué van a hacer. “La decisión está tomada y apunta a cambiarles el estilo de vida a los vecinos que viven allí”, dicen desde los despachos de la sede gubernamental de Parque Patricios.
Respecto del destino de las tierras, no hay una confirmación oficial sobre el plan a seguir. Por eso, hasta el momento circulan distintas versiones. Una es que allí se construirá un polo educativo acompañado de un gran espacio verde, propuesta que cuenta con el beneplácito de buena parte de los vecinos de la zona.
Sin embargo muchos descreen de esta posibilidad y aseguran que se destinará a un negocio inmobiliario con participación del sector privado. “Es otro negociado del gobierno porteño, tal como hizo en el Tiro Federal o en el Parque de la Ciudad. El mercado está muy instalado en la zona y no creo que sea fácil moverlo”, afirmó Alberto Samid.
Otro de los proyectos ligados al Mercado de Hacienda es crear en la zona un Distrito de la Carne. Esta es una iniciativa de la Secretaría de Desarrollo Saludable. El proyecto contempla desde la instalación de un polo de parrillas, un Museo de la Carne y hasta la creación de un parque temático (ver aparte).
Para alcanzar este objetivo, las autoridades porteñas trabajan en los lineamientos básicos de una ley que otorgue diferentes beneficios impositivos a las parrillas que quieran desembarcar en este tradicional barrio porteño. “Queremos que Mataderos se llene de gente, a través de la carne y de la tradición. Sabemos que el asado es la mejor carta de presentación de Buenos Aires. Con esta idea, también apuntamos a que la carne tenga su denominación de origen, tal como ocurre con otros productos elaborados en el país y en el mundo”, adelantó Hector Gatto, responsable del área de Desarrollo Saludable. “Hablamos con las parrillas y están todos encantados con la posibilidad de armar el polo gastronómico en Mataderos”, agregó el funcionario.
Idas y vueltas. El traslado del mercado es una de las asignaturas pendientes de la Ciudad. Los motivos siempre tuvieron que ver con cuestiones de salubridad y de contaminación de los afluentes del Riachuelo. Uno de los primeros intentos fue en 2001, cuando se venció la concesión del predio. Las dificultades políticas y sociales de aquellos años obligaron a establecer un régimen de prórroga de la concesión que se mantiene hasta el momento. Si bien los consignatarios se oponían al cierre del establecimiento, la asignación de unas tierras en la zona de San Vicente allanó el camino. Sin embargo , el traslado no se efectivizó y todo volvió a foja cero.
Durante la gestión de Mauricio Macri, también se intentó trasladarlo. Sin embargo, la falta de tierras apropiadas frenó algunas de las iniciativas al respecto.