SOCIEDAD
Nios y adultos mayores, los ms vulnerables

Verano infernal: sepa cómo combatir un golpe de calor (por Silvina F. Adler)

Las altas temperaturas pueden afectar al organismo, y reaccionar a tiempo previene consecuencias fatales. La palabra de los especialistas.

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| Cedoc

El sofocante calor que se vive en la zona centro y norte del país, con máximas que en algunas regiones superan los 40 grados y marcas históricas para el mes de noviembre, no sólo produce mal humor, irascibilidad y agotamiento. En algunos casos, sobre todo en niños y adultos mayores, las altas temperaturas pueden provocar insolación y golpes de calor, patologías que se producen cuando el cuerpo es incapaz de regular la temperatura para disipar la acumulación de calor.

¿Qué es el golpe de calor? “El golpe de calor es una situación de urgencia médica porque puede alterar el funcionamiento de todo el cuerpo. Detectado a tiempo, se recupera sin secuelas. Por eso la importancia de la detección rápida, porque sino puede ser fatal”, explica el doctor Norberto Debbag, médico deportólogo y cardiólogo.

El golpe de calor es producto del cambio de temperatura ambiental, y puede darse tanto en lugares cerrados como en espacios abiertos y muy cálidos e incluso en áreas de recreación donde el amontonamiento de personas es importante, como un recital o un boliche. Los niños y los adultos mayores son los sectores de la población más vulnerables a los consecuencias de las altas temperaturas.

Según explica Diego Pizzini, coordinador de primeros auxilios de Cruz Roja Argentina, el golpe de calor produce aumento de temperatura y sequedad en la piel, que inmediatamente se pone roja. El pulso se acelera y se debilita, se incrementa la sudoración y en algunos casos, los más extremos, se pueden provocar convulsiones. El golpe de calor suele ser mas grave que la insolación, que es producto de la exposición directa al rayo del sol.

¿Cómo reaccionar? " Un golpe de calor puede llevar a la muerte misma. Es una urgencia médica, una emergencia. Por eso es importante que, al identificar cualquier trastorno relacionado con la temperatura ambiental, se puedan dar primeros auxilios inmediatamente”, explica Pizzini.

Lo primero que se debe hacer es llevar a al afectado a un lugar fresco y aireado. “Hay que bajarle la temperatura con paños fríos o agua bien fresca debajo de las axilas, en el cuello y en la ingle. Este procedimiento es importante porque muchas veces ante un caso así se pierde tiempo y no se sabe que hacer”, señala el hombre de la Cruz Roja. Las consecuencias de dejar pasar los minutos sin reaccionar muchas veces pueden ser fatales.

“Luego de estabilizar la temperatura corporal hay que llevarlo a un centro médico, porque independientemente de lo que parezca, los trastornos metabólicos pueden tardar un poco en hacer algunos síntomas graves”, agrega Pizzini. La recomendación entonces es, especialmente en el caso de adultos mayores y niños pequeños, realizar una consulta inmediatamente después de un episodio de este tipo, sobre todo si hubo algún tipo de alteración de la conciencia, un desmayo, perdida del conocimiento recuperada o visión borrosa.

Si bien es fundamental hidratar al afectado luego de un golpe de calor, Pizzini advierte que hay que tener cuidado con los casos que vienen acompañados de nauseas. “Darle de beber a una persona que está con insolación o golpe de calor es muy importante y hay que hacerlo, pero hay que tener cuidado y chequear si tiene ganas de vomitar”. En esos casos, hay que darle sorbos muy pequeños o directamente no darle líquido. “La peor complicación que podemos tener es que alguien lo quiera ayudar, le de un vaso de agua, la persona no esté del todo conciente y termine vomitando y aspirándolo por la vía aérea”, agrega Pizzini.

Además de los niños y los adultos mayores, los deportistas, por tener un desgaste de energía mayor, tienen que tener cuidado con el calor. Según Debbag, para prevenir los síntomas que produce el aumento de la temperatura ambiental es fundamental la hidratación antes, durante y después de la competencia, usar ropa liviana aireada, absorbente y clara y taparse la cabeza. Para aquellos que compiten, lo ideal es tomar 2 litros de agua en 24 horas, 500 ml. hasta 1 hora antes de la competencia, beber entre 500 ml. y 800 ml. por hora y pesarse antes y después de competir o entrenar, para evaluar los requerimientos.

(*) Redactora Perfil.com