SOCIEDAD
litigar resulta caro y complejo

Veredas en mal estado: crecen las denuncias, pero pocas llegan a la Justicia

Es un problema de casi todas las ciudades argentinas. Sólo en Buenos Aires hubo 18 mil reclamos en 2012.

Circulación. Para quienes se mueven en sillas, casi imposible.
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“Me tropecé con la raíz de un árbol, rodé y terminé tirada sobre la vereda. Me lastimé las rodillas, las manos y el hombro derecho, tuve que ir al traumatólogo y hacer reposo”, recuerda Nélida Polito. Aunque tiene 77 años y todavía le cuesta caminar, prefiere hacer unos metros más con tal de esquivar la vereda traicionera que la hizo caer, en California y Santo Domingo, en el barrio porteño de Barracas.

Su caso es uno más de lesiones causadas por el mal estado de algunas veredas. Una aproximación para cuantificar la magnitud del problema puede buscarse en el sitio web BAVeredas.com, creado por el ex legislador porteño Diego Kravetz, que recolecta denuncias espontáneas de los vecinos sobre este tema. En las primeras dos semanas de funcionamiento, recibió la ubicación de 1872 baches. “La idea es que las denuncias funcionen como una herramienta de control; más adelante se mandará un informe a los legisladores para que lo usen como referencia para verificar cómo y en que se ejecuta el presupuesto de los arreglos”, explicó Kravetz.

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El Gobierno porteño recibió 18.334 reclamos a lo largo del año pasado por aceras en mal estado, a través de los 15 centros comunales y el número telefónico 147, según información de la Secretaría de Atención Ciudadana y Gestión Comunal. Se trató de la segunda queja más frecuente, superada sólo por las fallas en el alumbrado público. Pero no sólo sucede en Buenos Aires: el interior está plagado de similares problemas, en ciudades grandes, medianas y chicas. En Rosario, por ejemplo, en el plazo de un año y medio, hasta mediados de 2012, hubo noventa juicios por personas lastimadas en veredas. Sólo por el 10% de los mismos, la Intendencia debió abonar $ 369.271, según informó el diario local La Capital. También Río Cuarto (Córdoba) y Bariloche tienen jurisprudencia al respecto: en 2009 la municipalidad sureña y un vecino fueron condenados por el mal estado de la acera que causó un accidente; debieron pagar en total $27 mil.

Peor. La situación es especialmente difícil para quienes deben moverse en silla de ruedas. “Salir a la calle es una experiencia muy traumática para mí. Me caí varias veces por las veredas rotas. Hice denuncias, pero resuelven muy pocas”, se lamenta Rafael Grenno, que vive en Coghlan. Y agrega: “Además, cuando hay obras en las veredas dejan pasillos muy angostos y es muy difícil pasar. Debo retroceder con la silla de ruedas e ir por otro camino”.

Las ONGs Cilsa y Acceso Ya coinciden en que el deterioro de las veredas se transformó en un desafío para la integración de las personas de discapacidad. “Uso bastones para movilizarme y transitar así por el Microcentro es imposible, y la gran cantidad de obras que están haciendo empeora la situación”, ejemplifica Daniela Vallejos, de Cilsa.

¿De quién es la responsabilidad de mantener las veredas? En caso de que las roturas sean producto de la degradación natural por el uso, es el frentista (o el consorcio) quien debe repararlas. Si se originaron por el crecimiento de alguna raíz de un árbol, la tarea es del Gobierno. Pero si fue una empresa de obras públicas la que tuvo que abrir el suelo para hacer un arreglo, es la misma compañía la que debe cerrarlo, siempre bajo control comunal.

El presupuesto asignado para reparar veredas asciende este años a los $ 209 millones, sólo en la Ciudad de Buenos Aires.

 

Una vecina recibió 60 mil pesos

El año pasado la Justicia le ordenó al gobierno de la Ciudad pagar una indemnización de $ 60 mil a una vecina que sufrió un accidente por una vereda rota. Sin embargo, no es habitual que los vecinos presenten demandas. “Enfrentar un juicio por una vereda rota puede ser demasiado caro, por eso, la mayoría no lo hace”, explica el ex legislador Diego Kravetz, creador de BAVeredas.com

Existen algunos pocos casos que llegaron a los tribunales, aunque tardaron cerca de una década en resolverse. En 2010, por ejemplo, el Tribunal Superior de Justicia porteño, determinó por un accidente en 2001, que la responsabilidad había sido de la empresa de servicios que hizo los arreglos y absolvió al Gobierno. La demandante tuvo que pagar las costas por su defensa. Desde el Ministerio de Ambiente y Espacio Público porteño consideran que las empresas de servicio son las principales responsables. Según informan, hasta el 22 de marzo, esas compañías realizaron 3.260 aperturas, de las cuales 714 no fueron cerradas en tiempo y forma. Durante 2012, se abrieron 18.582 veredas y se descubrió que 7.109 estuvieron en falta.