Miles de pasajeros colmaron esta mañana los andenes y las vías de la estación Castelar, mientras que en Merlo la gente prendió fuego varios vagones, luego que un tren quedara detenido por desperfectos técnicos.
El incidente inicial se produjo alrededor de las 8 luego que el tren que había salido a las 6.45 de Moreno y se dirigía a la estación terminal de Once se detuviera entre las estaciones de Ituzaingó y Castelar por problemas técnicos en un vagón.
Los pasajeros indignados tuvieron que esperar dentro del tren más de una hora, hasta que comenzaron a saltar a las vías. En minutos, cientos de personas ya estaban paradas en las vías del servicio eléctrico y varias de ellas comenzaron a arrojar piedras y elementos contundentes contra las oficinas administrativas de la estación.
El vocero de Trenes de Buenos Aires (TBA), Gustavo Gago, la empresa concesionaria del ex Sarmiento, repudió que pasajeros hayan incluso "agredido al personal" de la estación Castelar. Pasadas las 9 todavía los pasajeros continuaban varados en la estación de Castelar sin tener ninguna noticia sobre la posibilidad de continuar sus viajes.
A raíz de la presencia de la gente en las vías, la empresa concesionaria decidió cortar la energía en la zona para evitar incidentes, lo que provocó además una interrupción total del servicio. Minutos después de las 9, pasajeros varados en la estación de Merlo prendieron fuego una formación en protesta por las pésimas condiciones en las que viajan todos los días.
El accionar de la policía. Todo el clima se volvió más tenso cuando, pasadas las 10, se presentaron en ambas estaciones guardias de infantería de la Policía Federal y efectivos de la Bonaerense que comenzaron a arrojar gases lacrimógenos contra los pasajeros que protagonizaban la revuelta y formaron barreras en las vías para obligar a la gente a desalojarlas.
En pocos minutos los policías, que actuaron por orden del juez federal número 3 de Morón, Juan Pablo Salas, controlaron el desmadre aunque poco después en la estación de Castelar un grupo de personas quemó unidades y comenzó a destrozar los vagones, que eran nuevos y cuestan, según iformes de TBA, un millón de pesos.
Paralelamente bomberos comenzaron a extinguir el fuego de los vagones que se quemaban tanto en Merlo como en Castelar y los revoltosos se alejaron, aunque algunos fueron detenidos. La información de la agencia de noticias DyN habla de al menos cinco detenidos, aunque algunos canales de televisión arrojaron la cifra de 10 personas demoradas por las fuerzas de seguridad.
La explicación política. Al transcender los incidentes, no tardaron en llegar las críticas de la oposición y los argumentos del Gobierno Nacional que, a través del ministro del Interior, Florencio Randazzo, denunció la presencia de "infiltrados" de Quebracho y el Partido Obrero en los incidentes. Por su parte, la Coalición Cívica responsabilizó de los desmanes a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y al secretario de Transporte, Ricardo Jaime. El titular de la cartera de Seguridad, Anibal Fernández, adelantó que brindará una conferenica de prensa por la tarde para dar detalles de lo acontecido en la mañana de furia vial.
Desde la policia, TBA y el sindicato ferroviario de la Fraternidad coincidieron en que los incidentes fueron "planeados". El jefe de la Policía Bonaerense, comisario general Daniel Salcedo, sostuvo que "se afianza la hipótesis de que fue armado" lo sucedido en Castelar y la quema de vagones en Moreno, por parte de "grupos violentos que estaban organizados".
Fuente: DYN