Tener una barba larga puede ser peligroso. Si en la época de la dictadura militar los pelos en la cara sugerían peligrosas ideas subversivas, en estos tiempos de terrorismo islámico, el look musulmán puede llegar a ser una característica problemática.
Esto es lo que le sucedió a Germán Oscar Brufani, de 52 años, un fletero de Quilmes que denunció ante la justicia al hipermercado Wal Mart de La Plata por discriminación, ya que le impidieron la entrada por su supuesto parecido con el jerarca de la red Al Qaeda, Osama Bin Laden, según dio a conocer el matutino platense Hoy.
Brufani porta una respetable y canosa barba desde hace tres décadas. Mucho antes de la aparición del líder fundamentalista en la escena internacional, el fletero discriminado ya había dejado de afeitarse. En su Mercedes Benz 608 modelo 1977 se dedica desde hace muchos años al “traslado de papitas fritas, maníes, palitos salados y comestibles”, tal como él mismo define.
Dos hombre de traje. De acuerdo a la denuncia, en agosto de 2004, por decisión de dos ejecutivos estadounidenses de la firma, el personal de seguridad del hipermercado no dejó ingresar más a Brufani para descargar mercadería, como acostumbraba hacer.
“Hacía un año que entraba al predio, donde todo el mundo me conocía y apreciaba. Como de costumbre comencé a bajar la carga. Justo ese día había de visita dos personas de Estados Unidos, vestidas de traje. El recepcionista que esperaba la mercadería me dijo en broma: Dale Bin Laden, entrala”, relató.
Lo que sucedió a partir de ese momento es insólito. “Yo seguí descargando como lo hacía siempre. Cuando terminé pasé a buscar las boletas por la oficina, donde la jefa de Planta me pidió que espere; lo que me sorprendió porque siempre me las daban en el momento. Mientras tanto, estas dos personas no dejaban de mirarme, desde lejos. Cuando se retiraron, la jefa de Planta me dijo que no podía entrar más. Pensé que era una broma y empecé a reírme, pero le pregunté el motivo. Le estoy hablando en serio, usted no puede entrar más al establecimiento, me aseguró”, contó el fletero discriminado.
Problemas de salud. “En 52 años jamás me he sentido tan humillado e injuriado gratuitamente”, señaló Brufani en la denuncia. Producto de esta situación, el barbado fletero sufrió “desórdenes emocionales; alta presión arterial, exceso de glucosa en sangre y los primeros síntomas de diabetes”.
Brufani está casado y tiene seis hijos con los que vive en una humilde vivienda de un barrio de casas bajas de Quilmes. Su trabajo como fletero es el único sustento para esta familia.
Por el hecho fueron denunciados ante la UFI 1 las autoridades de la filial local de la firma y Graciela Aguirre, jefa de Planta del hipermercado.
Los abogados de Brufani, Roberto Rubio y Guillermo Pellegrini, indicaron que la penalización prevista para los actos discriminatorios es de 5 a 10 años de prisión con reclusión, según contempla el Código Penal si “las amenazas tuvieren el propósito el de compeler a una persona a hacer abandono del país, de una provincia o de los lugares de su residencia habitual o de trabajo”.
Además, los letrados realizaron una presentación ante el I nstituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI).
Comunicado de la empresa. La cadena de supermercados, luego de la publicación de esta denuncia, respondió que la compañía tiene "políticas de vestimenta", además de asegurar que los alimentos "no sufran ningún tipo de modificación, contaminación u otro tipo de alteración"
En relación a Brufani, Wal Mart Argentina esgrimió que el conductor "siguió ingresando a nuestro predio durante los meses posteriores al hecho que él mismo señala", lo cual "echa por tierra su propia denuncia", respondió la empresa.