Enojo del oficialismo en el Concejo ante reformas impulsadas por Mestre
Se apoyará la paridad de género pero hay malestar y reclaman diálogo por la elección directa en los 13 CPC. El escenario anticipa una negociación clave dentro de un bloque con fisuras.
EN SUS MANOS. La aprobación de los dos proyectos del Ejecutivo requiere de dos tercios de los votos. Habrá negociación con la oposición. |
Cedoc Perfil
El miércoles último el intendente Ramón Mestre utilizó su cuenta de Twitter para brindar dos anuncios en torno a las reformas que pretende impulsar desde el Ejecutivo: en la red social y en un video de 41 segundos confirmó el envío de dos proyectos, uno para que la elección de los directores de los CPC esté en manos de los vecinos y otro para ratificar su posición en torno a la paridad de género, tanto para las autoridades de cámara como para la conformación de las listas. Sin embargo, en la última semana quedó expuesta en el Concejo Deliberante la interna en el oficialismo municipal. Ya sea con cuestiones relacionadas a lo que pasa adentro, pero que también tienen relación directa con lo que ocurre puertas afuera y algunos definen como “falta de diálogo” con el titular del Palacio 6 de Julio.
Luego de una semana agitada en el Poder Legislativo municipal, miembros del oficialismo reconocieron a PERFIL CORDOBA que se habían enterado del proyecto de enmienda de la Carta Orgánica de la misma manera que los periodistas y el resto de la opinión pública: por Twitter. “Hace casi ocho meses que algunos miembros del bloque oficialista, y diría que, hasta el presidente de la bancada, no tienen diálogo con el intendente. Entiendo cuando Mestre dice que no tiene una conversación con el gobernador (Juan) Schiaretti, pero acá, con los concejales que somos de su bloque pasa lo mismo”, sostuvo un edil en off.
Uno sí; el otro, difícil. De los dos proyectos que ingresarán en los próximos días al Concejo Deliberante el que impulsa la paridad de género saldrá sin inconvenientes. En el seno del ámbito legislativo reconocen que el accionar de las mujeres y el respaldo inmediato que obtuvieron de las distintas fuerzas y dirigentes de la política, permitirá que casi no haya objeciones. “Estuvieron bien organizadas y van a conseguir la sanción de la ordenanza”, coincidieron desde los distintos bloques. La discusión en este sentido gira en torno a partir de en qué momento se pone en marcha la modificación. El Ejecutivo lo lanzó para que la equidad en la conformación de las boletas y también a la hora de elegir las autoridades de cámara, se ponga en marcha a partir de 2023, pero el grupo que viene reclamando por estos derechos pretende que sea a partir del próximo año.
Sin embargo, y pese a esta salvedad, el proyecto de paridad verá la luz a pesar incluso de la resistencia que en algún momento mantuvieron los propios integrantes del oficialismo. Para ambos, es necesario contar con dos tercios de los votos, es decir que se necesitan 21 de los 31 concejales que tiene el cuerpo que apoyen las iniciativas, motivo por el cual no es suficiente la mayoría con la que cuenta hoy el oficialismo, de 16 ediles propios.
La dificultad de este escenario se verá reflejada aún más con el proyecto que contempla la elección directa para los directores de los 13 CPC que tiene la ciudad. La reforma política que intenta aplicar el mestrismo tiene como primera traba la imposibilidad que se produzca en el formato de enmienda, ya que por año se permiten solo dos modificaciones.
Sin embargo, a la propuesta de la asamblea constituyente que proponen algunos oficialistas, desde el Ejecutivo sostuvieron que “no están dados los tiempos. Desde el punto de vista económico, político y social”.
Pero la burocrática no es la única traba, la política también. En caso de sortear este obstáculo, la negociación en el recinto por los votos es clave. Y mirando a la bancada oficialista se plantean los distintos escenarios: el enojo de los propios mestristas, el malestar de los radicales que pertenecen a otros núcleos, la decisión de los macristas y cómo se comportará la oposición, teniendo en cuenta la necesidad de estas voluntades también.
Cuentas pendientes. El radicalismo paladar negro en el Concejo considera que es un riesgo la jugada política de dejar en manos de los vecinos la elección de los directores de los CPC. De hecho, un edil lo reconoció con un ejemplo: “Nos jugamos para recuperar la ciudad pero el Centro Vecinal de Villa El Libertador hoy está en manos de (Mauricio) Saillén. Si se vota para director del CPC, no sería raro que el ganador sea impulsado por él”, dijo en referencia al líder del Surrbac. Además, reconocen que para aplicar la descentralización hay que restablecer el diálogo con el Suoem y critican -todavía por lo bajo- que faltó previsibilidad en el anuncio.
En tanto, y acerca de la interna, más de uno sostiene que dentro del radicalismo el nicolasismo, que tiene hoy a tres concejales, quedó molesto desde el momento en que se repartieron los cargos (presidencia provisional y jefatura de bloque); Juan Negri y Héctor Carranza tienen un proyecto propio que impulsa la reforma parcial de la Carta Orgánica; los macristas Abelardo Losano y Aníbal de Seta -se puede sumar también a Eugenia Terré, el último volantazo en el Concejo- recibirán órdenes de su partido antes de respaldar; y luego, se entrará en la negociación con la oposición, donde se comenzará, seguramente, por la socialista Laura Sesma.
En este contexto se abre la puerta a un escenario difícil de descifrar y donde las cartas recién comienzan a repartirse. Pero que, sin dudas, exponen al intendente Mestre a una arriesgada jugada con el 2019 en el futuro inmediato.
