Aunque la mayoría de los estudiantes de Comunicación son mujeres –el 64%–, las mujeres son solo el 33% de las trabajadoras en relación de dependencia en los medios y el 41% en los contratos por tiempo definido. Y todavía menos llegan a los altos cargos del periodismo: solo el 26%.
Así lo marca la investigación “Organizaciones de medios y género”, realizada por la Asociación Civil Comunicación para la Igualdad, la Fundación para el Desarrollo de Políticas Sustentables (Fundeps) y la Fundación Heinrich Boll, que analiza la participación de mujeres y el colectivo LGBTIQ+ en las empresas y la presencia de políticas de género en el sector. El estudio se presentará formalmente el 12 y el 13 de septiembre durante el Foro Nacional de Políticas de Género en Periodismo y Publicidad en Buenos Aires.
“Desde lo cultural patriarcal y la división sexual del trabajo limitan el acceso de las mujeres a los cargos de decisión”, explica Virginia Pedrazza, vicedirectora de Fundeps. “Hay paredes de cristal que limitan el acceso a los espacios para llegar a sectores más gratificantes. Los hombres son titulares en espacios de creatividad y las mujeres en lo administrativo. También se ve en publicidad”, explicó basándose en los resultados del estudio.
El 78% de las empresas de medios está dirigido por varones, y también lo está el 70% de los sindicatos de prensa. Si bien es una brecha menor que en otras áreas gremiales, la participación de las mujeres baja a cerca del 10% cuando se trata de rubros técnicos, como en televisión. Los varones ocupan las áreas más valoradas de los medios y de las secretarías sindicales. “La participación es todavía más baja en el caso de las mujeres trans. Tampoco está reflejado como política de inclusión de las empresas”, agrega la representante de Fundeps.
Además de la figura de defensora de género que creó PERFIL –hoy representada por Mabel Bianco y antes por Diana Maffía–, el diario Clarín designó a Mariana Iglesias como editora de género. Infobae se sumó con Gisele Sousa Dias en ese rol. “En el mundo ideal no haría falta una editora de género, pero este tipo de medidas son un avance. Muestran una intención de empezar a construir”, indicó Pedrazza.
La falta de mujeres en los cargos directivos se acompaña además con el dato de que la mayoría de los medios no tienen políticas para equilibrar las desigualdades estructurales. Las empresas no tienen una oficina de género, ni un sector específico para resolver los problemas de violencia o acoso laboral. Algunas incorporaron un protocolo, que también se desarrolla en los sindicatos.
Del otro lado, los medios vinculados a organizaciones de la sociedad civil muestran más compromiso con la democratización de género. Hay más mujeres en la dirección y también mayor preocupación por los contenidos de género y la igualdad de condiciones laborales.
El informe del observatorio marca que la inserción de las mujeres en el sector de comunicación podría resumirse en la frase “muchas estudian, menos trabajan y muchas menos se sindicalizan”. Solo el 24% de las afiliadas a los sindicatos de prensa son mujeres.
El foro, que tendrá lugar en septiembre, apunta a reunir a comunicadoras y publicitarias de todo el país para debatir sobre la experiencia laboral y comunicacional. “Todo está conectado, y la idea es tratar de encontrar en cada espacio un lugar para llegar a la igualdad y democratizar las voces”, explicó Pedrazza.