Es difícil comprender cómo teniendo la mitad de la población de mujeres en la Argentina todavía ocupan un porcentaje tan bajo en lugares de decisión. Aún existen importantes resistencias y desigualdades en el mundo de los negocios. Un ejemplo claro es que la escasa participación en la conducción de las empresas. En Europa se estima que en dos años todas las empresas tendrán un 30% de mujeres en sus directorios; mientras que en los Estados Unidos se logrará en cuatro años. Aquí, si seguimos al ritmo actual, llevará 26 años.
Según la revista Fortune 500, solo un 4,6% de las mujeres ocupan el rol de CEO en las empresas. Un relevamiento de la Comisión de Valores (CNV) determinó que el 66% de las sociedades cotizantes no tienen mujeres en sus directorios. Otro estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) comparó ingresos promedio entre hombres y mujeres con iguales edades y niveles de educación, y marcó que la brecha salarial llegaba al 17%.
Para el Foro Económico Mundial, Argentina está tercero, después de Brasil y Chile, entre los países de América Latina con mayor brecha salarial entre varones y mujeres. Y una reciente encuesta realizada por Women Corporate Directors Foundation (WCD), Spencer Stuart, y la Escuela de Negocios de Harvard, detectó que los directores hombres, especialmente los de más edad, afirmaron que la “falta de candidatas calificadas” era una de las razones por las cuales no había mujeres en sus directorios.
Eso es falso, hay mujeres tan talentosas como hombres para el mismo puesto. Esa línea de pensamiento está muy ligada a un tema cultural generacional. La realidad parece ser otra y surge de las opiniones de las propias mujeres directoras consultadas: la diversidad recién ahora empieza a ser un tema de agenda.
El gobierno tiene varias iniciativas relacionadas con la paridad de género, los organismos de contralor también están viendo como trabajar sobre este tema. Por otro lado, muchas compañías multinacionales reciben instrucciones de su casa matriz de implementar políticas de inclusión de género, lo mismo pasa en empresas nacionales que quieren ser atractivas para inversores del exterior. Todo esto, aunque sea por necesidad, favorece la aceleración de este proceso.
La organización internacional WCD de la que KPMG es Global Lead Sponsor, es la red global de mujeres directivas más importante del mundo con presencia en 80 ciudades diferentes. Nuclea a mujeres que ocupan cargos directivos de las principales empresas públicas y privadas. Dos de las misiones más importantes de la organización son:
- Realizar encuentros exclusivos para CEOS, directoras y dueñas en donde se traten temáticas que hagan a su gestión, encuentros en donde mujeres de negocios, hagan negocios.
- Ser la organización referente en el mundo de los principales head hunters para las búsquedas de directoras.
Desde el año pasado, tiene su Capítulo Argentina que se suma al de Chile, Venezuela, Uruguay, Perú, Colombia y Brasil. En poco tiempo comprobamos la importancia de abrir estos espacios necesarios en nuestro país. El comentario de las miembro cuando se suman a la entidad es: no hay otra organización de estas características y era necesaria en la Argentina donde las mujeres de negocios pueden hablar de gestión y tener como aliados a los propios hombres que hoy son los que pueden generar un cambio en sus organizaciones.
En este primer año hemos realizado reuniones en la Bolsa de Comercio, YPF y KPMG, y siempre incluimos como speakers e invitados a ejecutivos de alto nivel y de ambos sexos. WCD Argentina tiene una base de datos de las principales mujeres en altos puestos ejecutivos y por eso también nos hemos convertido en una fuente de consulta de los head hunter. En esa línea, el reconocimiento anual a la mujer destacada del ámbito empresarial busca darle mayor visibilidad a la mujer de negocios.
Las sociedades de todo el mundo están presionando por un cambio radical en la cultura corporativa. Además, estudios de investigación han encontrado que la diversidad en la dirección conduce a una mayor rentabilidad de las empresas. Sin embargo, culturas muy arraigados por siglos siguen obstaculizando el crecimiento femenino en lugares de decisión. Este es, sin dudas, el principal desafío a vencer.
La autora es socia de KPMG Argentina a cargo de Diversidad / Co-Chair de Women Corporate Directors (WCD) Capítulo Argentina