Once meses después de que sonaran las alarmas en China por el brote de un virus desconocido, el mundo científico todavía no sabe a ciencia cierta cómo surgió.
El director del Programa de Emergencias Sanitarias de la OMS, Michael Ryan, habló este lunes sobre el posible origen del coronavirus, infección que azota al mundo en la actualidad, y dijo que ahora se cree que pudo haber “más de un primer caso” ya que “es probable que haya habido una transmisión proveniente de varias especies de animales”.
Añadió, además, que “lo han encontrado en los murciélagos”, pero que también existen “otros portadores potenciales en diferentes lugares".
El experto, a través de un comunicado emitido por la Organización Mundial de la Salud, aclaró que no hay duda alguna respecto de que el virus posee un origen natural, que se retrotrae a 140 años, y que su principal portador son los murciélagos. Sin embargo, el contagio en seres humanos no necesariamente posee un vínculo con estos mamíferos.
"Mujer murciélago" demostró que el coronavirus no habría salido de laboratorio chino
"No sabemos si fue un ser humano que produjo un aumento en los casos, si fue un animal o una infección ambiental. Pero ciertamente está claro que hubo casos que se anticiparon a los sucesos en el mercado en Wuhan" recalcó Ryan. En la misma línea que el director, la doctora Maria Van Kerkhove señaló que ciertos organismos necesitan de años de estudios para poder determinarse una fuente primaria de infección.
Investigaciones recientes en Estados Unidos evidenciaron que el antepasado del Sars-CoV2 se podría haber separado hace 40 o 70 años atrás de la familia del coronavirus asociada a los murciélagos.
Por ende, y tomando dicho dato como base, las ramificaciones del virus originado en los seres vivos voladores serían diversas. Características similares se han encontrado en otro animal llamado pangolín, un mamífero que posee gran cantidad de escamas en su cuerpo y que puede ser localizado en Asia y África.
El tipo de mutación genética encontrada en este ser vivo cuenta con la capacidad de atacar las células humanas, al igual su variante presente en todo el mundo. Estos procesos naturales deben ser tenidos bajo control para, sobretodo, prevenir la aparición de otras versiones más peligrosas del virus.
"Hay necesidad de una continua y creciente vigilancia sobre la emergencia, en la eventualidad de que emerjan nuevas cepas virales mediante el pasaje de agentes infecciosos de los animales al hombre" concluye el autor de una de las primeras investigaciones asociadas al coronavirus Rasmus Nielsen.
El virus traspasó las fronteras de China en febrero, expandiéndose primero por Asia. Italia y España fueron los países más golpeados por la misteriosa enfermedad, que posteriormente tuvo a Estados Unidos y Brasil como epicentros de la epidemia. El 11 de marzo la OMS la declaró pandemia global y desde entonces la infección no se detuvo. 51 millones de personas en todo el mundo han sido infectadas con el coronavirus.
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