Los ministros Agustín Rossi (Defensa) y Daniel Arroyo (Desarrollo Social) desembarcaron ayer en La Cárcova para supervisar el operativo de asistencia alimentaria que lleva adelante el Ejército en el marco de la pandemia y por pedido de los curas villeros. En 412 días de trabajo en el terreno, los militares repartieron un total de 456 mil raciones de comida a lo largo de distintos puntos del barrio.
Recibidos por el cura José María "Pepe" Di Paola, Rossi y Arroyo recorrieron La Cárcova y las zonas donde se desempeñan diariamente más de 3.200 efectivos del Ejército Argentino. Cada día, los y las militares de la Compañía 601, de Campo de Mayo, reparten en el barrio del partido de San Martín un promedio de 1.432 raciones de alimentos, desde que en abril de 2020 se dispusiera su despliegue –al igual que en La Matanza– por un pedido de los llamados curas villeros al Presidente Alberto Fernández.
"Hoy tenemos Fuerzas Armadas profundamente solidarias", expresó Rossi, junto al Padre Pepe, al detenerse en la parroquia San Juan Bosco. "Es motivo de orgullo lo que simboliza este trabajo del Ejército aquí durante más de un año. Los hombres y mujeres militares han fortalecido el vínculo con la sociedad civil desde el inicio de la pandemia", añadió. Si bien el titular de Defensa ya había visitado el barrio en otras oportunidades, para Arroyo fue un tomar contacto con las labores de las fuerzas armadas allí.
Una de las notas de color de la jornada la pusieron Di Paola y el jefe del Estado Mayor Conjunto, el general de Brigada Juan Martín Paleo, ya que ambos se conocían de haber cursado junto en el Instituto Social Militar "Damaso Centeno". El dato tomó por sorpresa a más de uno de los presentes. Rossi también se manifestó agradecido con el "padre Pepe y todos los compañeros por habernos recibido sin prejuicios y nos den la posibilidad de seguir trabajando junto a la Intendencia". En todo momento, enfatizó sobre la "sintonía" con las que los militares y los colaboradores de la parroquia pudieron trabajar a lo largo del último año.
Desde el inicio de la pandemia, el grueso de la labor en tareas alimentarias que desarrollaron las fuerzas armadas coincidió con los meses de cuarentena más estricta. Luego, a medida que las restricciones se fueron relajando y gran parte de los habitantes de La Cárcova pudieron retomar sus actividades –muchas de ellas en la informalidad–, la demanda de comida descendió aunque nunca se interrumpió por completo.
En paralelo, lo que se incrementó fueron los despliegues de tipo sanitario, gran parte de ellos destinados a apoyos logísticos en distintos niveles del plan de vacunación y testeos contra la Covid. Rossi enumeró ayer "los 14 comités desplegados en todo el territorio nacional". Y en las últimas semanas se añadió el despliegue de dos hospitales móviles nuevos en La Matanza y en la capital santafesina. Queda uno en poder del Ejército que todavía no tiene un destino.