El Ejército se desplegará en La Cárcova con alimentos en medio del aislamiento

En su batalla contra el coronavirus, el Ejército se desplegará también por una de las zonas más vulnerables del conurbano bonaerense: el barrio de La Cárcova, en José León Suárez, partido de San Martín. Forma parte del esquema de ayuda humanitaria que el Ministerio de Defensa dispuso junto a los militares para paliar los efectos colaterales de la pandemia en algunas de las zonas más pobres del país.

El despliegue se concretará en los próximas días, tras la reunión en Olivos de Alberto Fernández con sacerdotes de barrios carenciados, a los que se conoce como los “curas villeros”. Se tratará de un operativo de provisión de alimentos y demás acciones de soporte humanitario como los que ya se vieron en Quilmes y, desde este fin de semana, en La Matanza.

En rigor, el plan comprenderá otros puntos sensibles del cordón bonaerense que se están planificando en estas horas. Las llaman “operaciones de protección civil” y el Ministerio de Defensa las coordina con intendentes y gobernaciones.

Por caso, la de Quilmes se concretó a pedido de la jefa comunal Mayra Mendoza y participan 24 efectivos del Regimiento de Granaderos a Caballo, el Regimiento de Patricios y el Regimiento de Artillería 1 Iriarte hasta el jueves próximo. Movilizaron tres camiones y tres cocinas de campaña.

Durante su cita con el Presidente, los religiosos conversaron sobre las necesidades de los barrios más carenciados del territorio bonaerense con la meta de adecuar el aislamiento social obligatorio a las condiciones de vida en esos lugares. El padre Pepe Di Paola, proveniente del barrio de La Cárcova, detalló algunos de los problemas particulares a los que se enfrentan, como el hacinamiento y el trabajo informal, entre otras situaciones, que se agravan con la parálisis social que trajo el coronavirus.

En las villas, los propios religiosos han avanzado en diversas medidas como la reconversión de espacios comunitarios de instrucción en oficios en alojamientos temporales o la suspensión de las ceremonias. No obstante ello, mantuvieron funcionando los comedores para entregar bolsas de comida a quienes las necesitan.

El despliegue militar de contención en medio de la pandemia involucra a las tres fuerzas en gran parte del país e, incluso, en misiones de repatriación mediante puentes aéreos a Perú, donde las operaciones civiles se vieron limitadas por la militarización de la nación andina. Comprende la relocalización de hospitales móviles en puntos como Campo de Mayo y Pompeya y afectar al grueso de la Dirección de Salud, a la emergencia. En simultáneo, la sastrería militar del Ejército  se concentró en la confección de barbijos, así como el Laboratorio del Estado Mayor Conjunto  recibió la orden de producir alcohol en gel. El jueves, por caso, se entregaron 400 litros al PAMI para su posterior distribución.

Anoche, mediante decreto presidencial, se dispuso el pago de cinco mil pesos por única vez al personal de las fuerzas militares y de seguridad que se vieron afectados al operativo de control del aislamiento social, preventivo y obligatorio.