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Comercio en la pandemia

Jorge Neme: "El mundo es un territorio poco agradable con quienes se abren"

Para el brazo económico de Felipe Solá en la Cancillería, la Argentina debe "conectar" mediante un camino de dos vías. La apuesta a exportar know how agropecuario, el vínculo con Brasil y el delicado equilibrio entre China y EE.UU. en medio de su duelo global.

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Jorge Neme, secretario de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería. | Cedoc Perfil

Jorge Neme prefiere el bajo perfil. En su rol como secretario de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería, acompaña a Felipe Solá en sus citas con empresarios desde hace meses. Se sienta en la misma mesa, a menudo fuera de plano, salvo cuando el ministro lo pone al frente del micrófono.

Neme recibe a PERFIL en su oficina, acompañado por una parte de su equipo, para la primera entrevista que brinda a un medio gráfico y digital. Cuenta que conoce a Solá desde hace años. "Tuvimos  muchas charlas en estos años de marcha por el desierto. Y compartimos una cantimplora con poca agua", bromea.

—Usted se ocupa de acercar la Cancillería a los empresarios, ¿cómo les describe el mundo con el que hay que salir a comerciar?

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—Nosotros tenemos que estar conectados con el mundo, que no es lo mismo que estar abiertos. El mundo es un territorio poco agradable con quienes se abren. Es competitivo, lleno de patentes y derechos de propiedad, con regulaciones, barreras sanitarias y de otro tipo. Estar conectados es un camino de ida y vuelta, son dos cables, uno positivo y otro negativo. Y así como Argentina tiene una muy buena conexión con el Mercosur, con Estados Unidos, una histórica conexión con la Unión Europea, el mercado chino y el ruso, también perdimos nuestra presencia en Perú, Ecuador, Colombia, Centroamérica, México, el Caribe, Cuba, Santo Domingo, Asia central, en los ex países comunistas de la costa del Mar Negro, en el África, la India, Indonesia y el sudeste asiático. Hay un mundo donde la Argentina no está presente. Cuando uno ve cómo se mueve el comercio exterior argentino, nos damos cuenta de que somos un país al que le vienen a comprar, que no salimos a vender. Y estar conectados, es estar presentes.

—En las reuniones con empresarios del agro, tanto usted como el canciller han manifestado el interés por valorizar las exportaciones del sector mediante la venta de know how, ¿en qué consiste ese modelo?

— Nosotros pensamos que más allá de vender los granos, que se venden solos por su óptima calidad, lo que aspiramos es a diseñar un modelo de negocios para el sector agropecuario que consista en vender, como paquete, la capacidad productiva argentina. Países como Bulgaria, Cuba, Colombia, Mozambique, Nicaragua, Angola o Etiopía poseen grandes extensiones de tierra disponibles que no pueden manejar o lo hacen con niveles muy bajos de productividad, del orden promedio de los 2200 kilos por hectáreas cuando la Argentina podría producir entre 12 y 15 mil kilos en ese espacio. Nuestra idea es hablar con esos gobiernos y decirles "no nos compren el maíz". Nosotros les transferimos, en un plazo de siete años, nuestro modelo productivo con nuestras máquinas, nuestros agroquímicos, nuestras semillas y nuestra gente.

"Más allá de vender los granos, que se venden solos por su calidad, lo que aspiramos es a diseñar un modelo de negocios que consista en vender la capacidad productiva argentina."

—¿Y cómo reaccionan los empresarios frente a esa idea de cambiar su modelo de negocios?

—El sector agropecuario es un 4x4. A lo largo de 30 años, la productividad del sector ha venido creciendo en el marco de políticas con y sin retenciones, con y sin dólar subvaluado, con altas y bajas cargas impositivas. Hay cientos de firmas agropecuarias que, ante un marco jurídico razonable, entre Estados, Argentina y Cuba, Argentina y Bulgaria, Argentina y Kazajistán, van a ir a producir y ganar. Y aquí es importante dividir el mundo productivo argentino, incluida la industria, del que vive de las finanzas. El mundo de las finanzas es el parásito que la Argentina viene arrastrando desde Martínez de Hoz y que termina prestando su ideología al mundo productivo que la asume sin darse cuenta que sus intereses materiales no tienen nada que ver con eso. Pero vos le preguntás por quién votas, y te dicen que votan por Cambiemos.

—¿Y eso cómo lo explican?

— Se explica porque hay un modelo cultural transferido por razones de sociabilidad, de clase, de colegio, de formación, que se hizo carne. Y entre otras cosas, porque nosotros, desde el Frente de Todos, no supimos elaborar un discurso para ese sector, pese a los esfuerzos que hace el Presidente. Articular una política y un discurso donde las necesidades de ese sector se complementen y coordinen con un proyecto político de desarrollo nacional para que la Argentina empiece a jugar en el mundo de otra manera.

Jorge Neme Cancilleria 20200717

—En el informe que presentaron con un relevamiento de oportunidades de negocios agropecuarios, América concentra, como región, el mayor número de chances de exportación registradas ¿De qué forma pueden verse alteradas considerando la caída del 9% promedio que anticipa la Cepal para Latinoamérica?

—Todo eso va a tener un fuerte impacto en los bienes que no son alimentos. La gente ha parado de consumir pero sigue comprando alimentos. Por eso cuando se revisa la balanza, vemos que, en los primeros cinco meses, en relación al mismo período de 2018 y 2019,se exportó más volumen y precio a pesar de que muchos precios, como el de la soja, bajaron. Pero subimos en frutas, en legumbres y en carnes. [Nota del autor: según el Centro de Economía Internacional, fueron 14.242 millones de dólares y 36.482 toneladas en 2018; 15.371 millones y 43 mil toneladas, en 2019 y 15.475 millones y 45 mil toneladas en 2020] Y lo de la soja es solo estacional por la demora en los buques y ya vamos a recuperar lo que perdimos hasta mayo. La dinámica de los sectores productivos argentinos agropecuarios tiene la particularidad de que está compuesta por cadenas muy competitivas y estructuradas, que empiezan por la biotecnología y acaban en el producto terminado, frente a lo que ocurre en otros lugares donde las cadenas son mucho más desarticuladas y se quedaron sin insumos porque no pudieron importarlos, perdieron las máquinas o la mano de obra.

—La próxima semana presentarán el Consejo Público Privado para la Promoción de Exportaciones, ¿cómo será la dinámica de trabajo que les van a plantear para que no quede en mera burocracia?

—La dinámica la estamos pensando. Hay ya unos 120 a 130 invitados, llegan pedidos de muchas zonas y cámaras y en función de todos los que acepten venir, queremos armar una mesa directiva en la que ellos se dividan por sectores productivos. Automotrices y metalmecánica es un sector. Cereales, oleaginosas y trigo son otro. Frutas. Vinos. Frutas secas. Textil. Energía. Minero. El sector de la electrónica. Medicamentos y equipamientos. Biotecnología. Después todos los que son servicios de software. Les proponemos que elijan un representante rotativo y empecemos a funcionar. Nosotros vamos, a su vez, a poner en cada uno de los sectores a un funcionario propio que lleve la agenda con ellos para reunirse y determinar cuáles son las necesidades, las barreras, el potencial, qué requerimos para llegar a Rusia, a Indonesia... Para eso está el Estado.  

"El Estado argentino es estructuralmente complejo, integrado por distintas capas geológicas y en muchos lugares se han consolidado núcleos de interés corporativos"

—Durante una conferencia virtual con la Cámara de Comercio de los EE.UU. en la Argentina, Solá reconoció que muchas de esas trabas son internas. ¿Por qué se da esa falta de coordinación dentro del Estado?

—El Estado argentino es estructuralmente complejo, integrado por distintas capas geológicas y en muchos lugares se han consolidado núcleos de interés corporativos que ante la carencia de una política general, ellos hacen la política. Si no hay un vector, la política la termina haciendo el director del puerto en acuerdo con un dirigente sindical. Eso tiene que tener una lógica con la política que baja. La inversión que necesitamos para que crezca la oferta exportadora demanda la intervención del Banco Nación, del Bice, del Banco Central, del Ministerio de Desarrollo Productivo, de Agricultura, Ciencia y Tecnología, no es solo Cancillería. Y para que la economía de la Argentina crezca, nosotros no solamente vamos a exportar. También tenemos que importar más. Pero tenemos que ver qué importamos.

—La OMC le advirtió al Gobierno, en su último reporte, respecto a las trabas impuestas a las importaciones...

—Hoy no hay trabas, hay un sistema de licencia no automáticas que demoran unos días en evaluarse la pertinencia de la importación. El estrés del frente externo y de la deuda nos obliga a un movimiento un poquito más pausado en la salida de dólares por importación pero no dejamos de aprobar nada, no hay nada prohibido expresamente.

—¿Es temporal?

—Absolutamente temporal... Nosotros sabemos, que en la medida que restablezcamos una lógica en el frente externo, vamos a tener la posibilidad de exportar más y vamos a poder competir más.

Jorge Neme Cancilleria 20200717

—Mirando hacia el Mercosur, ¿qué prevalece en la conexión con Brasil, el cable positivo o el negativo?

—La relación con Brasil es intensa, en lo público y en lo privado. Estamos negociando una agenda con relacionamiento externo del Mercosur a la vez que estamos discutiendo sobre temas como el automotriz y el azucarero que hace mucho no hacíamos. Sobre esto último, hemos manifestado que nos abrimos a discutir la transferencia de tecnología pero no podemos abrir el mercado, que hay leyes de protección particular de la Argentina que vamos a ejercer. Y sobre el sector automotor estamos empezando a conversar el régimen de exportación/ importación.  A nivel de coordinadores del Mercosur y cancilleres, la relación es cordial, más allá de las diferencias ideológicas.

—¿Se reservan el derecho a veto como último recurso, si no se alcanza un acuerdo sobre la negociación con Corea del Sur?

—Tenemos siempre el derecho al veto, no lo hemos ejercido todavía sino que planteamos una discusión en términos de que no queríamos avanzar a ritmo acelerado en algunos convenios que nos parecían temerarios. El Mercosur avanza por consenso. Si no, no avanza. Así lo explicó el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou (hoy a cargo de la presidencia temporal del bloque).

"Tenemos siempre el derecho el veto, no lo hemos ejercido todavía sino que planteamos una discusión porque no queríamos avanzar a ritmo acelerado en convenios temerarios"

—En el informe escrito que presentó ante el Senado el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, hubo una respuesta respecto al acuerdo con Singapur, en la que se detallaba que la Argentina podía seguir el mismo esquema de negociación diferenciada que con Corea del Sur si no se discutían antes las reglas de origen. ¿Esto apunta a las triangulaciones comerciales que suele hacer Singapur?

— Singapur es un hub, un mercado financiero, que no tiene una gran capacidad productiva. Ni tampoco tiene aranceles. Todavía no entendemos por qué vamos a firmar un acuerdo de libre comercio con un país que tiene cero arancel en todo...

—¿Puede abrir un nuevo conflicto con los socios del Mercosur?

—No, nosotros eventualmente vamos a poder firmar acuerdos con cualquiera, todo va a tener que ver con cómo marcha el proceso de fortalecimiento de nuestra economía. Con algunos cuidados y precauciones, vamos a poder firmar acuerdo con China, EE.UU., India... Pero tenemos que tener el aparato productivo en pie, haber invertido dos años, construir capacidad, competitividad y empleos antes.

—Cuando Brasil aumenta en 450 mil toneladas la cuota de importación de trigo extra Mercosur, tal como había hecho a fines de 2019, ¿es un mensaje a la Argentina, una reprimenda...?

—En realidad, Brasil no termina usando ese trigo, solo lo hace para bajarle el precio al nuestro. Pero como el trigo es tan demandado hoy en todo el mundo, si no se lo vendemos a Brasil, se lo vendemos a Centroamérica, a México, hay demandas por todas partes. Arman esas cosas pensando en que nosotros nos vamos a asustar. No pasa nada.

"Con algunos cuidados y precauciones, vamos a poder firmar acuerdos comerciales con China, EE.UU., India... Pero tenemos que tener el aparato productivo en pie"

—China superó a Brasil como principal socio en abril y mayo. ¿Esta tendencia puede consolidarse en 2020?

—Tendríamos que hablarlo en un par de meses porque Brasil atravesó un pico de crisis importante y eso pudo haberlo afectado mientras que China se recuperó y volvió a comprar.

—¿En donde se posiciona la Argentina en la disputa internacional entre EE.UU. y China?

—Nosotros tenemos que tratar de tener relaciones respetables, respetuosas y de mutua conveniencias con ambas. No tenemos que asumir compromisos que vayan más allá de nuestro interés con uno u otro. Tenemos cosas con China, bien acomodadas, y hay tantas otras que tenemos con EE.UU., bien trabajadas. Y debemos seguir por la misma senda.

—Estados Unidos habla de aplicar sanciones a quienes trabajen el desarrollo 5G con la firma Huawei, con cuyos representantes se reunieron en la Cancillería, ¿Argentina lo evalúa como una alternativa?

—Es una alternativa, sí, aunque no hemos resuelto nada, estamos evaluando. Le hemos dicho eso también al ministro del Comercio chino. Y se lo manifestamos a Huawei, quien nos vino a contar su versión de las cosas. Quedamos en seguir hablando.

Jorge Neme Cancilleria 20200717

—En recientes entrevistas, Solá se ha referido a un emprendimiento con China para exportar hasta 9 millones de toneladas de carne porcina a partir de montar criaderos con la inversión de empresarios chinos, ¿de cuántos millones de dólares estamos hablando?

—Los chinos hablan de una inversión de hasta 3 mil millones de dólares  para montar los criaderos, pero no tiene límite, la verdad. Es un memorándum de entendimiento, a modo de paraguas, que ya está aprobado y solo falta firmarlo, para que esos empresarios vengan a la Argentina y se radiquen en las provincias para constituir fuentes de trabajo  genuino y un desarrollo productivo en el interior. Porque la idea es que toda esa inversión genere un conjunto de desarrollos de producción industrial asociados , desde cámaras de frío a las máquinas que hacen el envasado al vacío.

—¿Serían empresas de origen chino?

—Y mixto, tal vez, porque yo espero que empresarios locales se puedan sumar. Nosotros tenemos que acompañar ese proceso, que los emprendimientos no sean sólo chinos sino de las dos nacionalidades. Así como cuando un empresario argentino va a hacer algo a China, le ponen un chino que se asocie con él, vamos a tratar de hacerlo acá también.