La angustia y desesperación ante una tragedia tan devastadora como la sufrida este martes por la familia Pérez Volpin, hizo que la madre de la periodista, Marta Lea Volpin, se descompensara en uno de los sectores del propio Sanatorio de La Trinidad en Palermo. Ante ese cuadro, la mujer fue atendida con premura por los médicos del nosocomio, que la sedaron y resolvieron que convenía dejarla internada, para vigilar de manera más detallada su estado de salud. En la madrugada se la sometía a estudios de sangre y otros controles, mientras los familiares de Debora Pérez Volpin se turnaban en su atención, por supuesto agobiados por el peso de una jornada que los signará para siempre.
Débora Pérez Volpin, de 50 años, murió en la tarde de ayer al sufrir un paro cardio-respiratorio en el transcurso de una endoscopia programada. La periodista y diputada porteña, cargo para el que había sido elegida en los comicios legislativos del año pasado, no registraba según su entorno ningún tipo de problemas cardíacos, por lo que el estudio endoscópico no parecía revestir más que el cariz de una práctica rutinaria. Sin embargo, no queda claro todavía si por efectos de anestesia o alguna otra cuestión vinculada con el tono invasivo de toda endoscopia, lo cierto es que un trámite que se presumía sin complicaciones, terminó con la vida de la conductora. Sus familiares analizaban esta madrugada el camino a seguir, porque de presentar acciones judiciales debía recurrirse a una autopsia forense. Mientras esa candente cuestión se definía, se supo que el periodista Enrique Sacco, pareja de Debora, había rechazado la propuesta de las autoridades de la legislatura porteña de realizar en ese ámbito el velatorio, ya que la familia prefería una ceremonia de mayor intimidad.