Las esponjas no dejan de sorprender: un nuevo estudio neerlandés descubrió que “estornudan” como los humanos y otros animales.
Se sabe que las esponjas son animales antiquísimos –del Precámbrico Superior- sin embargo, su modorra les jugó en contra durante siglos ya que, al moverse tan poco, se creyó que eran plantas.
Todo cambió en 1765, cuando la evidencia se impuso e hizo cambiar el criterio: se descubrió que por su interior circulaba agua y que no eran plantas sino hermosos y curiosos ejemplares del reino animal.
Como las personas, cuando tienen la nariz tapada –los poros-, las esponjas "estornudan" para desatascar sus sistemas internos de filtrado, el mecanismo que utilizan para captar los nutrientes del agua que las recorre.
Esponjas que estornudan
"Nuestros datos sugieren que los estornudos son una adaptación que las esponjas han desarrollado para mantenerse limpias", afirma Jasper De Goeij, biólogo marino de la Universidad de Ámsterdam, en Países Bajos, el principal autor del artículo publicado en la revista Current Biology.
Sin embargo, eso no es todo. En el reino animal, nada se desaprovecha. Los autores descubrieron también que los mocos que las esponjas expulsan cuando estornudan son la dieta de otros animales que las rodean y conviven con ellas.
El trabajo publicado explica que estornudar mucosidad puede ser una de las formas más antiguas que tienen los organismos de deshacerse de los residuos no deseados.
Es decir, las esponjas estornudan, pero sus estornudos no son explosivos como los humanos sino que se producen para eliminar los materiales que las esponjas no pueden utilizar.
Estornudos de 30 minutos
"Seamos claros: las esponjas no estornudan como los humanos. Un estornudo de esponja tarda aproximadamente media hora en completarse, pero tanto los estornudos de las esponjas como los de los humanos existen como mecanismo de eliminación de residuos", explica De Goeij.
Las esponjas se alimentan filtrando la materia orgánica del agua.
Aspiran y expulsan agua por diferentes aberturas, pero a veces las esponjas aspiran partículas demasiado grandes. "Son esponjas; no pueden irse a otro sitio cuando el agua que las rodea se ensucia demasiado para ellas", señala De Goeij. Es entonces cuando el mecanismo de "estornudo" les resulta útil.
Aunque para humanos y esponjas la mucosidad es un residuo que hay que eliminar, para los peces vivir cerca de las esponjas es una bendición.
"También observamos que los peces y otros animales se alimentan de la mucosidad de las esponjas; son su comida", subraya Niklas Kornder, otro investigador que también integró el equipo de De Goeij.
"Existe algo de materia orgánica en el agua que rodea el arrecife de coral, pero la mayor parte no está lo suficientemente concentrada como para que otros animales se la coman. Las esponjas transforman esta materia en moco comestible", añade Kornder.
Es decir, las esponjas convierten la materia orgánica que a ellas no les sirven en un potente alimento concentrado para los peces que las rodean.
"También observamos que los peces y otros animales se alimentan de la mucosidad de las esponjas; son su comida" (Jasper De Goeij)
El trabajo registró el comportamiento de "estornudo" en dos especies de esponjas, la esponja tubular caribeña Aplysina archeri y otra especie indopacífica del género Chelonaplysilla. "En realidad creemos que la mayoría de las esponjas, si no todas, estornudan. He visto acumularse mucosidad en diferentes esponjas mientras buceaban y en fotografías tomadas por otros científicos con otros fines", explica Kornder.
"Nuestros hallazgos ponen de relieve las oportunidades de comprender mejor el ciclo de la materia en algunos de los metazoos más antiguos", explican los autores.
"Hay muchos científicos que piensan que las esponjas son organismos muy simples, pero la mayoría de las veces nos sorprende la flexibilidad que muestran para adaptarse a su entorno", concluye De Goeij.
MM / ED