En diciembre, Fernanda Raverta venía de perder la elección a intendente de Mar del Plata y se había mudado a La Plata para conducir el Ministerio de Desarrollo de la Comunidad bonaerense, que dejó casi cinco meses después para asumir al Frente de la Anses. En los 15 días que ya lleva como titular del organismo, pasa en la oficina porteña más de 12 horas por día, por lo que ya planea volver a mudarse y buscar un departamento cerca de la calle Córdoba al 720, donde funciona la sede que hoy está desierta por el coronavirus.
—La campaña de Alberto Fernández se centró en promesas a los jubilados, incluso con aumentos significativos, pero al asumir suspendió la fórmula de movilidad jubilatoria que le hubiese permitido a ese sector comenzar a ganarle a la inflación y siguieron perdiendo. ¿Cómo van a resolver los nuevos aumentos?
—El Presidente puso en marcha políticas públicas como los medicamentos gratis y distintos bonos para que este sector pueda vivir dignamente y no solo que la discusión sea en cuánto aumenta la jubilación como posibilidad de proteger a los más vulnerables que viven de su haber jubilatorio o pensión. En las próximas horas, se conocerá un nuevo aumento que estamos revisando para que le gane a la inflación. Queremos llegar a que sean más jubilados que estén por encima de la mínima. Queremos que un 80% de los jubilados argentinos tenga un haber que le gane a la inflación.
—¿Debe haber una reforma previsional con aumento de la edad jubilatoria?
—No tiene que haber un debate sobre esto, sí tiene que haber un debate sobre cómo construimos un sistema previsional que permita llegar de mejor manera a jubilados y pensionados.
—¿Qué sintió al ver la foto en abril de largas filas de jubilados en los bancos cuando era el sector que más se debía cuidar?
—Ninguna de nuestras acciones tiene que descuidar a los sujetos que nosotros tenemos que proteger y tiene que existir una inteligencia interjurisdiccional entre los municipios, los gobiernos provinciales, e incluso entre las instituciones como bancos, Anses, y el Correo para que las cosas funcionen. Al asumir tuve que hacer que este organismo se pusiera en marcha. No hay manera de que no haya filas, pero lo que hicimos es que estén cuidadas, que esté el personal de los municipios y trabajadores de Anses asistiéndolos en la fila con insumos de higiene, cuidado y previendo la distancia.
—Llegó al gobierno nacional luego de que el Presidente le pidiera la renuncia a Alejandro Vanoli. ¿Con qué Anses se encontró?
—Anses estaba con bastante dificultades para hacer lo que tiene que hacer, que es resolver los trámites que los ciudadanos necesitan, por lo que cuando asumimos firmé una resolución para que las tareas sean consideradas esenciales. Había bancos que pagaban sus jubilaciones pero no había un Anses que tramitara las jubilaciones para aquellos que alcanzaban la edad jubilatoria. Había una incongruencia y nos parecía importante poner a este organismo de puertas abiertas y en marcha.
—El Ingreso Familiar de Emergencia tuvo fuertes demoras. ¿Cuántos de los 8,3 millones de personas pudieron cobrar los $ 10 mil? ¿Se podrían ampliar los beneficiarios?
—Ya cobraron más de 4,7 millones personas pero el cronograma termina a fin de mes. Siempre podemos llegar mejor, por lo tanto decir que llegamos a todos sería un error. Pero este universo del IFE es un universo tan amplio que seguramente estamos llegando a la gran mayoría de personas que hoy se encuentran por fuera del mercado formal del trabajo, incluso una gran parte de ellos nunca estuvieron bancarizados.
—La pandemia también hizo que sectores que nunca habían tenido vínculo con el Estado lo tengan.
—Que haya una línea que sea una asistencia al trabajo y la producción (ATP), que ayuda y protege a los empresarios a través del pago del 50% de los salarios, pone de manifiesto que el Estado tiene que llegar a todos y a todas. El Estado tiene una tradición de estar cerca de los que menos tienen, esta pandemia puso sobre la mesa que el Estado de verdad asiste a todos desde distintos lugares.
—Estuvo varias veces en una boleta, fue diputada provincial, nacional y el año pasado candidata a intendenta de Mar del Plata, pero perdió la elección. ¿Quiere revancha?
—Vivo los desafíos en el momento y al cient por ciento. Ahora tengo muchas ganas de ser ejecutiva de Anses.
—Como titular del organismo está parada sobre la mayor caja del Estado.
—No me gusta decir “la mayor caja del Estado”. Sí estoy en el lugar del Estado que más llega y es más transversal a todos los argentinos durante toda su vida. Si tenés un programa como el Procrear, te acompaña en la construcción de tu vivienda; si sos un jubilado que quiere comprarle una computadora a su nieto, es un organismo que te da una tarjeta de crédito; si sos un chico que va a la escuela pública, es un organismo que piensa que tengas las mismas posibilidades de cualquier otro chico. Este organismo siempre fue eso y aunque en los últimos cuatro años se perdió esa idea de acompañar en todos los procesos vitales a los argentinos, yo quiero recuperarla.
—Hay dos palabras, que son “La Cámpora” y “Montoneros”, que un sector de la sociedad utiliza de manera despectiva; las dos palabras tienen algo que ver con usted, ya que es militante de la agrupación e hija de militantes montoneros. ¿Qué significan para usted estas dos palabras?
—Me lo preguntan los periodistas de todos los medios. Todos tenemos derecho a preguntar y decir y escribir lo que queremos, pero es raro que de repente un titular de un diario condicione al ciento por ciento del periodismo para hacer eje en esto (N. de R.: se refiere al titular del diario La Nación que decía “Fernanda Raverta, la camporista de raíz montonera que se quedó con la Anses”).