Las 67 mil fotografías y registros fílmicos del naufragio del ARA San Juan obtenidos por el barco Seabed Constructor a más de 900 metros de profundidad recién llegarán a la Argentina a comienzos del mes próximo. La nave navega por el Océano Atlántico rumbo a Sudáfrica tras haber confirmado el hallazgo del sumergible de la Armada unos 500 kilómetros al este de Comodoro Rivadavia, transportando a un grupo de veedores argentinos conformado por personal de la Armada y por representantes de las familias de los 44 tripulantes del submarino.
Uno de ellos, Luis Tagliapietra, padre de uno de los tripulantes del ARA San Juan, confirmó esta noche que el "Seabed Constructor" tiene previsto atracar en el puerto de Ciudad del Cabo el jueves 29 de noviembre. Recién entonces el grupo de veedores argentinos emprenderá el regreso al país portando todo ese material, de gran importancia para ser peritado e incorporado a la causa judicial por la desaparición del submarino.
En una dificultosa comunicación telefónica con la señal de noticias TN desde el barco Seabed Constructor, Luis Tagliapietra cuestionó esta noche la labor de la jueza federal de Caleta Olivia, Marta Yáñez, y dijo que al igual que el ministro de Defensa, Oscar Aguad, "habla con un profundo desconocimiento". "La jueza ahora habla pero no tomó ni una medida relacionada con la búsqueda" del submarino, afirmó Tagliapietra, quien reiteró que es "imposible" rescatar los restos del submarino y confirmó su postura personal referida a que su hijo "hubiera elegido el fondo del mar para descansar".
La jueza Marta Yáñez, a cargo de la causa, explicó que, por pedido suyo, se tomaron las fotografías y registros fílmicos de la escena, con los que se reconstruirá en tierra "una suerte de maqueta que permita dar paso a eventuales pericias".
El ARA "San Juan" fue hallado el viernes, un año y un día después de haber emitido su última comunicación antes de desaparecer el 15 de noviembre de 2017. La nave colapsada fue encontrada en el fondo del mar, a 907 metros de profundidad y a 500 kilómetros al este de las costas patagónicas argentinas.
El submarino fue localizado muy cerca de donde los hidrófonos de la Organización del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (CTBTO, por sus siglas en inglés) detectaron a las 10:51 horas del 15 de noviembre de 2017 una "falla hidroacústica" compatible con una implosión. Dos horas antes se había recibido la última comunicación desde el sumergible.
Por su parte, Oliver Plunkett, presidente ejecutivo de la empresa estadounidense Ocean Infinity, que estuvo a cargo de la búsqueda del sumergible argentino, aseguró que una eventual operación de rescate de la nave "puede dañarlo aún más". "Sin duda sería una operación muy compleja", sostuvo Plunkett en declaraciones a la cadena televisiva CNN en español.