Al encabezar este domingo la tradicional celebración de San Cayetano en la parroquia del barrio de Liniers, el Arzobispo de Buenos Aires, cardenal Mario Poli, enfatizó que "la inflación asfixiante que padecemos genera miseria", al tiempo que llamó a la sociedad en su conjunto a "reconstruir esta Argentina que nos duele a todos".
"El pan que alimenta nuestra vida y que diariamente se hace más inalcanzable a causa de la inflación asfixiante que padecemos y que genera miseria", precisó Poli en San Cayetano, en el marco de otra peregrinación multitudinaria al santuario del barrio porteño de Liniers, atizada por las graves condiciones económicas y sociales que sumen en la pobreza a millones de argentinos.
El jefe de la Iglesia argentina apeló en su mensaje al relato "del buen samaritano", instando a que "todos nos dejemos interpelar por la parábola, capaz de poner de manifiesto las actitudes solidarias y fraternas", ocasión en la que recalcó que tales actitudes sean las que "permitan reconstruir esta Argentina que nos duele a todos".
La primera peregrinación al santuario de San Cayetano después de la pandemia de Covid-19 tuvo, como se esperaba, una respuesta multitudinaria. Desde muy temprano larguísimas filas se formaron para ingresar al templo, y en la misa central Poli precisó que "ese ejemplo del buen samaritano nos devuelve a una mirada solidaria de la realidad, no para escandalizarnos, que de nada sirve, sino para conmovernos y comprometernos. Mientras tanto, supliquemos el pan de cada día, como nos enseñó Jesús en el Padre Nuestro".
La misa central en Liniers se llevó a cabo luego de la marcha que encabezaron movimientos sociales desde ese santuario hacia la Avenida 9 de Julio.
"Cómo no pensar en la cantidad creciente de hermanos y hermanas que se acercan cotidianamente a los comedores y merenderos, en los adultos mayores, que no pueden comprar sus remedios, en las familias cuyos ingresos son cada vez más insignificantes. Como reza una canción religiosa ´No es posible morirse de hambre en la tierra bendita del pan, no es posible´", destacó el cardenal durante otro de los pasajes principales de su mensaje.
Asimismo, añadió: "El pan que se pide para todos, el que se logra con el propio trabajo, es un clamor de justicia". Poli instó a unir a todos los argentinos, sin importar la ideología o interés político, y destacó la importancia de quienes sacrifican parte de su día a día para poder ayudar y solidarizarse con otros, con el objetivo de mantener firme la virtud de la esperanza.
"Cuando pasemos frente a la imagen de San Cayetano confiemos en nuestras necesidades y no olvidemos pedir por la Patria de todos, la Patria de todos, sin grietas", afirmó Poli.
Por último, el Arzobispo de Buenos Aires precisó: "Son los samaritanos de nuestros días que comparten sus tiempo y sus bienes y sin medir sacrificio renuevan en el cuerpo social el anhelo de felicidad que Dios ha puesto en el corazón de cada ser humano, la esperanza". "La virtud que sostiene las pruebas y nos hace esperar tiempos de encuentro y de paz entre los argentinos", concluyó.
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