Apostatar es, básicamente, renunciar a la religión. Esto es lo que plantea la Coalición Argentina por un Estado Laico que durante todo el 8A plantó carpas en la plaza del Congreso con el objetivo de impulsar una apostasía colectiva.
A través de la iniciativa 'No en mi nombre' la organización asesora y ayuda a todos aquellos que deseen renunciar a la Iglesia Católica.
Para qué apostatar
Desde la organización aseguran que el Estado aporta 20 mil millones de pesos anuales (sin contar exenciones impositivas) a la Iglesia Católica, en proporción a sus fieles bautizados".
"Para la Iglesia Católica todo bautizado es católico, está de acuerdo con sus doctrinas, y por lo tanto utiliza la cifra de bautizados (muy alta porque el bautismo se transformó en una cuestión cultural) para imponer sus puntos de vista en la legislación y conseguir privilegios", apunta el movimiento desde su sitio web.
Cómo hacer el trámite de la apostasía
Se realiza enviando una carta que informe de la decisión de dejar de pertenecer a la Iglesia Católica y que solicite que se modifiquen los registros donde figura como miembro de la religión. Desde la Coalición recomiendan que la carta no debe tener demasiadas justificaciones "dado que la decisión de dejar de pertenecer a la institución es íntima y no es necesario dar explicaciones de ello". Sin embargo, aclara que "es importante que la carta contenga datos del bautismo (parroquia y fecha aproximada, al menos el año)". En su sitio web, la organización ofrece un modelo de carta para quien lo necesite.
La misiva debe ser enviada a la diócesis a la que pertenece la parroquia donde fueron bautizados. En caso de desconocerlo, la web cuenta con un listado de diócesis y arquidiócesis de todo el país.
Puede ser enviada por correo postal o entregada personalmente, pero en todos los casos conviene tener alguna constancia de entrega. "Si se envía por correo es mejor hacerlo al menos certificada, y si se entrega en persona conviene llevar una copia para que sea sellada a modo de acuse de recibo", explica.
La carta exige una respuesta favorable en el término de cinco días. Si no llega ninguna respuesta hay dos caminos posibles: intentar un contacto informal con la diócesis para verificar el estado del trámite, o bien hacer una denuncia en la Dirección Nacional de Protección de Datos Personales.