Una joven piloto belga de 19 años, partió esta semana de la ciudad de Kortrijk, en Flandes, para dar sola la vuelta al mundo, sobrevolando 52 países en cinco continentes. Se llama Zara Rutherford y este será un nombre para recordar: quiere ser un Record Guinness.
En su avión biplaza ligero lleva muy poco: un teléfono satelital y una radio para comunicarse con los controladores aéreos de los países que sobrevolará, su música favorita y algunos podcasts. Nada más. La meta inmediata de esta intrépida adolescente es ser la mujer más joven en realizar un vuelo alrededor del mundo, a solas. Pero sus ambiciones no terminan aquí ya que, a futuro, desea llegar a ser astronauta.
Su primer tramo fue sumamente breve, ya que aterrizó en Inglaterra luego de cruzar el Canal de la Mancha. Luego atravesará el Atlántico, irá a Groenlandia y llegará a Mongolia, Birmania, Siberia, Arabia Saudita y muchos lugares más. Desde su pequeño avión a hélice ultraligero Shark UL, de 325 kilogramos de peso sobrevolará bosques, océanos y desiertos.
La vuelta al mundo
Cuando decimos que viajará sola es literalmente así: no la sigue ningún avión de apoyo por si sucede un imprevisto en vuelo. De todos modos, quedó en Bélgica un equipo de apoyo que planificó cuidadosamente su aventura. En principio, fue el encargado de solicitar de antemano todas las autorizaciones de vuelo y aterrizaje que le solicitarán en cada aeropuerto al que arribe durante su derrotero.
Zara Rutherford preferirá los pequeños aeródromos para los arribos nocturnos y de día, evitará los aeropuertos de mayor concentración, excepto el JFK de Nueva York.
Si logra completar su propósito, Zara Rutherford será la piloto mujer más joven del mundo que haya hecho una travesía mundial sola. El primer puesto masculino le correspondió este mismo año al británico Travis Ludlow, de 18 años, ya Guinness World Record en la categoría “Youngest around the world pilot (2021)”.
"Realmente espero alentar a las niñas y mujeres jóvenes a ingresar a la aviación, la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas", declaró en el aeropuerto de Kortrijk-Wevelgem, donde se congregaron su familia, algunos amigos, el alcalde de la ciudad y varios periodistas para despedirla.
"Al crecer, no vi a muchas mujeres en estos sectores y fue bastante desalentador. Así que aspiro a poder cambiar eso", señaló. A trevés de su sitio web FlyZolo.com puede seguirse su travesía aérea y también en la plataforma TikTok.
Como es natural, la que más lloró al verla desaparecer en el cielo fue su madre, Béatrice De Smet: "Siento emociones mezcladas. Soy madre y se me estruja el corazón al verla partir así. Pero estoy sumamente orgullosa del vuelo que emprendió, y por la misión que hay detrás, que es animar a las niñas a seguir sus sueños y alcanzar las estrellas", dijo.
Espera reencontrarse con su hija el 4 de noviembre, día que está previsto su regreso. Y luego comenzará a estudiar Ingeniería.
MM CP