Integración regional

Mercosur: qué propuso la Argentina a sus socios para seguir en la mesa de negociación

Cambió su propuesta de las dos velocidades para negociar con Corea del Sur por una que no excluya una cláusula especial en caso de no llegar a un acuerdo que consideren equilibrado.

Jorge Neme, secretario de Relaciones Económicas Internacionales, en la videconferencia con los coordinadores del Mercosur Foto: Cancillería

Ya no serán las dos velocidades, como el Gobierno había sugerido en un primer momento en la negociación comercial del Mercosur. En vez de ello, en la reunión de hoy de coordinadores del bloque se encontró un camino intermedio, aún no exento de resistencias, porque Brasil, Paraguay y Uruguay deben dar su visto bueno la próxima semana: que el país participe en la mesa negociadora con Corea del Sur en forma plena sin descartar la posibilidad de establecer una cláusula especial para una futura negociación bilateral con Seúl si el acuerdo no es todo lo equilibrado que esperan.

Corea del Sur sigue siendo el punto más conflictivo. El Gobierno pide que la negociación contemple una mayor articulación entre el acceso de bienes, donde es fuerte la nación asiática, y el agrícola, y esto debe comprender, insisten, las regulaciones sanitarias y fitosanitarias. Son las barreras que Corea del Sur suele levantar para proteger su propia actividad rural, afirman, por lo que las ofertas entre las partes no deberían escindirse de estas cuestiones.

Argentina pide que la negociación contemple una mayor articulación entre el acceso de bienes y el agrícola, y esto debe contemplar las regulaciones sanitarias y fitosanitarias

De no lograrse esta articulación, entonces la Argentina no descarta que se le permita establecer una clausula especial que englobe el intercambio de bienes para que el país pueda sumarse cuando lo crea pertinente. Así como un capítulo sobre medidas zoo y fitosanitarias. Apuntan al establecimiento de reglas en lo que respecta a plazos y procedimientos, sobre la base de las normas fijadas por la Organización Mundial del Comercio, y su aplicación bajo el sistema de solución de diferencias de forma tal de brindarle "previsibilidad" a la convergencia.  

La respuesta llegará el próximo martes 12, en un nueva ronda de coordinadores. En el Gobierno subrayan que el debate fue "positivo". Destacan la "buena sintonía" entre las delegaciones. A diferencia de aquel viernes en el que se tensaron las relaciones con esa primera negativa de Buenos Aires a seguir avanzando al ritmo que pretendía Brasil, acompañado por Uruguay, las dos rondas posteriores de coordinadores —la semana pasada y esta— sirvieron para "construir" algún consenso, que restará saber cuál es, y disipar, de momento, la idea de quiebre.

En el Gobierno subrayan que el debate fue "positivo". Subrayan la "buena sintonía". A diferencia de aquel viernes en el que se tensaron las relaciones 

De hecho, la delegación argentina se ocupó por mostrarse con plena predisposición en lo que respecto al resto de los acuerdos comerciales y el interés del país en seguir participando, remarcando sus observaciones, con propuestas, sobre los diversos puntos de los acuerdos en curso. Ratificaron la voluntad de la Argentina por seguir sentada en la mesa con Singapur, Canadá, El Líbano, India e Israel. También ponderaron las oportunidades que el bloque tiene de explorar tratativas con Centroamérica.

Acorde a un comunicado difundido por el ministerio luego de la reunión, el representante argentino durante la videoconferencia, el secretario de Relaciones Económicas Internacionales, Jorge Neme, sostuvo que "el Mercosur debe estar conectado con el mundo" sin dejar de proteger sus sectores sensibles. "No se trata de una apertura frívola que exponga su estructura de producción a la competencia externa", señaló el funcionario.

Ratificaron el interés de la Argentina en seguir negociando con Singapur, Canadá, El Líbano, India e Israel y ponderaron las oportunidades que el bloque tiene con Centroamérica.

En plan de distensión, el Gobierno también propuso al resto de los socios cooperar en la elaboración de estudios de impacto económico que den cuenta de los efectos de los acuerdos comerciales para el bloque. Mediante un convenio que suscribieron el canciller Felipe Solá y el rector de la Universidad de Buenos Aires, Alberto Barbieri, ya se le asignó esa tarea a la casa de estudios nacional. La idea sería aliarse a otras vecinas para trabajarlos en conjunto.  

“Debemos abordar todos los desafíos de manera conjunta, tal como lo hemos hecho en innumerables ocasiones a lo largo de treinta años: como países hermanos, como socios, como un bloque que aspira a profundizar no solo su integración comercial sino también sus lazos económicos, políticos y culturales”, concluyó Neme, según cita el parte oficial.

Ni el acuerdo con la Unión Europea ni el que comprende al resto de los países del viejo continente, la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA, por sus siglas en inglés), están en duda en lo que atañe al Ejecutivo. En el encuentro de hoy, se subrayó que cursan "su etapa final" en lo que involucra a la revisión legal. Luego será el turno de los Legislativos, con las fricciones propias que puede devenir de la heterogeneidad de esos cuerpos y los intereses entre sectores.

MB / DS