Crece el malestar por el empleo y los salarios, pero Javier Milei retiene apoyo pese a la motosierra profunda
La popularidad y la imagen positiva del presidente Javier Milei se mantuvieron muy por encima de las de sus homólogos nacionales en junio, a pesar de que los argentinos se mostraron cada vez más preocupados por el mercado laboral tras el aumento del desempleo a principios de este año.
Entre noviembre y marzo, el sector privado formal eliminó 115.000 puestos de trabajo, de acuerdo con datos oficiales. La contracción se concentró en actividades clave como la construcción, la industria manufacturera y el transporte. A eso se sumó la poda del Estado nacional, que recortó más de 50.000 cargos desde el desembarco de Javier Milei en la Casa Rosada.
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En paralelo, el empleo informal mostró un crecimiento de 224.000 ocupaciones durante el primer trimestre del año frente al mismo período de 2023. El fenómeno apunta a un reemplazo del trabajo registrado por actividades con menor cobertura y más precariedad laboral.
Mientras la inflación muestra una desaceleración, los salarios del sector privado no logran recomponerse. Entre enero y abril, los ingresos promediaron una suba del 9,6%, frente a una inflación acumulada del 11,6%, según datos del INDEC. En contraste, el año pasado los salarios habían crecido 148% interanual, superando el 118% de inflación anual.
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Lenta recuperación económica
A pesar de estos números, los analistas proyectan una recuperación del PBI por encima del 5% en 2025. La mejora en las exportaciones del agro y la estabilidad cambiaria explican buena parte de ese optimismo. Sin embargo, la reactivación no parece trasladarse al consumo ni a los indicadores sociales: crecen la morosidad crediticia, la presión sobre el mercado informal y la caída real de la recaudación vinculada a la actividad económica.
El último sondeo de AtlasIntel para Bloomberg reveló que más del 70% de los consultados evalúa de forma negativa la situación actual del mercado laboral. Por primera vez en meses, el desempleo superó a la inflación y la inseguridad en el ranking de preocupaciones, lo que marca un cambio en el termómetro social. El desempleo dejó de ser solo un dato macroeconómico y se volvió un eje del malestar ciudadano.
Milei, alto en imagen pero con nuevos desafíos
Pese a este contexto, el presidente Milei conserva la imagen positiva más alta del arco político. Según la encuesta, alcanza un 47% de imagen favorable y un 44% de rechazo, con apenas un 12% de indecisos. El dato llama la atención: en un escenario de pérdida de empleo formal y deterioro del ingreso, Milei sostiene su capital político, apoyado en la baja de la inflación y la estabilidad del dólar.
El Gobierno apuesta a que el repunte económico de los próximos meses comience a sentirse en el bolsillo. Pero el giro en las preocupaciones sociales representa un desafío: si no hay señales claras de mejora en el empleo y los salarios, ese respaldo podría comenzar a erosionarse. Con las legislativas a la vista, el oficialismo necesita más que estabilidad: necesita que el ajuste empiece a mostrar resultados visibles para la sociedad.
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