cuestión de Crédito

AFA no

Derecho. El reportero gráfico que la tomó en el Mundial tiene el negativo en su archivo. Foto: cedoc

La foto que ven está en el álbum de la memoria futbolera. Aparece en cuanto alguien recuerda a Maradona. Robada por la AFA, copiada, reproducida, retocada, fue usada como imagen publicitaria con fines comerciales, sin autorización. El reportero gráfico que la tomó en el Mundial de 1986 tiene el negativo en su archivo. Hizo una demanda judicial. Le niegan el pago de sus derechos. El hurto parece menor frente al tamaño del saqueo por el que se investiga a Tapia y Toviggino, pero revela a escala la impunidad con que se administra ese poder. 

En junio de 2022 la foto, retocada, editada, sin firma, apareció en el sitio oficial de la AFA como un homenaje a Maradona. Dani Yako, el autor, llamó al jefe de prensa de la AFA para reclamar. Recuerda el tono canchero. El desdén en el tono de la respuesta que le dieron. Acostumbrados a entrar en las redes para robar aquello que encuentren a mano, le contestaron con desprecio: “... De qué te quejás, tendrías que estar orgulloso de que usemos tus fotos para homenajear a Maradona. Si es que son tus fotos…”  

“Las fotos son mías, tengo los negativos”, respondió Yako, “y sí, me siento orgulloso de ese trabajo, así que primero poné el crédito con mi nombre, después avísame cuando hagan el pago de la factura que te voy a enviar”. Soberbios, se atribuyen los títulos ganados por los jugadores, la representación de los hinchas, “Cómo nosotros vamos a pagar para homenajear a la Argentina”. 

Después de esa primera demanda telefónica en la que se podría haber resuelto el conflicto en buenos términos, pagando una suma simbólica, se inició entonces el proceso judicial. Yako comprobó que habían utilizado otra foto suya. Un festejo del tercer gol a Alemania en la final del 86. Reunió todos los elementos de prueba. Consultó a una abogada experta en el tema. Envió la primera carta-documento. La respuesta de la Asociación de Fotos Afanadas, subsidiaria de la organización delictiva principal fue absurda. Niega, desconoce la ley: “La foto es muy famosa; está reproducida en muchos lugares, o sea que es de bien público, y como es una foto icónica ya no tiene autor”. La mediación obligatoria previa al comienzo formal del juicio duró un minuto. No hubo acuerdo.

Trato arrogante, abuso, excusas. Ninguna reparación. Una suma reducida, ajustada al valor real de las fotografías en ese momento habría bastado si se acompañaba con el reconocimiento del delito, además del nombre del autor al pie de la imagen. Desde entonces el juicio es, además, por los derechos morales. No caducan hasta que se reconozca al autor. También por los derechos económicos. Los diez mil dólares de indemnización voluntaria en el comienzo es posible que resulten en cien mil cuando se dicte la sentencia. Una propina en comparación. Nada para quien no paga con fondos propios.

*Periodista.