ELECCIONES BONAERENSES

Freno de mano

Hoy por hoy la hipótesis más probable es que el gobierno de Milei entre en una larga agonía, algo parecido a lo que sucedió con Alberto Fernández tras su propia derrota en las elecciones de medio turno de 2021. Claro que, nobleza obliga, el gobierno de Milei no pasó por ninguna pandemia, salvo la que generó por su propia acción.

Acto del presidente Javier Milei como cierre de campaña en Moreno. Foto: AFP

Difícil no caer en lugares comunes, pero en el día de ayer la provincia de Buenos Aires la sociedad bonaerense apretó el botón antipánico para salir de
la vorágine que introdujo al país el gobierno de Javier Milei. El ajuste a jubilados, discapacitados, a las universidades nacionales, Conicet, INTA, Inti, Banco Genéticos, Garraham, y un enorme etcétera, desbordó a una sociedad en permanente inquietud.

Topo encubierto. La brigada de demolición que encabeza Milei ya demostró nula capacidad para construir y mucho menos para gestionar. El mejor ejemplo, es el malsonante Vialidad que lejos de ser reemplazado por otro organismo fue dinamitado y siendo reemplazado por ¡Gendarmería Nacional! El resultado es la erosión de las rutas nacionales por las cuales transita además de los automóviles los camiones la producción nacional.
Renglón seguido, los vetos de Milei a diversas leyes bajo el único argumento que afectaba el equilibrio de unos presupuestos ¡nunca presentados! La
última noticia de los escombros estatales son los carteles de venta “orgullosamente” puestos en el Regimiento de Infantería Nº1 “Patricios”, donde ya se pueden olfatear las futuras torres de los desarrolladores inmobiliarios.

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Adiós a la Patria. Por otra parte, la comunicación gubernamental pasó de un realismo furioso a un triunfalismo soberbio y desconectado de la realidad, los gritos, los insultos y la burlas a quienes no pueden defenderse quizás excitan a unos adolescentes fascinados como sucedía en la película alemana Die Welle basada en la pelea en el experimento de la Tercera Ola, pero causa un silencioso repudio de la mayoría social. Ajuste y burla a los ajustados no maridan bien. El resultado de la ciudad de Buenos Aires, donde La Libertad Avanza sacó el 30,7% de los votos funcionó como el espejismo de un sediento en el desierto creyendo que su piso incluiría automáticamente al PRO, en vez de evaluar que quizás ese es su techo. En este plano, el acuerdo de cúpulas de Diego Santilli y Cristian Ritondo con Karina Milei resultó una suerte de negocio político personal de esos dirigentes que finalmente pasaron por encima de Mauricio Macri y lanzaron a la conducción política de CABA a un futuro incierto.

La caída. Finalmente, el análisis de la campaña. No hubo. El país sólo discutió el caso Spagnoulo, que arrancó de cuajo a Milei la bandera de que venía a eliminar los privilegios de la casta. Además de todos los elementos novelescos del caso, en ningún momento se desmintieron los hechos (salvo un grito furioso de Milei en una caravana electoral) pero tampoco la Justicia llamó a declarar el curioso exabogado del presidente. Vale observar que Spagnoulo fuera nombrado en Andis habla sobre con que “especialistas” LLA cubrió los cargos del Estado. El voto castigo cayó con la fuerza de la
guillotina que tendría Karina Milei como declaró su hermano en febrero de este año.

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La construcción de un peronismo unificado en Fuerza Patria se debió más a observar el borde del precipicio que al afecto societatis de las dos líneas políticas principales el maximalismo y el kicillofismo. La decisión del Gobernador de adelantar las elecciones provinciales fue para abusar de la
metáfora un salto sin red que salió bien más por el rechazo extendido que generó estos dos años de Milei, que por la convicción que muestra el peronismo para aprender de los errores y plantear un modelo alternativo para la maltrecha economía.

Mil mesetas. La elección de aquí a octubre está muy cerca y muy lejos. Es poco imaginable que Milei haga una autocrítica y dé un volantazo a su
desgastado gabinete de aventureros y a su equipo económico con sus recetas que ya no se pueden encuadrar en ninguna doctrina económica por lo errático y disparatado (basta recordar a que los argentinos iban a gastar sus dólares alegremente, cuando por el contrario algunos argentinos compraron miles de millones de dólares en poco tiempo). Hoy por hoy la hipótesis más probable es que el gobierno de Milei entre en una larga agonía, algo parecido a lo que sucedió con Alberto Fernández tras su propia derrota en las elecciones de medio turno de 2021. Claro que, nobleza obliga, el gobierno de Milei no pasó por ninguna pandemia, salvo la que generó por su propia acción.