Entre nubes y formas

Federico Brook: un puente artístico entre Roma y Latinoamérica en el Bellas Artes

El Museo Nacional de Bellas Artes inauguró la exposición “Federico Brook. Entre Roma y Latinoamérica”, curada por María Cristina Rossi, que reúne más de cincuenta obras del artista argentino entre esculturas, dibujos, joyas y documentos y permanecerá abierta hasta el 12 de octubre.

Federico Brook. Entre Roma y Latinoamérica Foto: Museo Nacional de Bellas Artes - Matías Iesari

El Museo Nacional de Bellas Artes inauguró este martes 9 de septiembre, la muestra “Federico Brook. Entre Roma y Latinoamérica”, una exposición que recorre más de seis décadas de trabajo del escultor argentino. La propuesta reúne esculturas, dibujos, collages, obras gráficas, joyas, documentos y fotografías, con curaduría de María Cristina Rossi, y permanecerá abierta hasta el 12 de octubre en el segundo piso del museo.

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El acto inaugural contó con la presencia de autoridades diplomáticas, amigos, familiares, colegas y personalidades de la cultura. Visiblemente emocionado, Brook expresó: “Los artistas no nacimos para hablar, hablamos con nuestras obras, y a veces logramos decir cosas serias e importantes”. Y agregó: “Apenas entré y vi la muestra quedé impresionado con el montaje, ha habido un amor hacia la obra y hacia el deseo de impresionar al espectador”.

La exposición está auspiciada por la Embajada de Italia en Argentina y busca poner en relación el itinerario creativo de Brook, marcado por el tránsito entre Latinoamérica y Europa. “Federico, además de un gran artista, que lo sigue siendo, ha sido una personalidad en el campo de la cultura en Roma. En su casa ha recibido a numerosos intelectuales y artistas, a veces en épocas aciagas de la Argentina, que llegaban a Europa, y él los guiaba y les daba lugar”, señaló Andrés Duprat, director del Bellas Artes.

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Cerca de cincuenta obras de la serie Nubes, iniciada en los años sesenta, forman el eje central de la exposición. Estas piezas —que van desde el detalle minucioso de una joya hasta obras monumentales emplazadas en espacios públicos— sintetizan la madurez técnica y estética de Brook. “Etéreas e inasibles, las nubes representaron para él una metáfora de libertad y un símbolo de su tiempo”, explicó Rossi.

En la sala se proyecta un video de la realizadora italiana Paola Sangiovanni que documenta la relación del artista con la arquitectura y su interés en integrar la escultura al espacio urbano. “Hay en la muestra obra informalista, geométrica y nubes en distintas representaciones y escalas, que han sido una obsesión en su producción”, destacó Duprat.

Brook nació en Buenos Aires en 1933 y estudió en la Escuela Superior de Bellas Artes de la Universidad Nacional de La Plata. En 1956 viajó a Roma para perfeccionarse en la Academia de Bellas Artes con maestros como Alessandro Monteleone y Pericle Fazzini. Desde entonces, su producción osciló entre el informalismo, la escultura móvil geométrica y las emblemáticas Nubes.

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Además de su obra artística, Brook tuvo un papel destacado en la gestión cultural. Fue curador del envío argentino a la Bienal de Venecia en tres ediciones (1964, 1968 y 1970) y ejerció cargos clave en instituciones como la Casa Argentina en Roma y el Istituto Italo-Latino Americano (IILA). Su labor institucional contribuyó a estrechar los lazos culturales entre Italia y Latinoamérica.

Actualmente, Brook reside en Roma y es miembro correspondiente de la Academia Nacional de Bellas Artes en representación de Italia. Sus esculturas pueden encontrarse en colecciones privadas, museos y espacios públicos de distintas ciudades, lo que confirma su relevancia en el panorama internacional.

“Federico Brook. Entre Roma y Latinoamérica”, puede visitarse hasta el 12 de octubre de 2025, de martes a viernes de 11 a 19.30, y sábados y domingos de 10 a 19.30, en el Museo Nacional de Bellas Artes (Av. del Libertador 1473, CABA). La entrada es libre y gratuita.