Una nariz de nicho

Se obsesionó con crear una fragancia que condensara el duelo y amor por su padre y hoy es un perfumista premium

Paolo Terenzi renunció a la música después de tocar con Dizzy Gillespie y sentir que nunca llegaría a ese nivel y se volcó a la tradición de la familia que era el mundo de los aromas. Actualmente, con su hermana lleva adelante su propia marca de perfumes.

Paolo Terenzi Foto: Prensa

Paolo Terenzi renunció a la música después de tocar la guitarra con Dizzy Gillespie y sentir que nunca llegaría a ese nivel y, tras la muerte de su padre, quiso honrarlo con un perfume a la altura. Creció entrenando su capacidad de distinguir aromas y trabajó para Gucci, Dolce & Gabbanna y hoy junto a su hermana recorren perfumerías de nicho con su marca Tiziana Terenzi.

Terenzi es italiano y defiende su tierra como la verdadera cuna de los perfumes y, en una conversación de la que participó Perfil, contó su historia y los secretos detrás de quien crea una fragancia como una poción mágica. 

Antes de compartir su historia, posó sobre la mesa que compartió con periodistas un pequeño maletín forrado de terciopelo negro en el que guardaba botellitas diminutas similares a las de muestras de perfume, donde, según contó, guardaba su diario de aromas. Así como muchos registran en texto sus memorias, Paolo Terenzi las captura en esencias.

“Toda mi vida, en lugar de escribir notas para mi diario, solía crear una pequeña cápsula para recopilar los recuerdos de mi día, mi viaje, las personas que conocí. Tengo miles de estas pequeñas ampollas, todas con los recuerdos de mi vida en aromas: lugares donde he estado, personas que conocí, emociones que recibí, inspiración que tuve, amor que perdí, tantas cosas que me han pasado en la vida”, detalló el perfumista.

Como nariz y dueño de Tiziana Terenzi su rol es combinar los ingredientes que le remitan a la experiencia que quiere recrear. Para comprender su universo creativo es clave trasladarse a la pérdida de su padre.

“Soy la tercera generación de este hermoso oficio. Mi abuelo y mi padre fundaron la empresa de perfumes en 1968 y ellos fueron los pioneros en crear una vela aromática”, empezó. Su abuelo le vendaba los ojos a Paolo cuando era niño y lo desafiaba a reconocer a través del olor qué ingrediente le estaba acercando. “El juego entre nosotros era que tenía que reconocer estas notas. Y toda mi vida crecí con la idea de que era muy normal, que era algo que todos podían hacer”, continuó Terenzi.

Cumplir un sueño para renunciar a él

Paolo creció entre perfumistas, pero eligió dedicarse a la música. Estudió guitarra desde los 10 años, se inclinó por el jazz y se forzó a lograr la máxima excelencia con el instrumento. En ese camino se le presentó la oportunidad de tocar con uno de los máximos exponentes del género, Dizzy Gillespie, pero la experiencia fue traumática.

Paolo Terenzi tenía 26 años y asumió la responsabilidad de tocar con su ídolo. “En la sesión de juego previa a la actuación, me di cuenta de inmediato de que tenía una técnica excelente y era un buen músico, pero que ese tipo hacía una sola nota y creaba arte”, recordó. Ese día abandonó la música como profesión.

Despedir al padre y comenzar a crear perfumes

Cuando dejó la guitarra, Terenzi entro a la compañía familiar y, como era tradición, su rol fue limpiar y servir café. Igualmente, en su tiempo libre entraba al laboratorio y se entretenía investigando esencias. “Los perfumes son la forma de transmitir la intimidad y la unicidad”, aclaró y por eso cuando su padre falleció decidió recrear en forma de líquido algo que remitiera a él.


“Mi hermana y yo perdimos a nuestro padre en 2004. Decidimos hacer algo muy especial para él como una especie de homenaje a su memoria para mostrar nuestra gratitud por lo que hizo. No solo su legado en términos de propiedades o cosas, sino más bien las lecciones que recibimos”, compartió.

El perfume que hizo en honor a su padre se llamó Ecstasy. “Para mí es realmente el manifiesto de mi creatividad en la forma en que intento interpretar el sentido del poder evocador de sus notas. La primera nota te impacta porque es realmente disonante. Este es el delirio del momento en que estaba frente a él y él muere. Yo estaba allí y  ese es el momento. ¡Bum!, estás solo, estás impactado, estás sin red, estás en medio de esta tempestad”.

“De repente, se siente la intensidad de una flor blanca de jazmín, de magnolia, y llega con una suavidad y calma como una noche cálida. En ese momento me doy cuenta de que él todavía está en mi corazón, su amor, sus pensamientos, que viven para siempre en mi lado. Esto me refrescará. Luego sigue un bakhoor (un incienso árabe), porque tengo una fuerte afinidad con la cultura beduina”.

A ese aroma que aparece desde el fondo “como un arroyo”, señala Terenzi, es la certeza de que es el hombre mayor de la familia. “Con ese suceso me di cuenta de que me convertí en un hombre. Este es el recuerdo más fuerte de mi vida y creo que nada lo superará”.

Un perfume es una identidad

“La vida es mi inspiración,  la vida es bella, pero imperfecta y mantengo eso en mis perfumes”, recalcó la nariz de Tiziana Terenzi que visitó Argentina para presentar una nueva versión de uno de sus perfumes, Kirké, que ahora suma a su nombre “Overdose”.

Este tipo de perfumistas que sostienen una creación como una pieza de arte, que siguen eligiendo ingredientes de la naturaleza, que cuidan los detalles del packaging, son parte de la oferta de Editión Privé (Avenida Alvear 1780), un espacio que se puede visitar como si fuera una galería de arte, pero en este caso lo que se exponen son frascos y frascos de fragancias de vanguardia.

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“Me dejo inspirar por todo. Una hermosa puesta de sol, una bella dama, un hermoso momento de camaradería con amigos alrededor de la mesa hablando del pasado y todo lo que es muy especial, se convierte en una gota”, aseguró Terenzi quien insiste en contar historias con sus creaciones. “Si escuchás la historia detrás del perfume, cada perfume tiene su propia historia, podés encontrarla en el empaque, porque tenemos un folleto con la historia y la inspiración, y esto es realmente lo que significa para mí. Porque es real, con la historia y la inspiración detrás, de ese modo, podés comprender mejor el perfume”.

Para Terenzi un perfume es una evocación de la identidad y crea un entorno propicio para diferentes momentos. Unos aromas son para marcar un límite, otros para acercar, otros para seducir. En el caso de sus últimas creaciones, para cerrar el encuentro, lanzó una advertencia: “Si querés romper los límites, tenés que mezclar Kirké con Kirké Overdose, en ese caso, vas a tener algo que es una especie de veneno o poción mágica que capturará lo que quieras, no habrá piedad para tus víctimas”.