"Traidor", la obra teatral que rescata al impredecible, temido y carismático conquistador español Lope de Aguirre
Daniel Panaro, el hombre que escribió la obra y además la protagoniza y dirige, remarca que Aguirre es un personaje "al que casi cualquier adjetivo le cabe", capaz de matar a su propia hija y "declararle la guerra a Felipe II".
“Traidor”, la obra teatral escrita, dirigida y protagonizada por Daniel Panaro cuya ultima representación será el próximo 24 de octubre, a las 22 horas, en Belisario Club Cultural (Av. Corrientes 1624, CABA), cuenta las horas finales de Lope de Aguirre, un conquistador español conocido como “El Loco”, “El Traidor” y “La ira de Dios” que, mientras se prepara para la muerte, monologa sobre lo que hizo en su vida, dejando una visión muy personal del mundo, donde se mezcla el descontrol, el delirio y, también, visiones apocalípticas del futuro.
El personaje parece capaz de ir de un extremo al otro, pasando del alucinado que predice catástrofes al guerrero decidido a exterminar a sus enemigos, aunque sea a través de la palabra, la única arma que le queda en medio de su fracaso final, tras haberse visto obligado a matar a su propia hija.
Entrevistado por PERFIL, el dramaturgo, director y actor contó que la génesis de esta historia comenzó porque se había aburrido de las obras convencionales y, en ese momento, le llegó el guion de “Aguirre, la ira de Dios”, la película de Werner Herzog protagonizada por Klaus Kinski. Tras intentar adaptarlo al teatro, decidió escribir su propia versión del personaje porque le interesaba el proceso interno del conquistador español, una persona, remarca, “al que casi cualquier adjetivo le cabe”, capaz de “declararle la guerra a Felipe II”.
Aunque “Traidor”, ganó el Primer Premio Nacional de Dramaturgia del Fondo Nacional de las Artes 2013, Panaro recordó que le envió la obra a diferentes figuras, “pero nunca me contestó nadie”, y entonces “vino la pandemia, me separé y me di cuenta que necesitaba un proyecto”. Tras pasar casi dos años ensayando, pudo finalmente montar la obra.
Sobre la dificultad de encarnar a un personaje tan complejo y lleno de matices, Panaro señaló que “todos llevamos adentro un héroe, un asesino, un santo, un depravado: el trabajo del actor es encontrar esa pequeña brasita de asesino que uno tiene cuando aplasta un mosquito con placer y transformarlo en aplastar a un ser humano o miles, ese es el trabajo del actor. En el caso que son personajes de este tipo, uno tiene que conservar el lado humano de este tipo, en algún lugar son humanos…”.
Consultado sobre la posibilidad de escribir y volver a ponerse en la piel de otro personaje del mismo periodo histórico, por ejemplo, Francisco Pizarro, el dramaturgo y director señaló: “Hace tres o cuatro años que convivo intensamente con Lope, estuve incluso en el pueblo donde él nació, me acompaña a muchos lados, y quisiera correrme un poquito, por lo menos por un tiempo…”.
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Y agregó: “Tengo otros personajes que no pertenecen a esa misma saga, ese mismo momento de la historia, que me interesaría algún día explorarlos, pero ahora estoy interesado en otros mundos, siempre con el criterio que el teatro sea un acceso a otras realidades y no un pretendido espejo falso de realidades reales pero no naturalistas. El viejo ejemplo que usa siempre Pompeyo Audivert del espejo roto: el espejo roto refleja la realidad, pero no es la realidad”.
La carrera de Daniel Panaro
Actor, dramaturgo y director, Panaro se formó con Roberto Durán. Comenzó el Taller Actoral del Teatro San Martín y luego sumó clases particulares, mientras trabajaba en cine, radioteatro y teatro.
Como director, montó obras como “Terapia de parejas”, basado en sainetes de Lope de Rueda y Cervantes en el Centro Cultural San Martín; y “Piedras y huevos”, un unipersonal que creó junto a María Fiorentino y participó del Festival Internacional de Teatro de La Habana (Cuba) y al Festival de Teatro Latinoamericano de Los Ángeles (Estados Unidos). En el festival de La Habana también estrenó “008 se va con la murga", de María José Campoamor. Además, encargó de dirigir “Como en las películas”, una comedia de Juan José Campanella junto a Fernando Castets.
Aparte de su trabajo como director, actor y guionista, Panaro fue director creativo de importantes agencias de publicidad como David Ratto, J. Walter Thompson y De Luca.
DCQ
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