Boca Juniors: pasión inexplicable que desborda las calles

La tarde es soleada, y si uno se ubica en el Parque Irala del icónico barrio de La Boca, la pasión desborda las calles. Miles de hinchas de Boca Juniors se han congregado, ansiosos, expectantes, felices. La lealtad al club de sus amores, que se encuentra a 2670 kilómetros de distancia, esconde una razón abrumadora que sigue siendo un enigma, incluso para los propios hinchas.

La final de la Copa Libertadores 2023 se desarrolla en el Estadio Maracaná y en los alrededores del Estadio Alberto J. Armando pocos saben cómo y dónde verán el partido. Algunos ondean una bandera, otros visten orgullosamente los colores azul y amarillo, pero la mayoría ha acudido a las calles de La Boca solo para ser parte de algo más grande que ellos mismos. El motivo es simple y directo: "Boca es un sentimiento".

Nadie puede proporcionar una explicación precisa sobre por qué se han congregado en las inmediaciones del estadio, donde no se han puesto pantallas para que la gente mire el partido. Para algunos, es un deber ineludible como hincha, mientras que para otros es una respuesta emocional al momento. En el ambiente se percibe un sentimiento colectivo de pertenencia, un amor inquebrantable por el equipo de sus sueños.

Las calles están repletas, las veredas están abarrotadas de gente y los bares cercanos están llenos. Algunos incluso han subido a los techos de sus autos, ansiosos por ser parte de la experiencia. Las expresiones son de euforia y pasión desenfrenada. 

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Para los observadores externos, comprender este fenómeno resulta, por lo menos, un reto. No hay una explicación lógica detrás de esta demostración masiva de devoción. Es un recordatorio de que el fútbol, y especialmente Boca Juniors, trasciende lo meramente deportivo. Es un vínculo emocional, una hermandad, una expresión de identidad y orgullo que va más allá del análisis intelectual.

En medio de esta locura, los hinchas de Boca continúan cantando, agitando sus banderas y simplemente están allí, apoyando a su equipo con una pasión que desafía cualquier explicación. Porque, al final del día, en La Boca, “boquita” es más que un club de fútbol: es un sentimiento que desafía toda explicación y que se celebra con el corazón en la mano, con miles de hinchas que simplemente quieren estar presentes en este momento histórico.

*Periodista

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