Universidad di Tella

Las expectativas de inflación a 12 meses bajan en todo el país, aunque sigue la brecha social

La Encuesta de Expectativas de Inflación de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT) mostró en noviembre una fuerte baja en las previsiones a corto y mediano plazo. El interior del país encabezó la corrección: las proyecciones disminuyeron más de 8 puntos porcentuales frente a octubre.

Hernán Gil Forleo sobre la inflación de octubre: “Un número mejor a lo previsto, dado las complicaciones que generó el acto electoral” Foto: Cedoc Perfil

La última Encuesta de Expectativas de Inflación de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT), realizada entre el 1 y el 13 de noviembre, registró una marcada reducción en las percepciones inflacionarias de los hogares con bajas de casi 9%. Tanto en el horizonte de 30 días como en el de 12 meses, los encuestados ajustaron a la baja sus previsiones, en un contexto de mayor estabilidad nominal y menor dispersión de pronósticos.

Fausto Spotorno: “Un dólar a 2000 aumentaría la pobreza y dispararía la inflación”

Según el informe, la inflación esperada para los próximos 30 días cayó a un promedio de 3,62%, mientras que la mediana se ubicó en 2%, uno de los niveles más bajos del año. La UTDT destacó que esta pregunta —incorporada en 2023— suele mostrar mayor tasa de respuesta que la de inflación anual, porque los individuos tienden a estimar con mayor precisión el muy corto plazo en contextos de incertidumbre.

En tanto, la expectativa de inflación anual bajó a 29,7% y se achicó el rango de respuestas. En la proyección a 12 meses, la inflación esperada se redujo a 29,7% en promedio, con una mediana de 23%, valores sensiblemente menores a los del mes previo. El informe remarca que la mediana suele permanecer estable por largos períodos y solo corrige cuando percibe cambios estructurales. En noviembre, el rango intercuartil —entre el percentil 25 y el 75— se ubicó entre 15% y 40%, mostrando una dispersión menor que la de los últimos meses.

La reducción del rango intercuartil indica, según la UTDT, “una menor variabilidad en las opiniones de los hogares”, un factor relevante para medir la consistencia de las expectativas y su impacto en la formación de precios.

 

Diego Giacomini criticó a Milei por su plan económico: “No mira la economía real”

 

Caída de expectativas en todas las regiones, pero el interior lidera el ajuste

El dato más contundente del reporte es la caída de las previsiones a nivel regional. La UTDT identificó descensos simultáneos en las tres zonas relevadas, con magnitudes distintas:

  • Interior: baja de 36,3% a 28,1% (-8,2%)

  • GBA: baja de 39,1% a 31,6% (-7,5%)

  • CABA: baja de 35,2% a 33,4% (-1,8%)

El Interior fue la región que más corrigió sus expectativas, lo que sugiere un cambio más marcado en la percepción sobre la dinámica de precios. En el conurbano también hubo un retroceso significativo, mientras que en la Ciudad de Buenos Aires el ajuste fue más moderado.

La brecha social vuelve a ampliarse

Aunque las expectativas bajaron en todos los segmentos, la diferencia entre hogares de distintos niveles de ingresos volvió a crecer. La UTDT utiliza el nivel educativo como proxy del ingreso, y allí se observa que:

  • En los hogares de mayores ingresos, la inflación esperada cayó de 36,2% a 28,7%.

  • En los hogares de menores ingresos, descendió de 38,6% a 31,7%.

La brecha se amplió a 3 puntos, frente a los 2,4 puntos del mes anterior. Esto implica que los sectores más vulnerables continúan proyectando una inflación futura más alta que los hogares de mayor poder adquisitivo, fenómeno que suele asociarse a la distinta sensibilidad frente al precio de alimentos y servicios esenciales.

Con una caída de hasta 8 puntos porcentuales en algunas regiones y una menor dispersión en las respuestas, noviembre aparece como un mes bisagra en la formación de expectativas. Para la política económica, se trata de un indicador clave: una baja persistente en las percepciones futuras suele contribuir a moderar la inercia inflacionaria y estabilizar decisiones de consumo, ahorro y contratación.

Resta observar si estas señales se consolidan en diciembre, en un contexto aún volátil y condicionado por ajustes tarifarios, factores estacionales y decisiones de política monetaria.

lr