Rojo en julio, señal negativa

Se acelera el gasto público y estiman que el déficit total llegue a casi el 6%

Algunos analistas prevén que el segundo semestre tendrá un notable desequilibrio fiscal. La pandemia primero y luego las elecciones, aparecen como las principales causas del agujero fiscal.

El Gobierno enfrenta dificultades para conseguir financiamiento. Foto: Telam

El notable aumento del gasto público producto de los efectos de la pandemia y también de las elecciones legislativas hacen que el déficit de las cuentas fiscales se empiece a desbordar. Con ese panorama, los especialistas estiman que el rojo del Estado en forma global, incluyendo el balance financiero, llegue este año a un nivel cercano a seis puntos del Producto Bruto Interno (PBI).

Las alertas del desequilibrio ya se vienen prendiendo desde hace dos meses atrás, pero el déficit de julio trepó a un nivel del 1,6% del PBI, llegando a un rojo financiero fiscal de 182.325 millones de pesos.

Precisamente, sobre este tema, Fausto Spotorno, advirtió que “el déficit fiscal del segundo semestre de este año va a ser seis veces del que hubo en el primer semestre”.

El economista jefe de la consultora Orlando Ferreres indicó que “La segunda mitad del año va a tener el 85 por ciento del déficit fiscal del todo 2021. Esto se está produciendo porque hubo un fuerte aumento en los subsidios, y también se incrementaron los salarios de la administración pública y las jubilaciones”, resaltó el especialista.

Para Spotorno lo que se está observando ahora es un fuerte aumento del gasto público en general “con un claro objetivo electoral”, al tiempo que anticipó que el déficit global de este año, que incluye el resultado financiero, se ubicará entre 5,5 y 6,0 por ciento, mientras que el primario rondará el 4%,

“Cuando llegue el momento de cerrar un nuevo acuerdo con el FMI van a tener que hacer un ajuste fiscal muy fuerte. Suba de impuestos, aumento de tarifas y un importante incremento del tipo de cambio oficial. Por eso consideramos que el año que viene va haber muy poco crecimiento, será dos o tres por ciento, por simple arrastre estadístico”, enfatizó Spotorno.

Sin dudas que el déficit de $ 182.325 millones de julio fue un motivo de gran preocupación para distintos analistas económicos.

La explicación oficial del gasto

De acuerdo a las cifras difundidas por el Ministerio de Economía,  el desequilibrio primario de julio, antes del pago de deuda, fue de $ 117.739 millones, luego de excluir ingresos extraordinarios del Aporte Solidario.

En un comunicado, Hacienda destacó el incremento en inversión social en los programas Potenciar Trabajo, Progresar, Repro, y de política alimentaria, bonos al personal de salud, entre otros.

También señaló que hubo aumento del gasto en la adquisición de vacunas COVID-19 que permitió "acelerar el ritmo de vacunación", destacó Economía.

Además, hay que considerar que, a julio de este año se acumula un déficit primario de $ 306.668 millones (0,7% del PBI) y un desequilibrio financiero de $ 677.161 millones (1,6% del Producto).

Economía indicó que esta dinámica fiscal es el resultado de los principios planteados en el presupuesto: "Una expansión de los ingresos como consecuencia de una política de administración tributaria progresiva a medida que se recupera la actividad y, en simultáneo, una dinámica del gasto que fortalece y potencia esa recuperación", señaló.

El informe de la cartera de Hacienda recalcó que, la mejora en los ingresos del  Estado se encuentran disminuidos por las exenciones para aliviar la carga tributaria al sector de la Salud, los sectores críticos del programa REPRO II y las provincias del Norte Grande.

En cuanto a los ingresos no tributarios (+202% i.a.), se destacó lo registrado en julio por el Aporte Solidario y Extraordinario, que se utiliza exclusivamente para gastos de inclusión y destinados a morigerar los efectos de la pandemia (Ley N° 27.605).

Por su parte, la suba en las rentas de propiedad (+118%) obedece principalmente al cobro de servicios por préstamos ARGENTA del Fondo de Garantía de Sustentabilidad, que se encontraba suspendido en 2020 (+$8.944 millones), y al incremento de las rentas de Fondos Fiduciarios del SPN (+$2.138 millones).

El informe de Hacienda consignó que en cuanto a las erogaciones, el gasto primario registró en julio una suba de 44,7%, que asciende al 72% si se excluye el gasto COVID en 2020 y 2021.

Esta expansión de alrededor de 13 puntos porcentuales por encima de la inflación se encuentra impulsada por la inversión de capital y las distintas políticas de inclusión social desplegadas por el Gobierno, indicó el Palacio de Hacienda.

Los subsidios 

En materia de subsidios energéticos, los datos oficiales de julio destacan los pagos del programa de Formulación y Ejecución de Políticas de Hidrocarburos (+1,518,1%), principalmente en el marco del programa Plan Gas (+ $7.231,9 millones) y la asistencia a CAMMESA (+166%).

Las prestaciones de la seguridad social ascendieron a $282.915 millones (+41,3%).

La herencia económica que el Gobierno posterga para después de las elecciones

Esta dinámica está explicada por la actualización de la fórmula de movilidad (Ley N° 27.609), que arroja mayores incrementos para los jubilados y jubiladas en línea con la recuperación de la recaudación y los salarios de la economía.

A su vez, se puso de relieve que el gasto de capital en el mes pasado registró un crecimiento de $24.757 millones (+91,6%).

Ese fuerte aumento, de acuerdo al a información oficial, estuvo impulsado principalmente por mayor inversión de empresas públicas (+$3.136,4 millones), por la Dirección Nacional de Vialidad para la construcción de autopistas y autovías (+$7.214,8 millones) y la inversión realizada por el Ministerio de Obras Públicas (+$2.422,0 millones) en el marco del programa Formulación, Programación, Ejecución y Control de Obras Públicas.

Las advertencias en el sector energético

No obstante, más allá de las explicaciones oficiales, especialistas y entidades advierten que los subsidios, especialmente en el sector energético, están generando de nuevo otra bola de nieve.

“Los fondos públicos necesarios para cubrir el consumo de energía y gas natural superaron los US$8.000 millones en una base móvil de 12 meses en agosto, la mayor cantidad desde noviembre de 2017”, según el Instituto Argentino de la Energía “General Mosconi”.

En esa misma entidad recalcaron que los subsidios se habían reducido en forma considerable entre 2016 y 2019, pero que la actual gestión volvió a incrementarlos, algo que se profundizó ya entrada la pandemia y especialmente, este año de cara a las elecciones de renovación parlamentaria.

LR