Verano 2023

Cómo es la mansión de Amalita Fortabat que se demolerá si no se vende

En Punta del Este, está "Aldebarán" la primera mansión de Amalita de Fortabat. Cómo eran en su último esplendor algunos de sus espacios. Si no hay comprador que la remodele, su nuevo dueño la demolerá.

Aldebarán, una de las casas que perteneció a Amalita Fortabat, en Punta del Este. Foto: CEDOC Perfil

Amalita Fortabat –cuenta la leyenda–recibió “Aldebarán” como regalo de Alfredo Fortabat en 1955. Lo que fue una mansión en aquellos años de un Punta del Este muy diferente al presente, acumuló años y décadas donde hubieron más fantasmas que personas. Y lo que en su momento fue una casa que seguía el estilo de las de la zona de El Golf, pasó de moda.

Algo de ese esplendor se vio en una producción de fotos –sino la única– que se hizo en “Aldebarán” en los primeros años de la década del 90. Por entonces, Inés Lafuente –única hija de Amalita Fortabat– posó para revista Caras en varios ambientes de esa mansión. Por entonces, "Aldebarán" no tenía de vecino a "Acqua", que como característica visible, tiene una sucesión de piscinas escalonadas que pertenecen respectivamente a cada uno de los de los pisos de ese edificio de lujo.

Ayer y hoy. En los 90, Inés Lafuente -hija de Amalita– en Aldebarán. El mismo espacio en el 2023.

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A casi treinta años de esas fotos que hizo la hija de Amalita Fortabat, este verano 2023 el grupo inversor compró “Aldebarán” y los dos inmensos lotes donde está la mansión anunció que convertirá el predio en un emprendimiento inmobiliario diferente, con una nueva subdivisión del terreno para la construcción de otras propiedades. Y lo bautizaron “Amélie Ocean Residences” para que algo de su famosa dueña quede en ese gran predio de la zona de El Golf, en Punta del Este.

Ayer y hoy. Uno de los livings con cuadro de Amalita sobre la chimenea; y el living vacío. 

La idea del grupo inversor es que “Aldebarán” siga en pie y no haya que demolerla. Y eso sucederá si aparece algún entusiasta comprador que tendrá como condición, recuperar su lejano esplendor y volverla habitable. Esto le daría algo de mística a Amélie Ocean Residences. Una tarea en cierto modo cargada de mucha ilusión por parte de sus actuales dueños teniendo en cuenta que el crecimiento acelerado de la construcción que tiene Punta del Este, parece demandar de los clientes más obras nuevas que remodelar mansiones. Si ese comprador no aparece, el destino final de “Aldebarán” será su demolición y solamente quedará el “Amélie” en el nombre del nuevo emprendimiento.

EI / MCP