Coronavirus

Alemania volverá a la cuarentena estricta en Navidad y Año Nuevo

Tras la advertencia de Merkel, el confinamiento comienza el miércoles y durará hasta el 10 de enero por la escalada de casos y víctimas fatales.

El robo ocurrió el lunes 25 de noviembre en la Bóveda Verde del Palacio de Dresde, la cámara del tesoro de este emblemático castillo alemán. Foto: DPA

Alemania se encuentra en el peor momento de la pandemia: el pasado viernes 10 de diciembre alcanzó la cifra diaria más alta de muertes por coronavirus, al sumar 604 víctimas fatales, y superó las 22.000 desde el inicio de la pandemia. Luego del desconfinamiento total del verano europeo pasado y ante el aumento de casos en los últimos días, el gobierno de Angela Merkel tomó la decisión de volver a la cuarentena estricta durante las Fiestas,

Desde el próximo miércoles y hasta el 10 de enero estará en vigor un nuevo aislamiento estricto en toda Alemania, muy similar al ya aplicado durante la primera fase de contagios mundiales. El nuevo confinamiento consiste en limitar los contactos sociales a un máximo de cinco adultos de dos hogares distintos y tendrán que ser muy restringidos del 24 al 26 de diciembre, cuando los ciudadanos solo se podrán reunir con sus familiares más cercanos.

Además, quienes deseen celebrar la Navidad tendrán que reducir al máximo sus contactos durante los siete días previos a las reuniones familiares.

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Todos los comercios permanecerán cerrados, con excepción de los esenciales ligados a la salud y la alimentación. Por otra parte, quedará prohibida la venta de alcohol en la vía pública a partir del miércoles, tras el cierre de numerosos cafés y bares desde principios de noviembre, que estaban habilitados a vender vino caliente, una tradición navideña alemana.

Alemania constató que con el cierre total de restaurantes, bares, teatros, cines, museos e instalaciones deportivas durante seis semanas no alcanza, por lo que debió aumentar las restricciones de cara a las fiestas de fin de año, cuando las compras se intensifican.

El pasado 9 de diciembre la canciller Angela Merkel había expresado en un discurso que la cuarentena debía endurecerse y, a partir de ese momento, la mandataria sumó adhesiones de todos los tintes políticos, a pesar de la resistencia al confinamiento que prevalece en Europa.

"La situación sigue siendo muy grave (...) incluso se ha agravado desde la semana pasada", había alertado el jueves Lothar Wieler, presidente del instituto de vigilancia sanitaria Robert Koch (RKI). Para el científico, la epidemia sigue progresando porque la población no ha reducido lo bastante sus contactos sociales.

El número de nuevas infecciones diarias rozó las 30.000 el viernes y el sábado, muy por encima del promedio diario de la primera ola, que Alemania controló mejor que muchos países europeos.

El domingo, las cifras disminuyeron, a 20.200 nuevas infecciones en 24 horas y 321 muertos, pero esto se debe, sobre todo, a que durante el fin de semana hay muchos casos que no se comunican. El jefe del RKI consideró que la situación del país también se debe "al cansancio" de la población, después de casi diez meses de medidas inéditas.

El mapeo de la opinión pública

Una encuesta publicada el jueves por la cadena ZDF reflejó que el 49% de los alemanes afirmaba estar a favor de nuevas disposiciones, a pesar de la cercanía de las vacaciones de fin de año, frente al 13% que se declaraba en contra.

En Baviera hay toques de queda desde esta semana en las localidades más afectadas y es una de las regiones que no esperó a la reunión de crisis para tomar nuevas medidas.

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En Sajonia, la provincia más afectada, ya se había decretado el cierre de comercios y colegios, esta disposición entrará en vigor el lunes. También habrá toques de queda locales entre las 22 y las 6.

En Baden-Württemberg, salir de casa solo está permitido por razones imperiosas, es decir para ir al trabajo, comprar comida o una cita médica.

Hasta ahora a los alemanes no habían tenido un confinamiento estricto como el que vivieron España o Francia, y se les ha instado a "quedarse en casa" pero tenían libertad de movimiento.

CI/FF