En un ambiente de intrigas elegirán mañana al nuevo presidente de Italia
Luego de unas elecciones muy parejas, 1.010 grandes electores (los senadores, los diputados y 58 delegados regionales) se reunirán a partir de mañana para designar al sucesor de Ciampi.
Se atribuye al democristiano Carlo Donat Cattin una frase que pinta bien el clima de intriga y maniobras que envuelve a la política italiana cada vez que hay que elegir al presidente. “Hay tres manera de cerrar el camino al Quirinale (la sede presidencial): El puñal, el veneno y los francotiradores”. A partir de mañana, 1.010 grandes electores (los senadores, los diputados y 58 delegados regionales) se reunirán para designar al sucesor de Carlo Azeglio Ciampi para los próximos 7 años.
Se prevé que entre mañana y el martes se realizarán tres plenarios, durante los cuales será necesario el respaldo de al menos los dos tercios de estos electores. A partir del cuarto encuentro, bastará con el voto de la mitad más uno, 506. El presidente no manda mucho en Italia, pero garantiza el equilibrio entre los grupos políticos y entre las regiones.
Si bien el puñal y el veneno ya no se usan, los francotiradores son figuras aún vigentes, pero bajo un nuevo formato: son las decenas de diputados, senadores y delegados regionales que suelen enturbiar este tipo de votaciones. Es que, refugiados en el voto secreto, en el pasado han hecho trizas las esperanzas de candidatos muy fuertes, como Arnaldo Forlani en 1992.
1.010 grandes electores se reunirán para designar al sucesor de Carlo Azeglio Ciampi para los próximos 7 años.
Por eso, las dos principales coaliciones, La Unión, del líder de centroizquierda Romano Prodi, futuro primer ministro luego de su triunfo en los comicios del 9 y 10 de abril, y La Casa de las Libertades, de centro derecha, del ex premier Silvio Berlusconi, han estado negociando a todo vapor para llegar a un candidato de consenso, que les ahorre desagradables sorpresas a la hora de las votaciones.
Hasta ahora esas negociaciones han fracasado. La alianza de centroizquierda postula al ex comunista Massimo D´Alema, principal dirigente de los Democráticos de Izquierda. Berlusconi lo considera el verdadero líder de La Unión, pero ha dicho públicamente que no puede apoyarlo porque su electorado conservador no lo comprendería. “Massimo es muy bueno, es el más inteligente, pero sigue siendo un comunista”, dijo Berlusconi de gira en Nápoles.
De todos modos, en la política italiana cuentan mucho los matices y varios analistas sostienen que Berlusconi podría respaldarlo en forma indirecta si considera que, como presidente, no impulsaría la partición de su imperio mediático. Por ejemplo, apoyando a un candidato con pocas chances, como su principal consejero, Gianni Letta. Si el nombre de D´Alema no avanza, el centroizquierda podría alumbrar otros postulantes, como el ex premier Giuliano Amato, un socialista con buenos vínculos con los conservadores y con los empresarios. Pero, no es bien visto por los sectores de izquierda de La Unión.