Cónclave 2025: los detalles de la elección de un nuevo Papa y quiénes son los favoritos en el Vaticano
Serán 133 los cardenales electores encargados de escoger al 267º Romano Pontífice en la Capilla Sixtina, bajo lo establecido por la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis.
El Vaticano ha detallado nuevamente el estricto procedimiento que se lleva a cabo en el Cónclave para la elección del nuevo Papa, una ceremonia cargada de tradición, secreto y solemnidad. Serán 133 los cardenales electores encargados de escoger al 267º Romano Pontífice en la Capilla Sixtina, bajo lo establecido por la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis.
Comenzó el Cónclave 2025 para la elección del nuevo Papa
Cada uno de ellos recibe una tarjeta rectangular con espacio para escribir el nombre del elegido. Previamente, el maestro de ceremonias reparte las papeletas necesarias (al menos dos o tres por cardenal), tras lo cual el último cardenal diácono sortea los nombres de tres escrutadores, tres infirmarii (encargados de recoger votos de los cardenales enfermos) y tres auditores. Si alguno de los sorteados no puede cumplir su función, se realiza un nuevo sorteo.
Una vez que la Capilla Sixtina queda sellada y sin presencia de personal externo, los cardenales votan por orden de precedencia. Luego de escribir y doblar su papeleta, la sostienen en alto, caminan hasta el altar y pronuncian en voz alta la fórmula: “Pongo por testigo a Cristo Señor, que me juzgará, de que mi voto es dado a aquel que, según Dios, creo que debe ser elegido”. Acto seguido, colocan su papeleta sobre un plato y la introducen en el receptáculo.
En el caso de los cardenales enfermos, si pueden estar presentes pero no caminar, un escrutador los asiste. Si están en sus habitaciones, los" infirmarii" llevan una urna sellada y las papeletas, luego regresan con los votos para ser incorporados al conteo principal.
Tras el voto de todos los cardenales, el primer escrutador baraja las papeletas. Luego, el último escrutador las cuenta. Si la cantidad no coincide con el número de votantes, se anulan todos los votos y se repite la elección. Si coincide, se realiza el recuento formal: cada papeleta es leída en voz alta por uno de los escrutadores, mientras otro la anota. Si dos papeletas están unidas y tienen el mismo nombre, se cuenta como un solo voto; si tienen nombres diferentes, ambas se anulan, pero sin invalidar la votación.
El nombre del futuro Papa: ¿será Juan XXIV, como vaticinó Francisco?
Los votos se ensartan en un hilo tras ser pinchados en el punto donde se encuentra la palabra Eligo, se atan y se depositan en un recipiente. Luego son quemados en una estufa de hierro fundido instalada desde 1939. En caso de elección, el humo es blanco; si no hay elección, se utiliza una sustancia química para que el humo sea negro.
Para que un candidato sea elegido Papa, debe obtener al menos dos tercios de los votos, lo que equivale a 89 sufragios en este cónclave. Las votaciones se realizan cuatro veces por día: dos por la mañana y dos por la tarde. Si después de tres días no se llega a un acuerdo, se interrumpe la votación por un día para orar y dialogar. Este proceso puede repetirse hasta 21 votaciones, con pausas intermedias de reflexión y exhortación espiritual, a cargo de distintos cardenales por orden jerárquico.
Los favoritos en el Vaticano para el cónclave 2025
Matteo Zuppi
Arzobispo de Bolonia y presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, el cardenal Matteo Zuppi representa la continuidad del pontificado de Francisco. De orientación progresista y con una fuerte vocación pastoral, es apodado el “cura callejero” por su cercanía con los más vulnerables. Vinculado a la Comunidad Sant’Egidio, su figura es la favorita del bloque progresista, que buscará consolidar entre 40 y 50 votos en la primera ronda. Sin embargo, su alta exposición podría jugarle en contra, dado que en estos procesos los favoritos tempranos suelen perder impulso con rapidez.
Pietro Parolin
Con 70 años y un largo recorrido dentro de la Curia Romana, Parolin fue secretario de Estado durante el papado de Francisco y es considerado su mano derecha en materia diplomática. Su estilo moderado y conciliador lo posiciona como el candidato de equilibrio entre progresistas y conservadores. Se estima que podría comenzar con una base de unos 50 votos, lo que lo convierte en una opción fuerte en caso de estancamiento en las votaciones.
Mano derecha y arquitecto diplomático: Pietro Parolin, el candidato del papa Francisco al cónclave
Luis Antonio Tagle
El filipino, de 67 años, es el único que compite seriamente con el favoritismo de Parolin. El enfoque que ha mostrado Francisco hacia Asia fortalece la posición del exarzobispo de Manila, quien se perfila como un candidato de gran peso, respaldado por sectores muy variados en el cónclave más internacional hasta la fecha. Además, representa la alternativa que con mayor claridad daría continuidad al legado del Papa Francisco.
Peter Erdo
Desde Hungría, el cardenal Peter Erdo, arzobispo de Budapest, aparece como el referente del sector más tradicionalista. Con una sólida formación teológica y habilidades de gestión, cuenta con el respeto del ala conservadora del Colegio Cardenalicio, aunque su base inicial rondaría los 30 votos. Su candidatura refleja que el sector tradicional aún tiene influencia, aunque con menos posibilidades de imponerse en esta ocasión.