Genocidio en Gaza

Los llamados al boicot contra Israel se expanden a la cultura

Javier Bardem. El actor español vistió la kufiya en la gala de los Premios Emmy. Foto: cedoc

Músicos, actores y escritores de países occidentales se sumaron a un boicot internacional a Israel por la guerra en Gaza, con la esperanza de emular el éxito del bloqueo a Sudáfrica en tiempos del apartheid.

En contraste con sus gobiernos, reticentes a imponer sanciones a un aliado clave en Medio Oriente, celebridades del mundo cultural se sumaron a la iniciativa de otros grupos que buscan presionar a sus líderes para que tomen medidas para frenar a Tel Aviv y su ofensiva en la ciudad de Gaza.

“No hay ninguna duda en mi cabeza de que, globalmente, nos encontramos en un punto de inflexión”, sostuvo el actor británico Khalid Abdalla, conocido por sus papeles en la película Cometas en el cielo o en la serie The Crown.

El intérprete es uno de los miles de firmantes de la carta abierta impulsada por Film Workers for Palestine (Trabajadores del cine por Palestina), a la que se sumaron estrellas cinematográficas como Javier Bardem, Emma Stone, Joaquin Phoenix o Gael García Bernal. En una carta publicada en el medio británico The Guardian, los actores de Hollywood anunciaron que dejarán de trabajar con instituciones israelíes “implicadas en el genocidio” en Gaza. La guerra en el enclave palestino también fue protagonista de la reciente Mostra de Venecia y de la gala de los premios Emmy el pasado domingo, donde el actor español volvió a vestir el pañuelo que simboliza la resistencia palestina (kufiya).

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El clamor en el ámbito cultural llega también al mundo de la música. El grupo británico Massive Attack anunció el jueves que se unía a una iniciativa de la industria para bloquear sus canciones en Israel y pidió a Spotify que las retirara de su plataforma. Además, sobre Israel se cierne también un posible boicot en el popular festival de la canción Eurovisión o incluso una exclusión de las competiciones deportivas, medidas que está promoviendo el jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez.

“Creo que estamos viendo una situación que es comparable al movimiento de boicot contra el apartheid en Sudáfrica”, opinó Hakan Thorn, experto en el régimen racista africano de la Universidad de Goteborg. El académico sueco se refirió al boicot internacional al gobierno supremacista blanco a comienzos de 1960, cuando artistas y deportistas se negaron a acudir al país. 

Según Thorn, inicialmente muchas figuras públicas no quisieron posicionarse sobre la guerra en Gaza por “la historia del Holocausto y las “críticas al movimiento propalestino”. “Pero hubo definitivamente un cambio (…) cuando el mundo vio las imágenes de la hambruna en Gaza”. 

Acusaciones de antisemitismo. El gobierno israelí suele reaccionar a estos llamados al boicot tachando de antisemitas a sus promotores. El primer ministro, Benjamin Netanyahu, los describe como “simpatizantes de Hamas”. Estas acusaciones, sin embargo, generan “una falta de confianza sobre cuáles son de hecho los límites del antisemitismo”, consideró David Feldman, responsable del Instituto para el Estudio del Antisemitismo del Colegio Birkbeck de la Universidad de Londres.

“Pero cualquier intento de identificar el movimiento de boicot a Israel con el antisemitismo es desatinado”, dijo a AFP. “Es un método para protestar contra la destrucción israelí de Gaza y el asesinato de personas”, concluyó.