Carlos Heller: "Los bancos no podemos hacer lo que Caputo pide que hagamos con los dólares colchón"
El político y dirigente financiero cuestionó el presupuesto oficial y la manipulación de las expectativas inflacionarias como mecanismo de ajuste. Al mismo tiempo, adviertió sobre los riesgos de la desregulación financiera y el impacto de estas decisiones en el consumo y la democracia.
El político y dirigente financiero Carlos Heller analiza la situación económica actual de Argentina, señalando que el presupuesto oficial carece de realismo y que la inflación se utiliza para diluir gastos a costa de quienes no pueden ajustar sus ingresos. Según su entrevista del programa Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190), alertó sobre las limitaciones: “Los bancos no podemos hacer lo que Caputo pide que hagamos con los dólares colchón”.
El dirigente político, economista y referente del cooperativismo, Carlos Heller, construyó una extensa trayectoria tanto en el sistema financiero solidario como en el Congreso. Se desempeñó como diputado nacional por la ciudad de Buenos Aires en distintas etapas, primero por el Frente para la Victoria y luego por el Frente de Todos. Además, ocupó un lugar central en el Banco Credicoop como presidente, una de las principales entidades financieras cooperativas del país.
Tenés la experiencia de haber conducido la comisión Permanente de Presupuesto y Hacienda durante varios años y me pregunto desde qué punto de vista institucional finalmente carece de valor un presupuesto que plantea 10% de inflación y el precio del dólar en diciembre del año próximo a un valor menor que el actual.
Sí, pero por lo menos una parte de eso, sin ninguna duda, implica más recursos. Automáticamente, el presupuesto te obliga con esos más recursos, porque hay cosas que incluso están porcentualizadas a determinados ingresos.
Pero aunque sea te quede 2% más discrecional, ese 2% es la diferencia entre superávit y déficit, o lo estoy entendiendo mal. Digo, no es que todos los gobiernos subestiman la recaudación para eso.
No, no es lineal. Solo intento decir que las cosas no son lineales, son un poquito más complejas. Después hay que ver también por qué la inflación siempre es un instrumento de la puja distributiva. Porque si la inflación dejara a todos los actores iguales, sería neutra. Es decir, yo gano dos y pago dos. En los procesos inflacionarios hay unos que ganan y otros que pierden. Generalmente, el que puede trasladar a precios todo el impacto de la inflación gana o no pierde. Y pierde el que no puede trasladarlo a precios o no lo puede hacer con la misma velocidad.
Eso es visto desde los agentes económicos individuales. Ahora, visto desde el Estado, con la inflación el que gana es el Estado porque es un impuesto. Finalmente, el que gana es el Estado. Vos me podrás decir que después tiene que corregir los salarios públicos, pero como los corrige por debajo de la inflación, más inflación implica más recaudación. Creo que coincidirás conmigo en que el Gobierno fue inflacionario. Lo que hizo en diciembre de 2024 no fue un plan antiinflacionario. Lo que hizo fue generar una inflación adicional con un único objetivo: licuar sus gastos. Entonces, una inflación mayor, con paritarias menores y con algunos gastos que no sean todos coparticipables.
Si el único objetivo del presupuesto es tener superávit fiscal y no resolver los problemas de la gente, siguiendo la lógica del Gobierno, estamos en una situación que como mínimo es perversa.
¿Por qué ponen 10% de inflación si va a ser 20 o 25? No son tontos, lo están haciendo a propósito...
Creo que ponen 10% de inflación porque es la herramienta que más resultado les da para mantener viva la expectativa en un montón de gente. El Presidente el año pasado decía que a mitad de este año la inflación iba a estar en cero. Eran 18 meses en el origen. En algún otro manual encontró que eran 24. Después dijo que iba a ser en agosto del año que viene y ahora, en su último discurso, dijo que iba a empezar con cero.
Si diera 0,9, el Presidente podría decir que acertó y que el pronóstico fue adecuado.
Pero la inflación también tiene otros efectos sobre la economía. Por eso digo que no es tan lineal, porque incide en los niveles de consumo y producción. Puede haber más inflación y eso indicar nominalmente más recaudación, pero traer aparejada una caída de la actividad económica y terminar recaudando menos. Las cosas van combinadas. Si se sigue abriendo la economía, permitiendo que entren productos importados que compiten con la producción nacional, eso destruye empleo. Los que pierden el empleo consumen menos, consumen de menor calidad o consumen en lo informal, y ese consumo informal no tributa impuestos. Todo eso hay que verlo en esa complejidad del análisis.
Convertir el equilibrio o el superávit fiscal en un axioma inamovible e incuestionable es un error gravísimo. No soy hincha del déficit fiscal, pero sí enemigo del ajuste como herramienta para resolverlo. Decime una cosa: ¿qué país central tiene superávit fiscal? Muy pocos, y son periféricos. Todos los países que Milei admira son ampliamente deficitarios. El problema de la Argentina es que esos países no tienen problemas en tomar deuda.
El problema de la Argentina es el endeudamiento excesivo, que condiciona todas las políticas. Todo lo que escuchamos es que se gestiona más deuda para refinanciar deudas que vencen, incluso mintiendo. Caputo dijo que se está refinanciando la deuda heredada. Le faltó decir que la heredó de su gestión anterior. Técnicamente tiene razón porque lo que vence ahora es lo que renegoció Guzmán de los bonos emitidos por Caputo.
En la primera renegociación de bonos se logró quita de capital, reducción de tasa y extensión de plazos. Eso llevó a incorporar en la ley financiera la obligación de pasar por el Congreso y exigir al menos dos de estas tres condiciones en una renovación: más plazo, menos tasa o más monto. Con el presupuesto se aprobó que el país pueda tomar deuda externa. Eso es de una gravedad extrema. En los países centrales no se toma deuda sin el Parlamento. Cuando se elimina al Parlamento de las decisiones fundamentales, se pone en peligro la esencia del sistema democrático.
Los indicadores de mora están aumentando de manera muy preocupante, especialmente en personas. Todavía no se observa tanto en empresas. Esta situación se da en todo el sistema, sobre todo en entidades no bancarias, fintech y esquemas con tasas elevadas. En los bancos sube en menor medida. En nuestra institución siempre registramos niveles más bajos por criterios prudentes, y hoy crece al mismo ritmo que el resto del sistema. La mora en créditos personales y tarjetas se incrementó significativamente. El problema no recae en el banco, sino en quienes primero financiaron alimentos con tarjeta, luego pagaron el mínimo y finalmente dejaron de poder cubrir los pagos. Al mes siguiente no pueden comprar porque se quedan sin dinero ni financiamiento, generando consecuencias sociales y económicas directas.
Cuando escucho decir que se crea empleo y que el salario crece por encima de la inflación, digo que no es real. No se puede decir que echar a alguien del CONICET y tomar un repartidor conserve el empleo. Son empleos distintos, afectan a personas distintas e inciden de manera diferente en la economía. Sobre el empleo formal hay datos. Sobre el informal hay encuestas. Mezclar encuestas con datos y presentarlo como información sólida tiene un problema epistémico.
El dato de servicios financieros en el PBI excede a los bancos. Incluye operadores de bolsa, fondos de inversión y actividad financiera no bancaria. Los bancos son entidades muy reguladas. Ese crecimiento no refleja balances bancarios.
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Hoy existen dos sistemas financieros. Por eso, cuando el ministro dice que lleven dólares al banco, hay que aclarar que el Banco Central mantiene las mismas normas. La ley no está promulgada ni reglamentada. Los bancos deben pedir el origen de los fondos. No pueden hacer lo que dice el ministro. Por eso las cuatro cámaras bancarias pidieron una mesa de trabajo urgente al Banco Central, porque en las condiciones actuales no se puede cumplir con lo que el Gobierno pide.
MV cp