Guillermo Moreno: "Celebro el acuerdo con Estados Unidos a pesar de Milei"
El secretario de Comercio Interior en los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner resaltó la importancia de las decisiones económicas recientes. Según explicó, ayuda a organizar la deuda, garantizar el flujo de dinero y dar mayor estabilidad económica al país a mediano plazo.
El economista y político argentino Guillermo Moreno afirmó que la Argentina debe tomar decisiones estratégicas que trasciendan cualquier gestión. A juicio de sus palabras, en el programa de Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190), “Celebro el acuerdo con Estados Unidos. Esto va más allá del gobierno: es estrategia nacional”, señaló, diferenciando su postura del presidente Javier Milei y resaltando la necesidad de pensar a mediano y largo plazo.
El empresario, economista y político, Guillermo Moreno, fue secretario de Comercio Interior durante los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner. Actualmente preside Principios y Valores, partido que él mismo fundó.
El consultor político ecuatoriano Durán Barba comentaba: “Él creía que los acuerdos con Estados Unidos, lejos de beneficiar electoralmente al gobierno, le iban a perjudicar, porque la mayoría de la gente lo percibía (…)”. Según él, existe un sentimiento de antinorteamericanismo, y al mismo tiempo la población lo veía como una entrega; a la ciudadanía no le importaba la balanza comercial ni financiera, sino la balanza de los kilos de comida que pesa cada semana para llevar a su casa. Me gustaría conocer su opinión: ¿cree que el resultado del 7 de septiembre en la provincia de Buenos Aires anticipa algo para el peronismo: mejor, peor o igual?
Al acuerdo con Estados Unidos lo celebro. Hoy lo expresé por escrito en una nota económica en uno de los pocos diarios especializados que existen en Argentina, porque resuelve varios asuntos, por ejemplo, el flujo de caja para los próximos veinte años para cumplir compromisos de deuda. No es lo mismo emitir bonos y ya tener comprador que no disponer de él. Durán Barba habló desde su perspectiva sociológica como politólogo, pero para un economista, emitir bonos con comprador asegurado es extraordinario. Esto va más allá del gobierno: es estrategia. Nada de esto ocurre de un día para otro; son relaciones técnicas, contratos y convenios que requieren tiempo, y está bien, lo celebro.
Digo esto porque el verdadero adversario de Argentina no es Estados Unidos, sino Gran Bretaña, que ocupa nuestras tierras y mantiene un acuerdo de defensa estratégico con Chile. Un reportaje reciente en un diario nacional destaca lo que vengo señalando: la posición estratégica de Chile y la discusión sobre la Patagonia y la Antártida, especialmente esta última. Ahí se centra nuestro conflicto: tenemos un problema en el Atlántico con los británicos que ocupan las Islas Malvinas (Georgias del Sur y Sandwich del Sur) y el océano circundante como zona económica exclusiva. Además, el 25% de nuestra superficie está usurpada con un acuerdo de defensa con Chile, lo que genera un debate sobre la Antártida. Ahí se concentran los intereses nacionales y desde allí debemos organizar el resto.
En este contexto surge el acuerdo país–país, que debe ser a mediano plazo y reemplaza una decisión de Estados Unidos de la década del 70, cuando Henry Kissinger declaró que América Latina, como ellos la llamaban —nosotros la denominamos iberoamericana—, seguiría la dirección que tomara Brasil. Esa declaración generó gran escozor.
Actualmente aparece otra relación estratégica entre Argentina y Estados Unidos, producto de que Brasil mantiene, por ahora, vínculos estratégicos con China; para mí, esto es un error, aunque es un problema de los chinos, no de los brasileros ni nuestro. Este análisis es clave para centrar el interés nacional argentino y decidir desde allí.
Cuando el presidente Javier Milei percibe que a corto plazo no ingresarán fondos y enfrenta un “lunes negro”, con el gobierno al borde del colapso —como reconocieron varios diarios y analistas— toma la decisión de poner en cero las retenciones a productos primarios, principalmente soja y maíz, y también cebada, lo que podía exportarse. Esta medida generó un ingreso de dólares por un lado y, por otro, provocó un aumento de la comida entre 5% y 10%, afectando aún más el poder adquisitivo de los sectores populares: trabajadores activos, pasivos, formales e informales. Nadie puede suponer que un gobierno que encarece los alimentos mejore su desempeño electoral. Además, quedó claro que las exportadoras fueron responsables; incluso se identificó al gerente general del sector, vinculado a CIARA y SEC.
Sorprende que la Sociedad Rural Argentina, cuyos miembros se consideran casi dueños de la nación y propietarios de extensas tierras de la zona núcleo de la Pampa Húmeda, haya sido timada por gerentes. En mi experiencia con el expresidente Mauricio Macri, nunca vi que los gerentes engañaran a un propietario, salvo en casos excepcionales. Esto demuestra que el PRO mantiene su control, mientras los demás actores se retiraron; los gerentes que estafaron a la Sociedad Rural podrían enfrentar problemas, especialmente Nicolás Pino.
El 38% de la población argentina reside en la provincia de Buenos Aires. Por primera vez, las elecciones desdobladas en territorio bonaerense permiten medir el ánimo social: si mejora, empeora o se mantiene igual entre esa fecha y el 26 de octubre. ¿Cree usted que la diferencia a favor del peronismo frente a La Libertad Avanza (LLA) se mantendrá, reducirá o ampliará?
Electoralmente, el peronismo va a ganar en todo el país. Todos los que, de alguna manera, se identifican como peronistas, incluidos los de Santa Cruz, harán que gane muy bien en las elecciones. Yo creo que hoy, a nivel nacional, el oficialismo empieza su porcentaje con el número dos; ya no comienza más con el número tres.Y si esto sigue así, no sé si para octubre no empezará con el número uno. Se va a agrandar y habrá más de 20 puntos de distancia.
Antes de los comicios, aseguré que el peronismo ganaría con claridad: lo consiguió y ahora lo hará aún más. Esto ya cuenta con un esquema de salida, ya se percibe el cambio, como dicen los muchachos. Se nota en el clima de la gente, en la calle, en las fotos, en cómo se expresa la población, en los gestos de la vocera. La situación indica que el gobierno está de salida, y la Rural sigue afectando el escenario. No pueden aceptar lo que les hicieron, y no tenga duda de que, si es necesario hablar con la familia Cargill-MacMillan, lo harán y le dirán: "Tu presidente en Argentina, ¿qué hizo? Usted sabe cómo es este, porque usted es dueño. Puede ser propietario grande o chico, no es otra historia, pero tiene control".
Entonces, la Sociedad Rural, si aún no habló con la familia en Estados Unidos, le falta poco. No digo que vayan a negociar con el Partido Comunista Chino, pero le harán sentir el rigor también a ese partido. El comercio funciona mirándose a los ojos y dándose la mano. Después se firman todos los contratos.
En 2015, mucho menos que en 2023. Si usted lo coloca en 2013, que es el momento no solamente en que usted sale, sino que ingresa el actual gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, como ministro de Economía al gobierno nacional. ¿Cuál es su opinión de cómo sale de estas elecciones, tanto las de septiembre como las de octubre? Ahora si, de cara al año 2027, ¿lanza su candidatura a presidente?
Nadie discute a Kicillof como gobernador, pero si muchísimos lo discuten como ministro de Economía. Hay que ver si habla de economía: ¿qué economía plantea? Es muy difícil plantear una Argentina de producción y trabajo con los chinos atrás, porque es obvio que es lo que él mismo dijo: le mandamos materia prima y recibimos productos industriales. Bueno, esa no es la Argentina peronista, sino productos primarios y productos manufacturados, y aparte para tener la tasa de desocupación tendiendo al mínimo. La única posibilidad de que no te sobre mano de obra es que rentabilices el país.
Ahora el mundo va al nacionalismo de brazos abiertos, de inclusión, que se empieza a estudiar en el mundo. Es un concepto claramente argentino, porque somos los pueblos los que hablamos de nacionalismo de brazos abiertos. No es el nacionalismo europeo de puños cerrados, es otro el que enseñó su santidad, que la historia describe en los pueblos, y permite que el pueblo vuelva a trabajar y que se deje de hablar de esa tontería de renta básica universal, que el hombre parece poder vivir sin trabajar y entonces no cumple el principio bíblico de “te ganarás el pan con el sudor de tu frente”.
Hay que establecer que la relación sea Estado-Estado, pero ¿cómo seguirá la administración del presidente Javier Milei durante los próximos dos años?
Es necesario hallar una salida elegante. Hay que cerrar esta etapa de los presidentes presos y toda esa saga. Si la administración falla, como claramente sucedió, no hay por qué no buscar una solución. Los países serios resuelven los problemas cuando el gobierno no funciona, y la crisis que intentaron contener el lunes pasado con la medida de eliminar las retenciones demuestra que la macroeconomía está en desorden, y si falla, es evidente que la micro también sufrirá.
¿Qué está pasando ahora? ¿Por qué hay que soportar dos años más de castigo? Se puede encontrar una salida dentro de la ley y el orden. ¿Y quién encabezaría esa transición, así como Eduardo Duhalde lo hizo en 2002?
Dos de cada tres bonaerenses están en contra del acuerdo con Estados Unidos
Yo creo que será un gobierno de unidad nacional. El otro día me preguntaron cómo armaría el gabinete. Yo pondría a Ricardo López Murphy en el Banco Central, a Pablo Challú en el Ministerio de Economía, y a Roberto Feletti en el Banco Nación; toda gente experta, un buen recaudador que no perjudique a las empresas, pero que cobre lo que corresponde, que comprenda el mercado y lo que se debe recaudar. Me parece que sobre eso debemos pivotear: un gobierno de unidad nacional que ordene la macroeconomía, que va a costar, pero hay que organizarla.
mv
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