Manuel Zunino: "En CABA se despolariza la elección"
A tres días de las elecciones legislativas, el director de la consultora Proyección analizó el escenario electoral en los principales distritos. En Ciudad de Buenos Aires, la competencia está fragmentada.
Manuel Zunino, director de la consultora Proyección, indicó cómo miden las principales fuerzas de cara a las elecciones legislativas del próximo domingo y adelantó que el escenario electoral en la Ciudad de Buenos Aires será el menos polarizado del país. Según explicó en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (AM 1190), Ricardo López Murphy podría disputar votos con La Libertad Avanza por derecha, mientras que Myriam Bregman lo haría con Fuerza Patria por izquierda.
Manuel Zunino es docente, sociólogo y consultor político. Actualmente dirige la consultora Proyección, que realiza encuestas mensuales de alcance nacional.
La Libertad Avanza sería la fuerza más votada a nivel nacional, según las últimas encuestas
Yo no puedo dejar de decir, en nuestro pacto de lectura habitual, que venimos de gráfica, que veo su cara y veo la cara de su padre, que dirigió el diario Perfil, dirigió la revista Noticias, le veo los mismos ojos, así que me genera emoción. Y casualmente “emoción” fue la palabra que usó cuando estábamos en la tanda comercial para decir que el voto es emoción y que eso dificulta las fuerzas intermedias, aumenta la polarización y, por ejemplo, es un problema para Provincias Unidas.
A mí también me genera mucha emoción estar acá. Yo también me veo y veo la cara de mi padre. A veces voy a la tele y hago un gesto de homenaje, vos lo reconocés muy bien.
Sobre el escenario, veo varias cosas. Primero, a nivel nacional, una elección bastante pareja, muy distinta de la que pensábamos hace diez semanas. Hace diez semanas se habían cerrado las alianzas. En agosto veíamos un gobierno muy fortalecido, por lo menos proyectaba esa imagen, que parecía que arrasaba, que pintaba el país de violeta. Y eso, de a poquito, empezó a cambiar, pero aceleradamente, porque fueron diez semanas.
Hoy tenemos una elección pareja, muy ajustada a nivel nacional, difícil de pronosticar, con una leve ventaja de La Libertad Avanza en mis sondeos, pero con varios asteriscos”. Uno es que el Gobierno viene en descenso en lo que va del año en intención de voto; las encuestas muestran que perdió, en diez meses, casi diez puntos.
Después, dominan las emociones negativas en torno al Gobierno. Sabemos que el voto es principalmente emocional. Y empezaron a dominar las emociones negativas. Y no solamente estoy hablando del votante opositor al Gobierno, estoy hablando principalmente del votante de La Libertad Avanza. En los estudios cualitativos aparece una crítica a Milei dentro de su propio votante y el resto no reacciona. Hace un año, vos en un focus group veías que un votante de Milei deslizaba una crítica y el resto se tiraba arriba de la granada, trataba de decirle: “No, pero pará, está haciendo todo lo posible, el Gobierno va bien, el rumbo es correcto”. Hoy eso ya no pasa. Empiezan a aparecer emociones negativas, que son las que dominan el escenario.
En ese sentido, La Libertad Avanza está mejor en las encuestas, en un escenario bastante parejo. Domina, pero hay que poner un montón de peros, porque los distintos indicadores nos muestran que la tendencia no es favorable al Gobierno. Yo veo un escenario bastante complicado para La Libertad Avanza, sobre todo respecto a las expectativas de construcción.
Epistémicamente, en tu profesión, los números te muestran que La Libertad Avanza gana por un poquito, pero hay algo en los cualitativos que te dicen: “No, estos pierden mal”. ¿Cómo se resuelve eso?
Y con muchísimo conflicto. A la hora de acostarse, uno está pensando en eso, y son dos datos reales. El dato cuantitativo, el dato más duro, me muestra a La Libertad Avanza en 36 puntos, pero la veo en una tendencia, una línea decreciente sostenida, con muchas dificultades.
Lo cualitativo son las encuestas. Los focus group, en cambio, después no aparecen en la encuesta.
Claro, porque obviamente no son transformables en números. Lo que vos podés ver es la emoción a flor de piel: mirás a la gente a los ojos, interactuando, y ahí empezás a ver mucha dificultad para encontrar argumentos que defiendan al Gobierno.
¿Y qué hace alguien en tu posición cuando encuentra que los cuantitativos le dan a favor del Gobierno y los cualitativos, en contra?
Yo trato de ser cauto, porque me parece que tampoco nuestro trabajo es predecir lo que va a pasar el domingo. Se nos solicita eso, pero me parece que cualquiera que salga a decir que sabemos lo que va a pasar el domingo, está jugando un pleno. Y a la vez, vos podés apostar al rojo o al negro y después sale alguno de los dos, está claro.
El PRO retiró sus fiscales de La Matanza y estalló la tensión con La Libertad Avanza
¿Las encuestas cuantitativas arrojan una ventaja para La Libertad Avanza, pero los focus group y las entrevistas personales indican exactamente lo contrario?
Es bastante incierto el panorama. Hay algunas certezas igual que podemos encontrar. Haciendo un análisis más allá de los datos, hay tres factores que determinan el voto. El primero es la marca. Estamos en una elección que se polarizó, una polarización de baja intensidad si la comparamos con elecciones anteriores, donde las dos principales fuerzas agrupaban el 90%. Hoy probablemente agrupen menos, pero la polarización juega sobre todo en la emoción: los polos atraen emocionalmente a los votantes. Lo que más pesa es la marca.
¿Hay una sola marca?
Hay dos marcas: La Libertad Avanza y Fuerza Patria. Fuerza Patria no compite en todo el país. Pero la gente, vos preguntás incluso en provincias donde no compite, e identifican a Fuerza Patria como el espacio de Cristina Kirchner, Axel Kicillof, Sergio Massa. Está dividido el panorama en esas dos fuerzas del PJ.
Lo segundo que más pesa es la gestión. Los gobernadores, casi en su totalidad, tienen buena valoración de su gestión, y estamos jugando elecciones provinciales. Y lo tercero son los candidatos. Esos tres factores, si se combinan al alza, el candidato gana. Y no es lo mismo la marca Fuerza Patria en provincia de Buenos Aires que en Ciudad. La ganadora ya sabemos cuál es en cada una. Marca ganadora, gestión local bien valorada y buen candidato: ahí no tengo incertidumbre, gana esa figura.
En el caso de Córdoba, Juan Schiaretti juega con una tercera marca, tiene la gestión provincial bien valorada y él es un buen candidato. Está muy peleado ese escenario. Ahí sí tengo incertidumbre, porque si estuviera jugando con La Libertad Avanza, te digo que arrasa. Es un buen candidato, con buena gestión, pero con una marca de menor peso. Esos son los tres factores que uno ve provincia por provincia.
¿Lo mismo en Santa Fe?
Lo mismo en Santa Fe, mucho más polarizado. Veo a la candidata de Maximiliano Pullaro en tercer lugar, corriendo bastante atrás.
¿Ahí ves ganador en Santa Fe más claramente a La Libertad Avanza?
No, tengo al peronismo arriba, pero en una elección muy pareja. Y en Córdoba tengo a La Libertad Avanza arriba. Son las hipótesis con las que trabajamos.
Otro punto es la tendencia. Marcabas que la marca La Libertad Avanza y Milei vienen perdiendo de manera sistemática desde hace dos meses. ¿Lo de Estados Unidos no lo ayudó en nada?
Yo creo que lo ayudó a tratar de encontrar un piso, el Gobierno necesitaba de alguna manera encontrar un piso en esa caída. El piso se conseguía con cierta idea de estabilidad interna.
¿Siguió cayendo, pero cayó en menor proporción?
Claro, se amesetó en las últimas dos semanas. Lo de Estados Unidos generó cierta sensación de estabilidad en una parte de la sociedad. Pero finalmente, cuantitativamente, detuvo un poco la caída. No solamente fue Estados Unidos, fue un Gobierno que empezó a recuperar la agenda, un Gobierno que se ordenó para adentro, a pesar de que sigue habiendo un montón de tensiones, incluso algunas al aire libre, que se ven en Twitter todos los días. Pero en ese sentido vimos un Gobierno, en las últimas semanas, que paró de caer.
¿Qué imaginás que va a pasar el 27? ¿Cómo se va a interpretar el resultado?
Creo que va a ser una pelea. Lo que se pone en juego es la interpretación de todo. No es solamente una cuestión coyuntural. Lo que está en juego principalmente es un plebiscito de Milei, cómo lo ven a Milei: los propios, los aliados y los adversarios. Lo que va a tratar de construir el Gobierno es una sensación de fortaleza.
Creo que ya se desterró esa idea de que el mapa se pinta de violeta. Estamos muy acostumbrados a leer la elección viendo los colores de los mapas. Eso va a estar muy dividido. Creo que el Gobierno, a lo sumo, ganará diez provincias, con lo cual no puede presentarse como un gobierno fuerte en ese sentido. Si gana por puntos al peronismo, claramente Milei va a salir a festejar.
Y después hay cinco provincias donde se juega todo: Buenos Aires la tiene perdida, la Ciudad de Buenos Aires y Mendoza las tiene ganadas. Si gana Santa Fe o Córdoba, va a poder decir: “Gané tres de las cinco”. Si pierde por un dígito en provincia, contará eso como un éxito, como una recuperación. Lo que está en disputa el otro día es la interpretación.
¿Lo que hay que mirar es qué pasa en Córdoba y Santa Fe?
Creo que sí, principalmente porque son los resultados abiertos. Las otras provincias muy difícilmente cambien de tendencia.
Como los estados swing, como pasa en Estados Unidos. Ahí es donde puede estar lo que termine colocando a La Libertad Avanza en 36 y no en 32, por ejemplo.
Exacto. Además son distritos, en términos de volumen, muy importantes. Estamos hablando del 6 y el 8%, y definen la elección. Igual yo miraría también la categoría de diputados en la Ciudad de Buenos Aires. Ahí está teniendo muchas dificultades el candidato de La Libertad Avanza, mide mucho menos que Patricia Bullrich.
Hay algo muy particular: va a ser probablemente la elección menos polarizada, porque por las dos puntas tensionan otros candidatos. A Alejandro Fargosi lo tensionan Ricardo López Murphy, Martín Lousteau, Hernán Reyes, y algunas opciones que son como el voto residual del votante amarillo que no quiere votar a La Libertad Avanza. Itai Hagman tiene un problema grande también, que es Myriam Bregman. El votante peronista siente mucha simpatía por Miriam Bregman y la vota.
Si vos hacés estudios cualitativos en focus group, lo que se llama ejercicios proyectivos y le decís al votante del peronismo que elija un jugador del equipo adversario que querés que juegue en tu equipo, la primera que aparece es Myriam. Están tensionado por los polos, tanto el peronismo con la izquierda como La Libertad Avanza con candidatos de derecha.
¿En la boleta clásica de papel vos votabas diputado y senador en una sola hojita?
A lo sumo, cortabas.
Acá es muchísimo más fácil hacer la crucecita arriba y abajo.
Es más fácil. Pero en las experiencias donde, por primera vez, se usó boleta única, como en Córdoba o Mendoza, y donde hay dos filas, mucha gente cree todavía que marcando solamente la de arriba marca todo.
En CABA vamos a encontrar el germen de la despolarización.
Sí, para mi es la elección para mí menos polarizada de este proceso.
¿Adelantará CABA algo?
Depende de cómo lo queramos ver. En general, lo que pensamos es que la despolarización se rompe por el centro, y acá te estoy diciendo que se rompe por los polos y por los extremos. Son fuerzas bastante distintas a lo que vemos en Santa Fe y Córdoba, con un centro que obviamente se lanzó a última hora y siempre tiene esa dificultad de meterse en el juego. Poder definir una identidad a último momento es complejo, pero en CABA es otro escenario: es una polarización que se quiebra por los polos, por los extremos.
¿Y cómo sale el PRO en CABA después de esto?
Es una pregunta bastante difícil de definir, porque se supone que gana La Libertad Avanza, y no es una victoria del PRO. Por más que el PRO la lea como una victoria propia, va a tener dificultades. Si La Libertad Avanza gana, pero a la baja, me parece que es el mejor escenario para el PRO: que gane, pero que no le vaya tan bien.
TV/ff
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