Desacuerdos

Adiós a Hong Kong

Las protestas en Hong Kong por la Ley de Seguridad para la Región Especial Administrativa.

el actual Presidente Xi Jinping, debiera aprender que a pesar de su deseo de eternizarse en el poder no lo protegerá del juicio de la historia Foto: AFP

El Congreso Nacional de China aprobó una  Ley de Seguridad para la Región Especial Administrativa Hong Kong en la sesión del 25 de mayo que provocó numerosas protestas a nivel internacional. Los Estados Unidos encabezaron la oposición y sin éxito intentó que  fuera tratada en una sesión especial del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. No fue difícil para China eludir la proposición porque la Ley de Seguridad no altera la situación internacional solo modifica los  controles políticos sobre los ciudadanos de la Región Especial.

Las demostraciones en Hong Kong durante los últimos años expresaban el temor por los intentos de China de imponer restricciones a las libertades que habían permanecido en vigencia después de la Declaración firmada con Gran Bretaña en 1984 para la devolución del territorio a partir de 1997. La Declaración estableció que los residentes de Hong Kong mantendrían su forma de vida hasta 2047 dando lugar al principio “Un país, dos sistemas”.

La China de 1984 no es la misma de 2020. En esos años recién comenzaba a implementar la apertura económica creando condiciones favorables para la inversión de las multinacionales. La política exterior acompañó el cambio. Los Estados Unidos y China firmaron en diciembre 1978 un documento para establecer relaciones diplomáticas y en enero de 1979 Deng Xiaoping fue recibido por el Presidente Jimmy Carter en la Casa Blanca. En 1979 China invadió Vietnam; favoreció el aniquilamiento de las guerrillas en el Sudeste Asiático, apoyó junto a los Estados Unidos la resistencia de Pol Pot al régimen implantado por Vietnam en Camboya y aceptó la instalación en su territorio de puestos del ejército norteamericano para vigilar a la Unión Soviética.

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El Acuerdo con Gran Bretaña para la devolución de Hong Kong se inscribe en esa perspectiva de acercamiento de China a los Estados Unidos. China aceptó en ese momento mantener  el régimen de Hong Kong porque necesitaba de la experiencia de los empresarios y la financiación de los bancos radicados en la colonia para su desarrollo. La economía de Hong Kong acompañó el crecimiento de China; el ingreso per cápita estaba estimado en 49.000 dólares en 2019.

La llegada de Xi Jinping  al poder en marzo de 2013 fue interpretada en los primeros momentos como una continuidad de las políticas seguidas por los líderes desde 1978. Sin embargo, las reformas de la Constitución en marzo 2018 incorporando la reelección indefinida del ejecutivo, la introducción del “pensamiento de Xi Jinping del socialismo con característica china como uno de los principios científicos que guían el desarrollo” y la reafirmación del liderazgo del Partido Comunista revelaron un cambio significativo en las intenciones de profundizar el control del régimen.

La nueva legislación de seguridad para Hong Kong se inscribe dentro de la política del Partido Comunista de suprimir cualquier disenso interno que pueda generar dudas sobre la legitimidad del régimen. Las protestas en Hong Kong reclamando mayor democracia constituían un mal ejemplo cuando el sistema político solo admite la sumisión y la obediencia. Las votaciones en el Congreso Nacional donde todos los proyectos son aprobados por unanimidad  constituyen un ejemplo de subordinación jerárquica.

Las protestas en Hong Kong reclamando mayor democracia constituían un mal ejemplo cuando el sistema político solo admite la sumisión y la obediencia

Los voceros del régimen expresaron que la legislación tiene el propósito de terminar con la subversión, el terrorismo, todo intento de secesión  y la injerencia extranjera en los asuntos internos de China. El lenguaje no es ajeno al utilizado en otras latitudes para silenciar los reclamos y proteger a minorías encaramadas en el poder.    

En relaciones exteriores rige el principio de “no intervención en los asuntos internos”. El silencio es consentimiento,  en especial cuando uno depende del apoyo económico, pero siempre vale recordar la realidad al momento de evaluar los compromisos.