ENFRIAMIENTO TOTAL

Brasil suspende operaciones militares conjuntas con Estados Unidos

El quiebre en la cooperación militar revela una deriva diplomática más profunda: tensiones políticas, intereses cruzados y disputas por el control del Atlántico Sur.

Brasil suspende los ejercicios militares con Estados Unidos. Foto: X @Brazilian__News

(Desde San Pablo) Las relaciones entre Brasil y Estados Unidos están en un punto de indiferencia casi absoluta entre los dos gobiernos.  El desmantelamiento de los vínculos “históricos”, que Brasil mantuvo y alentó bajo los dos primeros períodos de Lula da Silva (2003-2010), ya alcanzó a los entrenamientos militares conjuntos.

El ministro de Defensa, José Mucio, anunció que se cancelaron dos operaciones a ser realizadas en septiembre y octubre: una llamada Formosa y la otra Core. Las razones esgrimidas en Brasilia para semejante suspensión fueron estrictamente económicas; pero lo cierto es que la política internacional jugó su papel.

Hubo un hecho precedente provocado por Casa Blanca. Según información oficial, el Comando Sur norteamericano había planificado realizar en julio, junto con la Fuerza Aérea Brasileña, la Conferencia Espacial de las Américas. Debía ocurrir en Brasilia y participarían varios países sudamericanos. Pero a fines de ese mes, Washington comunicó al Palacio del Planalto que rescindía la convocatoria. El Comando Sur, el organizador, no dio explicaciones sobre las causas. Mas el gobierno brasileño supuso las razones: el desgaste de las relaciones entre Lula da Silva y Donald Trump.

La Operación Formosa, prevista para septiembre, es un ejercicio anfibio que reúne anualmente militares de una decena de países y este año tendría lugar en el Nordeste del país. Habría grandes invitados, como Francia y China. Pero también participarían Bolivia, Paraguay y Ecuador; en tanto, Gran Bretaña y Chile habían confirmado la presencia de observadores.

Los ejercicios de la Operación Core (Combined Operation and Rotation Exercise) involucran militares de los Ejércitos brasileño y americano, con la participación del Comando Militar del Nordeste y del americano Comando Sur.

Los argumentos oficiales brasileños insistieron en los problemas financieros. La Marina informó oficialmente que “la decisión de cancelar los operativos proviene de la prioridad absoluta que las FF.AA. le dan a la Operación Atlas, que implica el movimiento de gran cantidad de tropas brasileñas y requiere una amplia movilización logística”. En este caso, los ejercicios de las tres armas ocurren en territorio amazónico.

El objetivo oculto de los aranceles de Trump a Brasil

El gobierno de Lula justificó, también, las suspensiones de las acciones militares internacionales por las necesidades que presenta la realización de la COP30 (las conferencias a cargo de las Naciones Unidas) en Belem, en el mes de noviembre. Le toca al Ministerio de Defensa hacerse cargo de la seguridad de los Jefes de Estado que irán a participar en la reunión.

Desde luego, nadie niega que las crecientes tensiones entre Washington y Brasilia juegan su papel, especialmente a partir de los aranceles de 50% impuestos por Trump, que vedan el ingreso de bienes producidos en Brasil al mercado norteamericano. A partir de los daños a la economía brasileña provocados por esas medidas, se explicaría además la falta de recursos para realizar operaciones militares internacionales.

Otro asunto, muy poco difundido, preocupa a las altas esferas de Brasil. Se trata de una “articulación” de sectores republicanos de Estados Unidos, asociados a Trump, con “interlocutores” brasileños, con el objetivo de conseguir la “libre disponibilidad” de la Isla de Fernando de Noronha y de la base aérea de Natal (capital de Río Grande del Norte) para las operaciones de la Fuerza Aérea norteamericana.

El argumento de EE.UU. es que la gran potencia mundial realizó “inversiones” en ambos sitios, durante la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría. Por lo tanto, les correspondería ahora un retorno. Ambos emplazamientos, según el portal super especializado DefensaNet, “ofrecen ventajas operacionales concretas (en Comando, Control, Computación, Inteligencia y Vigilancia) en el contexto de la proyección hemisférica y el control estratégico del Atlántico Sur”.