¿Hay suficientes contadores para un mundo globalizado?
“EE. UU. proyecta más de 130.000 vacantes anuales hasta 2033 y en Reino Unido hay un 45 % de estudios que declaran sufrir una escasez grave de especialistas contables”, dice la autora. El lugar que ocupan la Ia y los Acuerdos de Reconocimiento Mutuos.
En todo el mundo, las organizaciones profesionales de contadores advierten que la oferta de talento contable se está reduciendo mientras la demanda crece: en EE. UU. se proyectan más de 130.000 vacantes anuales hasta 2033 y en el Reino Unido un 45 % de los estudios declara sufrir una escasez grave de especialistas contables, según se expresa en un artículo reciente difundido por la Federación Internacional de Contadores.
La preocupación es global ante el envejecimiento de la fuerza laboral, la digitalización acelerada, y la competencia del avance del sector tecnológico.
El eslogan que se está haciendo popular en redes sociales dice que la IA no reemplazará a un profesional contable, alguien que la use sí lo hará. Ya se está dejando atrás rápidamente la fase de "IA como asistente", se va hacia algo que se asemeja más a una sustitución total de puestos de trabajo, lo que producirá, probablemente importantes disrupciones en el mercado laboral.
Por qué la Inteligencia Artificial no podrá reemplazar a los contadores, aunque sí ayudarlos mucho
Para revertir esta tendencia, los organismos profesionales subrayan uno de los mayores atractivos de la carrera: su proyección internacional. Las credenciales contables reconocidas por organismos que lideran la profesión permiten trabajar en el exterior mediante Acuerdos de Reconocimiento Mutuos (MRA, por su siglas en inglés). Gracias a estos acuerdos, un contador sólo necesita un examen breve sobre impuestos y normativa local en vez de repetir toda la certificación, lo que convierte a estas titulaciones en pasaportes laborales altamente aceptables.
Esto requiere una formación flexible, y una mentalidad abierta para atreverse, y reconocer que el mundo es una fuente laboral diversa y desafiante.
Además de la movilidad, la profesión abre puertas en nuevas áreas de trabajo como reportes referidos al desempeño sustentable de una organización, fusiones transfronterizas, cumplimiento normativo, entre otras actividades en las cuales se valoran la flexibilidad, la especialización y el impacto global, con importantes posibilidades de acceso a puestos jerárquicos.
La insuficiencia de contadores calificados no solo impacta a empresas grandes, sino también a pequeñas y medianas empresas que dependen de servicios contables eficientes para toma de decisiones cruciales. Estas empresas se enfrentan a desafíos adicionales al tratar de competir por el talento escaso, lo que podría llevar a un aumento de costos de contratación que se tornen inalcanzables.
Para enfrentar esta situación, algunas organizaciones están implementando estrategias creativas como programas de desarrollo profesional para atraer y retener talento joven. Las universidades deberían estar revisando sus programas académicos para alinearlos mejor con las demandas actuales del mercado laboral. Esto no solo incluye la incorporación de habilidades técnicas, sino también de competencias blandas como la comunicación efectiva y el pensamiento crítico.
La digitalización ha desempeñado un papel fundamental en la transformación y transición que se advierte. Herramientas basadas en inteligencia artificial y aprendizaje automático están mejorando la precisión y la eficiencia en la gestión contable. Sin embargo, también se plantea el desafío de cómo equilibrar la tecnología con el juicio profesional, el cual sigue siendo esencial para la interpretación de la información organizacional.
Lo que es seguro es que la profesión contable deberá adaptarse continuamente a los cambios acelerados propios de la actualidad para seguir siendo efectiva. Esto incluye no solo la adopción de nuevas tecnologías, sino también la capacitación continua y un enfoque flexible que permita a los contadores desempeñar un rol más consultivo y estratégico, con una mirada global, en respuesta a una sociedad que lo está demandando.
Para los estudiantes argentinos, esto significa que la clásica matrícula de Contador Público puede ser el punto de partida de una trayectoria internacional si se complementa con credenciales globales, dominio de normas internacionales de información financiera y habilidades digitales. Participar en intercambios y aprovechar los programas de becas que ofrecen diversos organismos, y su red de convenios, fortalece ese perfil exportable y responde a la demanda de talento que ya se percibe en firmas locales con operaciones regionales.
La conclusión es clara: la movilidad internacional dejó de ser un beneficio accesorio, se convirtió en una herramienta estratégica para atraer y retener a la nueva generación de profesionales contables. Quien vea su título como un pasaporte se posicionará mejor en un mercado donde las fronteras pesan cada vez menos, y la capacidad de influir en negocios globales vale tanto como el dominio técnico.
*Directora de la Carrera de Contador en la Universidad del Salvador
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