La importancia de la Iglesia Católica en el mundo y, especialmente, en Argentina

Vaticano Foto: AFP

1. Presencia global de la Iglesia Católica

La Iglesia Católica es la institución religiosa más numerosa del mundo, con más de 1.300 millones de fieles. Está presente en casi todos los países, con miles de diócesis, parroquias, misiones, órdenes religiosas, hospitales, escuelas y universidades.

Tiene una voz reconocida a nivel internacional en temas de derechos humanos, paz, justicia social y ecología, especialmente a través del Papa León XIV y la diplomacia vaticana. Es observadora permanente en la ONU y participa activamente en foros internacionales, promoviendo la paz, la fraternidad humana y el desarrollo integral.

2. El Papa y su influencia moral global

El Papa, como líder espiritual de la Iglesia Católica, es una figura mundialmente respetada, incluso más allá del ámbito religioso.

Los últimos Pontífices han reforzado la visibilidad y relevancia de la Iglesia en la escena global. Su mensaje constante en favor de los pobres, el diálogo interreligioso, la paz y la defensa de la "Casa Común" (nuestro planeta) ha influido tanto en gobiernos como en organizaciones sociales alrededor del mundo.

3. Importancia de la Iglesia Católica en Argentina

Argentina es históricamente un país de mayoría católica, con profundas raíces culturales, sociales y políticas ligadas al catolicismo. La Iglesia está presente en todo el territorio nacional con diócesis, parroquias, escuelas, hospitales, comedores comunitarios y centros de asistencia social.

Ha sido clave en momentos históricos del país: durante el proceso de independencia, en crisis económicas y desastres naturales, promoviendo siempre la paz social, la reconciliación y la ayuda a los más necesitados.

4. Compromiso social y humanitario

La Iglesia Católica en Argentina y en el mundo sostiene miles de obras sociales: comedores, hogares para niños, ancianos y personas en situación de calle, centros de recuperación de adicciones, hospitales y dispensarios.

A través de Cáritas Argentina, asiste cada año a millones de personas, especialmente en contextos de crisis económica, pandemia y catástrofes. Congregaciones religiosas y movimientos laicales (como los salesianos, franciscanos y misioneros) trabajan diariamente en villas, barrios populares, escuelas rurales y comunidades indígenas.

5. Educación y cultura

La Iglesia Católica fundó y sostiene una vasta red educativa en Argentina: colegios, universidades y centros de formación, muchos de ellos gratuitos o con becas para sectores vulnerables. La Universidad Católica Argentina (UCA) es una de las más prestigiosas del país, junto a otras universidades católicas destacadas en Salta, Córdoba y diversas provincias. La Iglesia ha contribuido a la formación cívica y ética de generaciones de argentinos, además de preservar el patrimonio cultural, artístico e histórico del país.

6. Promoción de la paz y el diálogo

La Iglesia Católica promueve activamente el diálogo interreligioso y la convivencia pacífica, en un mundo marcado por conflictos, intolerancia y violencia. En Argentina, ha sido mediadora en conflictos sociales y políticos, y promotora de valores como la dignidad humana, la familia, la solidaridad y la justicia social. Ejemplo histórico: la mediación papal entre Argentina y Chile en 1978 evitó una guerra entre ambos países.

7. Espiritualidad y sentido de comunidad

Para millones de argentinos, la Iglesia es un lugar de contención espiritual, consuelo, esperanza y comunidad. Las celebraciones religiosas (Semana Santa, Navidad, fiestas patronales) forman parte de la identidad cultural argentina. Lugares como la Basílica de Luján, Salta, Itatí o San Nicolás son centros de peregrinación que movilizan a millones de fieles cada año.

¿Qué pasaría si la Iglesia Católica se retirara de Argentina?

Si la Iglesia Católica cerrara todas sus instituciones educativas, sanitarias, sociales y de ayuda humanitaria, el impacto económico y social sería profundo y de largo alcance. Estas serían las principales consecuencias:

1. Colapso del sistema social y humanitario

Comedores y centros de asistencia: miles de comedores infantiles, para adolescentes y ancianos dejarían de funcionar. Estas instituciones atienden diariamente a cientos de miles de personas vulnerables, especialmente en villas, zonas rurales y barrios periféricos.

Ayuda humanitaria: Cáritas Argentina y otras entidades dejarían de operar, afectando la distribución de alimentos, ropa, medicamentos, apoyo psicológico y asistencia en emergencias (inundaciones, incendios, etc.).

2. Grave impacto en la educación. La Iglesia administra aproximadamente una cuarta parte de los colegios del país, incluyendo muchos en zonas rurales y marginadas. Muchos de estos colegios son subsidiados y gestionados por congregaciones religiosas. Universidades católicas como la UCA deberían cerrar, afectando a miles de estudiantes.

Se reduciría la oferta educativa, especialmente donde no hay oferta estatal suficiente.

3. Crisis en el sistema de salud: La Iglesia gestiona hospitales, clínicas y centros de salud, muchos de ellos gratuitos o de bajo costo, orientados a sectores vulnerables. Su retirada generaría sobrecarga en el sistema público de salud, que no podría absorber toda la demanda. En zonas rurales y aisladas, muchas veces el único centro de salud es el que sostiene la Iglesia.

4. Pérdida de contención comunitaria: Muchas personas encuentran en la Iglesia una comunidad de pertenencia, contención emocional y espiritual, espacios de formación humana, valores y redes solidarias. Quedarían desactivadas la pastoral social, de adicciones, carcelaria y hospitalaria, dejando a miles de personas sin acompañamiento.

5. Impacto económico. Miles de personas quedarían desempleadas: docentes, médicos, enfermeros, personal administrativo, voluntarios remunerados, etc. El Estado debería reemplazar servicios que hoy no puede garantizar plenamente, lo cual implicaría un gasto económico imposible de asumir en el corto plazo.

6. Vacío espiritual y cultural. Argentina tiene una identidad histórica profundamente ligada al catolicismo, presente en el arte, la arquitectura, las tradiciones y los valores sociales.

La retirada de la Iglesia provocaría una crisis cultural y espiritual, con pérdida de referentes éticos y espirituales. Se debilitaría el diálogo interreligioso, la diplomacia de la paz y el trabajo por la fraternidad humana que la Iglesia impulsa desde el Vaticano.

La salida de la Iglesia Católica dejaría un vacío insustituible, afectando gravemente a los más pobres, la cohesión social, la paz y la infraestructura educativa y sanitaria del país. El Estado no podría reemplazarla de manera inmediata ni eficiente, generando una grave crisis económica, humanitaria, educativa y social.

(*) El autor es Presidente del Congreso Mundial de Diálogo Intercultural e Interreligioso