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Los narcos o nosotros

La devastadora realidad que se vive en todo el país, en términos de seguridad y avance del narcotráfico, en Rosario ya es intolerable. No existe gestión ejecutiva eficiente porque no hay política de seguridad nacional.

Operativo. Les habían secuestrado 1600 kilos de cocaína. Foto: P.F.A

Estamos asistiendo a la avanzada narco más descomunal en la Argentina. La ciudad de Rosario sigue siendo noticia con la cotidiana violencia que nadie mira.

Los sicarios ya son los dueños de la vida y la educación de los rosarinos con absoluto control de la ciudad a su gusto y placer. ¿Hasta cuándo vamos a soportar las balaceras, amenazas y muertes como si fueran una noticia más cada día? 

Los ciudadanos tenemos obligaciones y derechos, y quienes ejercen un cargo público aún más. Debemos exigir a los funcionarios que se hagan responsables de una vez de sus gestiones y resultados. 

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Ya no cabe pensar en inoperancia, ya existe complicidad explícita. No hay excusas para no ejercer la autoridad, imponer el orden y el respeto a la ley. Quienes no estén en condiciones de hacer lo que hay que hacer que se vayan a su casa.

La devastadora realidad que se vive en todo el país, en términos de seguridad y avance del narcotráfico, en Rosario ya es intolerable. No desconocemos que el pulpo del narco avanzó hasta cada rincón del conurbano y otras provincias de nuestro país. 

 

Los narcos o nosotros

Lo han dejado avanzar. Ocho de cada diez vecinos del conurbano sabemos dónde se vende droga. Los capos narcos viven escondidos dentro de barrios cerrados con grandes lujos y placeres como por ejemplo en Boca Ratón de Moreno. Cada día que pasa, mueren adolescentes como soldaditos descartables. 

Conurbano y droga

La hidrovía es agua y tierra de nadie. No hay controles de ninguna naturaleza en sus 3.400 kilómetros de longitud, mucho menos en territorio nacional. Siempre ha sido el camino más fácil de la droga, pero en estos días se ha convertido en el corredor del descontrol. 

No existe gestión ejecutiva eficiente porque no hay política de seguridad nacional. Pero no sólo necesitamos de una conducción con decisión que lidere una política de seguridad eficiente. Es fundamental que exista una debida y aceitada coordinación entre las fuerzas federales, la justicia y la política.

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¡No hay más tiempo! No podemos seguir consintiendo; el ¨plan llegar¨ también en esto. Deben hacerse cargo YA, enviando todas las fuerzas operativas especiales que ya tenemos, utilizar la inteligencia criminal, planificar una acción contundente y derivar los presos por narcotráfico a cárceles especiales sin celulares. Y obviamente hay que proteger a quienes nos cuidan. Porque debemos estar del lado de la ley y jamás del delincuente, dándoles la tranquilidad de respaldar sus accionar en el marco de la normativa correspondiente. 

Porque ya estamos hartos. Porque no hay tiempo. Porque cada vida que se va es irrecuperable. Porque son los narcos o nosotros. 


*Ex Secretaria de Estado del Ministerio de Seguridad de la Nación, durante la gestión de la ministra Patricia Bullrich