SE MULTIPLICAN LAS TENSIONES EN TODA LA GEOGRAFÍA DEL PJ

La interna peronista entra en una nueva fase: la calle, el Senado y el liderazgo en disputa

La pelea dejó de ser solo discursiva. Ahora va más allá de los cierres de listas, a los que el PJ está acostumbrado. Cruces en el Senado por las autoridades y un reclamo de Kicillof por la línea sucesoria. La calle se movió con el calor de diciembre y provocó grietas en el kirchnerismo. La disputa de fondo por el liderazgo de CFK: tiene detractores pero aún es definitoria.

Todos contra todos. Cristina Kirchner, Axel Kicillof, Juan Grabois, Mayra Mendoza, Verónica Magario, Fernanda Raverta. Foto: cedoc

La interna del peronismo bonaerense ya no es solo un cruce de acusaciones: se convirtió en una disputa que se empezó a jugar al mismo tiempo en la calle, en la Legislatura y en la discusión por el liderazgo. El eje de fondo es la transición entre una conducción que se pone en duda, la de Cristina Kirchner, y la dificultad de construir una nueva conducción que ordene el espacio, con un Axel Kicillof que no termina de ocupar ese lugar.

En el plano institucional, la tensión quedó expuesta en la votación del endeudamiento a principios de diciembre pero continúa por estas horas con el reclamo del kirchnerismo para que el Senado bonaerense sesione el 29 de diciembre, con el objetivo de definir autoridades de la Cámara y avanzar con proyectos del Ejecutivo que están a punto de perder estado parlamentario. La vicegobernadora Verónica Magario tiene decidido postergar la discusión para febrero en acuerdo con el gobernador bonaerense, que pretende poner los principales nombres. “Cristina le dio a Macri y a Milei la decisión de quiénes están debajo de él y acá a Kicillof se lo quieren discutir”, dicen cerca de Kicillof sobre los nombres de la línea sucesoria. 

El último episodio de esta disputa abrió con una nota con fecha 23 de diciembre. Por tercera vez, distintos senadores que responden a CFK le insistieron a Magario con la necesidad de sesionar. La fecha propuesta es el 29 de diciembre y la intención es definir los cargos de la Cámara alta y el tratamiento de dos proyectos de salud que pierden estado parlamentario. 

“Nuestra fuerza política, que la llevó a usted a ocupar la vicegobernación y que hoy ostenta quórum propio y mayoría en esta Cámara, tiene el mandato popular de velar por los intereses de los bonaerenses. Es por ello que resulta inadmisible que, habiendo transcurrido los plazos de la petición efectuada el 12 de diciembre y su reiteración del 15 del corriente, no se haya dado curso al tratamiento de los proyectos Centro de la Industria Farmacéutica Bonaerense y Empresa Bonaerense de Emergencias en Salud”, dice la carta que lleva once firmas, entre las que están las de Sergio Berni y Fernanda Raverta. 

Estos dos nombres son parte de la disputa ya que se debe resolver quién quedará al frente del bloque peronista, que quedó sin su titular con la salida de Teresa García. La discusión es si el jefe debe seguir respondiendo a CFK o al gobernador. Pero el foco principal del conflicto interno está puesto en la vicepresidencia primera de la Cámara alta, un lugar que también quedó libre y que en la gobernación consideran clave ya que se trata de la línea sucesoria. El armado del gobernador impulsa a la senadora Ayelén Durán, vinculada a Andrés “Cuervo” Larroque, mientras que el kirchnerismo planea retener el espacio y propuso al exintendente de José C. Paz, Mario Ishii. El Frente Renovador acompaña el nombramiento de Ishii pero también pueden poner un nombre: el de Malena Galmarini.

Al mismo tiempo, esta falta de orden se trasladó a la calle, algo que hasta acá no había pasado. En Quilmes, el enfrentamiento entre la intendenta Mayra Mendoza y Juan Grabois dejó al descubierto que la interna ya capta al propio universo kirchnerista. El dirigente viene avisando que su único jefe político fue el papa Francisco y lo volvió a dejar en claro días atrás, cuando no tuvo problemas en ir contra la intendenta de La Cámpora. 

Lo que comenzó como un conflicto por la aprobación de una ordenanza municipal que regula el estacionamiento terminó derivando en acusaciones cruzadas, protestas y episodios de tensión con las fuerzas de seguridad. El 24 de diciembre la temperatura no cedía en el conurbano bonaerense y tampoco en el Concejo Deliberante de Quilmes, ya que después de los disturbios el titular del bloque Fuerza Patria renunció a su conducción. Se trata de Ezequiel Arauz, quien responde a organizaciones sociales y se identifica con el Movimiento de Trabajadores Excluidos, que responde a Grabois. Cedió el lugar con fuertes críticas al proyecto sancionado.  

Cristina Kirchner, internada en el Sanatorio Otamendi, esta vez no intercedió. Ya lo había tenido que hacer en el cierre de listas de diputados nacionales de la provincia de Buenos Aires y de la Ciudad. Ya en ese entonces había muchos dirigentes que le reprochaban los espacios cedidos al líder de Patria Grande, que amenazó en los dos distritos con presentar una lista por afuera. Al conseguir dos espacios en el territorio bonaerense y encabezar la lista de la Ciudad, hubo unidad. 

La escena de conflicto en la calle se repitió en Lanús, otro municipio gobernado por La Cámpora. Allí cooperativistas y organizaciones sociales realizaron protestas frente al municipio en busca de aumentos salariales. Esta vez quedó en la mira el Movimiento Evita, que hoy ve en Kicillof la sucesión. Meses atrás, cuando el kirchnerismo apuntaba abiertamente al gobernador bonaerense, Grabois solía defenderlo. Por eso, en el sector que responde a la dos veces presidenta miran con desconfianza hacia La Plata. ¿El calentamiento de la calle también es parte de la disputa por el liderazgo? En el entorno de Kicillof rechazan de plano esta posibilidad. Pero lo cierto es que la interna peronista atraviesa así una nueva fase de desorden hacia el reacomodamiento.