Represión frente al Congreso: el protocolo de Bullrich volvió a aplicarse contra los jubilados
La tradicional marcha de los miércoles terminó con gases, un fuerte operativo policial y al menos un detenido. El Gobierno defiende el accionar.
Como cada semana, los jubilados se concentraron este miércoles frente al Congreso para exigir aumentos en sus haberes, acceso a medicamentos y mejores condiciones de vida. Pero la escena volvió a repetirse: gases, vallas, efectivos y represión. La manifestación pacífica terminó bajo el despliegue del protocolo antipiquetes impulsado por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que ordenó un operativo desmedido para contener a los adultos mayores y autoconvocados.
Camionetas y efectivos de la Policía Federal coparon la zona de Avenida Rivadavia entre Callao y Entre Ríos, vallando los accesos y cercando incluso a transeúntes y periodistas. Mientras una fila de Gendarmería se apostó frente al edificio del Congreso. En el lugar, la imagen se parecía más a un desfile de fuerzas que a una marcha de jubilados con pancartas que pedían “no ser tratados como delincuentes por reclamar lo que nos corresponde”.
Cerca de las 15.30, un grupo de manifestantes logró tirar una parte de las vallas que bloqueaban la avenida. La respuesta fue inmediata: efectivos de la Policía de la Ciudad reforzaron el cerco, aunque no avanzaron sobre los manifestantes. Según trascendió, hay al menos un detenido y varios adultos mayores fueron atendidos por personal médico tras los forcejeos y el gas lacrimógeno.
Mientras el haber mínimo se ubica en torno a los 300 mil pesos y la canasta básica supera el millón, el poder adquisitivo de los jubilados continúa en retroceso. El Gobierno, sin embargo, sostiene que la aplicación estricta del protocolo es “necesaria para mantener el orden público”.
Bullrich reivindicó su accionar
Este martes, Patricia Bullrich defendió su política de seguridad en una reunión de la Comisión de Presupuesto y Hacienda de Diputados, donde fue interpelada por legisladores de la oposición por la represión a las marchas de jubilados.
La ministra, recientemente electa senadora, aseguró que sus decisiones “terminaron con los piquetes” y que las fuerzas “van a actuar una y otra vez contra los que tiren piedras”. También confirmó que el Gobierno impulsará un nuevo Código Penal y admitió “fallas de seguridad” en algunas intervenciones, aunque aclaró: “yo no tengo responsabilidad”.
Bullrich insistió en que su objetivo es “garantizar la libre circulación” y que “las fuerzas de seguridad seguirán cumpliendo con el protocolo sin excepción”.
GD