El banco central de Brasil dijo que aún podría recortar su tasa de interés clave más allá del nivel récord de 2%, y agregó que la baja actividad económica probablemente evitará cualquier ajuste de la política monetaria hasta que las expectativas de inflación se acerquen al objetivo.
Sin embargo, el espacio adicional para un recorte de tasas es “residual” y un ajuste podría espaciarse en el tiempo, escribieron los encargados de política monetaria en las actas de su última reunión, cuando recortaron la tasa de referencia Selic en 25 puntos base.
A medida que la economía más grande de América Latina comienza a reabrirse a pesar de más de 3 millones de casos de covid-19 y más de 100.000 muertes, las primeras señales apuntan a una recuperación mejor de lo previsto inicialmente. La administración del presidente, Jair Bolsonaro, está impulsando la estabilización económica a través de un paquete de estímulo de miles de millones de dólares que incluye estipendios a los trabajadores informales y la provisión de liquidez para préstamos bancarios. A su vez, el déficit presupuestario de Brasil se ha ampliado exponencialmente, lo que plantea dudas sobre la sostenibilidad de sus cuentas fiscales.
Bolsonaro está impulsando un paquete de estímulo
El directorio del banco central, dirigido por Roberto Campos Neto, condicionó el futuro de su política monetaria al mantenimiento de los planes fiscales vigentes, que incluyen volver a la senda de la austeridad fiscal en 2021 luego del gasto de emergencia de este año.
Si bien los economistas encuestados por el banco central han estado ajustando a la baja sus pronósticos para la recesión de este año durante las últimas semanas, los encargados de política monetaria advierten en las actas que “los riesgos asociados con la evolución de la pandemia pueden implicar un escenario interno caracterizado por una recuperación aún más gradual de la economía”.