La caza furtiva de marfil aumentó en Botsuana justo cuando el país empezaba a recibir elogios por sus estrictas medidas de protección de la mayor población de elefantes africanos del mundo. Algunas de las medidas han sido suspendidas. La ONG Elefantes sin fronteras, con sede en Botsuana, publicó un estudio que revela que la caza furtiva ha aumentado.
El informe se genera semanas después de que el gobierno levantó una prohibición de caza de vida silvestre, pues dice que muchos elefantes vagan en áreas ricas en agua donde las personas cultivan, lo que representa una amenaza para los agricultores. Si bien la medida fue recibida por los residentes locales, los conservacionistas y los operadores de safaris están preocupados de que afecte la reputación de Botsuana, que representa un refugio seguro para los animales. El turismo representa una quinta parte de la economía de la nación.
A pesar de que la población de elefantes de Botsuana es estable, la evidencia recolectada de extensas prospecciones aéreas en 2018 sugiere que la caza furtiva a escala de cientos de elefantes por año ha estado ocurriendo en el norte del país desde 2017 y posiblemente antes, según el estudio publicado en la revista Current Biology. Botsuana tiene una población de aproximadamente 130.000 elefantes. El grupo halló a 156 elefantes muertos en 2018 para obtener sus colmillos, y estima que al menos 385 fueron cazados de julio 2017 a 2018. Entre 2014 y 2018, se estima que el número de "cadáveres frescos y recientes" aumentó en casi seis veces.
Botswana levantó la prohibición a la caza de elefantes por motivos electorales
Puntos para la caza furtiva
Elefantes sin fronteras centró el estudio en el norte del país, que tiene más de 90% de la población de los animales. Se evidenció que el tamaño de la población había disminuido en cinco puntos fuertes de caza furtiva. Las carcasas frescas o recientes de las cuales los cráneos están cortados con un hacha para eliminar los colmillos de marfil o que están cubiertas con maleza son generalmente claras indicaciones de caza furtiva, dijo.
De acuerdo con el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), en África mueren ilegalmente cada año decenas de miles de elefantes. Las poblaciones del este de África fueron diezmadas en los años setenta y ochenta. La organización estuvo en medio de una controversia el año pasado después de que la BBC la citara en una historia sobre el aumento de la caza furtiva en Botsuana.
Si bien la organización había informado regularmente al gobierno sobre sus hallazgos antes de que se publicara el informe de la BBC, el gobierno emitió de inmediato una fuerte negativa, diciendo que era un "engaño" y que acusaba a la organización de tratar de influir en el debate sobre la prohibición de la caza. Elefantes sin fronteras ha negado las acusaciones.
Masisi, presidente del país, promovió un debate nacional para reunir la aprobación del levantamiento de la prohibición de la caza y se unió a otras naciones del sur de África para presionar a la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Extinción para permitir la venta de existencias de marfil.
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