Inicialmente, Coca Cola ofrecerá mayores beneficios a los trabajadores en América del Norte que acepten marcharse, según un comunicado difundido el viernes. Se introducirá un programa similar en otros países, dijo el fabricante de refrescos, y también habrá un número no especificado de despidos.
La medida se produce en medio de las continuas dificultades para las empresas que venden bebidas azucaradas a medida que los consumidores reducen las calorías. El agua embotellada también enfrenta nuevos obstáculos por las crecientes preocupaciones ambientales.
Coca-Cola también dijo que planea reestructurar su negocio, incluida la creación de nuevas unidades operativas para actividades regionales y locales que trabajarán con equipos de marketing de categorías. La empresa espera que los programas globales de indemnizaciones generen gastos de entre US$350 y US$550 millones.