Deutsche Bank AG ha presentado un plan de reestructuración radical según el cual el grupo se retirará del negocio de renta variable, se anotará una pérdida de 2.800 millones de euros (US$3.100 millones) en el segundo trimestre y reducirá su plantilla en un 20% para dar marcha atrás a la caída de rentabilidad.
El máximo responsable del grupo, Christian Sewing, aparcará los dividendos durante este año y el próximo y asumirá cargos de reestructuración de 7.400 millones de euros hasta 2022 para pagar una reforma que reduce el otrora poderoso banco de inversiones del grupo alemán junto con su presencia mundial y su negocio clave de renta fija.
"Hoy hemos anunciado la transformación más fundamental de Deutsche Bank en decenios", dijo Sewing en un comunicado el domingo. "Estamos haciendo lo necesario para liberar nuestro verdadero potencial".
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El alcance de la reestructuración pone de relieve el fracaso de Sewing y sus predecesores más recientes en solucionar el problema fundamental: los costes eran demasiado altos y los ingresos demasiado bajos. Después del colapso de la fusión negociada por el Gobierno con Commerzbank AG en abril, el responsable tenía pocas alternativas para apuntalar la confianza del mercado. Su plan fue aprobado por la junta en una reunión el domingo.
Deutsche Bank llegó a subir un 4,4% en la negociación de Fráncfort y avanzaba un 3,7% a 7,44 euros a las 9:37 a.m., el título de mejor rendimiento del índice bancario STOXX Europe 600 y el segundo mejor del indicador general STOXX 600.
Algunos de los objetivos financieros establecidos en el plan parecen demasiado optimistas y la meta de lograr un retorno sobre el capital tangible del 8% para 2022 parece "altamente improbable", escribieron analistas de Citigroup, entre los que figuran Andrew Coombs y Nicholas Herman en un comentario a los inversores.
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Negocio no estratégico
Alrededor de 74.000 millones de euros de activos ponderados al riesgo formarán parte de una nueva unidad no estratégica y el capital de la entidad crediticia se reducirá como parte del plan. Con la caída del título de Deutsche Bank en bolsa a la mitad en los últimos dos años, una venta de acciones no era una opción y el banco dijo que no planea una ampliación de capital para cubrir los costes de la reestructuración.
En cambio, Sewing está aprovechando el colchón de capital del banco para financiar la que se considera la mayor reorganización del banco en decenios, lo que significa que debe ser estratégico con los escasos recursos financieros que puede generar. Esta será la primera vez desde al menos 1993 que Deutsche Bank no paga dividendos.
Lo que dice Bloomberg Intelligence:
El plan de Deutsche Bank de reducir el tamaño de su banco de inversión, reestructurar la cúpula directiva y reducir los costes mientras invierte en controles y tecnología podría abrir el camino más prometedor hasta el momento para aumentar la rentabilidad, según nuestro análisis inicial, después de años de cambios parciales sin éxito.
- Alison Williams, Neil Sipes, analistas de banca
F.D.S./